Cementerio
prohibido de Francois Villanueva Paravicino, explorando
el terror desde la culpa y la frustración
Escrito
por: Paolo Astorga
Cementerio
prohibido de Francois Villanueva Paravicino, es un conjunto de seis cuentos que explora de manera
frenética y obsesiva el tema de la muerte. Caracterizado con un lenguaje que no
solo intenta construir una trama tensiva, el autor nos entrega una serie de
narraciones donde la muerte, el misterio, la angustia y la frustración son ejes
centrales y detonantes de las más variadas historias.
Estos
cuentos se caracterizan además por tener una muy profunda influencia de los
clásicos como Poe, Maupassant, Horacio Quiroga, entre otros. Un lenguaje que
calza magistralmente con lo que se narra: historias que casi siempre son
ambientadas desde la oscuridad de lo gótico, en donde la línea de lo real y lo
fantástico se desvanece para mostrarnos el terror de lo más puramente humano.
Ahora,
veamos un breve repaso por el contenido de este cuentario:
El verdugo es la frenética historia de un
personaje perdido en el África que intenta sobrevivir a lo que parece un ataque
caníbal o zombie. La narración en primera persona se hace intensa y por
momentos asfixiante. Pero hay algo más: este cuento es una alegoría al
tormento, pues mientras el protagonista intenta sobrevivir apertrechado en una
cabaña, la culpa y la conciencia deviene en verdadera tragedia, en muerte, pues
de alguna manera esos seres que lo atormentan son de alaguna manera la
conciencia que lo carcome, que lo azota hasta destruirlo.
Por
otro lado, en La condena de Ismael
volvemos al tema de la culpa, la condena y un intento de escape. Este cuento
que contiene cuotas de mitología y creencias andinas, nos narra la historia de
Ismael, un pastor que desde niño es alimentado con historias de ultratumba,
debe cruzar un puente de tronco para llegar a su destino. Pero al cruzarlo se
encontrará con un misterioso anciano que intenta llegar a Tulluwasi (la tierra
de los condenados). Es aquí donde la historia se irá transformando en
terrorífica y pesadillesca, en donde la maldición y la condena serán las
directrices de la narración.
En Las heladas, asistimos a un cuento cuya
inevitable influencia de Pedro Páramo
es inevitable. Nuevamente un pueblo llamado El Tambo sufre los embates de la
naturaleza, mientras el creciente devenir de lo funesto se va haciendo presente.
Aquí el tema de la muerte no es observado como una condena de terror o de
misterio, sino que el narrador construye un espacio narrativo donde la muerte
es una metáfora de la destrucción que termina en desolación y olvido, a pesar
del esfuerzo de los hombres, el azote de la naturaleza es implacable.
En El cuadro inconsciente, va a primar lo
premonitorio, lo decadente y también, paradójicamente, lo poético. Quizás este
es el cuento mejor logrado del libro, pues más allá de solo narrarnos una
historia de misterio o de terror, este cuento explora, desde un ambiente de
marginalidad y violencia, la condición humana de un artista que intenta
mantener sus ideales frente a un mundo sórdido que lo atomiza, que lo intenta
invisibilizar y desaparecer. Además, este cuento también posee una construcción
narrativa que linda con lo fantástico, además de tener múltiples influencias
como las de Wilde con El retrato de
Dorian Gray en lo que respecta a lo bello y a lo monstruoso o de Baudelaire,
en lo que respecta al simbolismo que se imprime sobre los personajes. Lucrecio
Vencedor, un pintor mediocre sobrevive vendiendo sus pinturas (mezcla de
surrealismo e impresionismo) en la Plaza San Martín. Giovanna, su musa, su
compañera, vivirá con él la aplastante realidad de una ciudad que los fagocita.
La historia tendrá un giro trágico pues Giovanna morirá de una enfermedad y
Lucrecio, poco a poco, se adentrará al tormento de su soledad y frustración que
intentará vencer infructuosamente con su arte.
Como
puente, encontraremos La familia de un
conocido, una historia donde lo fantástico nuevamente es el eje de la
narración. Además, el tema de la vejez y la inmortalidad serán los temas
recurrentes en este breve, pero intenso relato.
Por
último, Cementerio prohibido, cuento
que le da título al libro, es la historia de una búsqueda que concluye en
terror. Alex se encuentra camino al funeral de su hermano. Primero, un sueño
que se transforma en pesadilla es el símbolo de lo que le espera, luego, poco a
poco, al llegar al lugar todo se irá tornando más misterioso hasta que
finalmente la narración desborde en delirio con zombies y asesinos. El cuento,
que mezcla muy bien lo onírico con la ciencia ficción nos inserta en su
desenlace en una pesadilla donde, otra vez, la muerte es la única salida ante
la culpa y el olvido.
Como
vemos, el núcleo tramático común en todos los cuentos es sin duda lo funesto,
pero no desde una perspectiva violenta, sino más bien encerrada en una poética
que intenta observar y reflexionar sobre lo humano. La muerte jamás es puro
terror o miedo, sino también un símbolo que nos recuerda nuestra finitud,
nuestra contingencia y lo frágil que puede resultar la cordura frente ella.
Por
otro lado, es innegable la gran carga descriptiva que impone el autor en sus
narraciones. Aunque las descripciones pueden parecer inútiles, en este libro
tienen una importancia trascendental para preparar la atmósfera, casi siempre
asfixiante, de sus cuentos y poder así entender el tormento, los anhelos, las
frustraciones de sus personajes. Quizás es allí que Francoise es el mayor
tributario de Poe, pues como dice el maestro del cuento de terror en su ensayo La Teoría Del Cuento Moderno:
Un
hábil artista ha construido un relato. Si es prudente, no habrá elaborado sus
pensamientos para ubicar los incidentes, sino que, después de concebir
cuidadosamente cierto efecto único y singular, inventará los incidentes,
combinándolos de la manera que mejor lo ayuden a lograr el efecto preconcebido.
Si su primera frase no tiende ya a la producción de dicho efecto, quiere decir
que ha fracasado en el primer paso.
Como observamos, es en lo que se llama “efecto” en donde el
lector puede encontrar eso que lo integra, que lo adentra al relato. Francoise
lo sabe bien, por eso el presente libro goza de una construcción envolvente,
donde cada historia, cada escena, cada palabra, busca despabilar nuestra
imaginación y sacudir, de alguna manera, nuestra humanidad.
En
suma, Cementerio prohibido de Francois Villanueva Paravicino es un
libro que atrapa y nos sumerge al abismo de nuestros propios miedos, deseos y
frustraciones. Con personajes que se encuentran casi siempre al borde de la
muerte, con una atmósfera que mezcla lo fantástico con un lenguaje que por
momentos resulta profundamente poético, el autor nos invita a explorar la
sordidez de lo humano desde esa geografía aún inhóspita que es la conciencia y
la oscuridad.