POEMAS PARA DECLAMACIÓN
SELECCIÓN: PAOLO ASTORGA
Yo no me río de la
muerte
Tú quisiste descansar
en tierra muerta y en olvido.
Creías poder vivir solo
en el mar, o en los montes.
Luego supiste que la vida
es soledad entre los hombres
y soledad entre los valles.
Que los días que circulaban
en tu pecho sólo eran nuestras
de dolor entre tu llanto. Pobre
amigo. No sabías nada ni llorabas nada
Yo nunca me río
de la muerte.
Simplemente
sucede que
no tengo
miedo
de
morir
entre
pájaros y arboles
Yo no me río de la muerte.
Pero a veces tengo sed
y pido un poco de vida,
a veces tengo sed y pregunto
diariamente, y como siempre
sucede que no hallo respuestas
sino una carcajada profunda
y negra. Ya lo dije, nunca
suelo reir de la muerte,
pero sí conozco su blanco
rostro, su tétrica vestimenta.
Yo no me río de la muerte.
Sin embargo, conozco su
blanca casa, conozco su
blanca vestimenta, conozco
su humedad y su silencio.
Claro está, la muerte no
me ha visitado todavía,
y Uds. preguntarán: ¿qué
conoces? No conozco nada.
Es cierto también eso.
Empero, sé que al llegar
ella yo estaré esperando,
yo estaré esperando de pie
o tal vez desayunando.
La miraré blandamente
(no se vaya a asustar)
y como jamás he reído
de su túnica, la acompañaré,
solitario y solitario.
De: "El Viaje". 1961. Javier
Heraud
LOS DADOS ETERNOS
Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!
Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!
Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.
Dios míos, y esta noche sorda,
obscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.
CANTO CORAL AL TÚPAC AMARU, QUE ES LA LIBERTAD
Lo harán volar
con dinamita.
En masa, lo
cargarán, lo arrastrarán.
A golpes le
llenarán de pólvora la boca.
Lo volarán: ¡y
no podrán matarlo!
Lo pondrán de
cabeza. Arrancarán sus deseos, sus dientes y sus gritos.
Lo patearán a
toda furia. Luego lo sangrarán: ¡y no podrán matarlo!
Coronarán con
sangre su cabeza:
Sus pómulos, con
golpes. Y con clavos sus costillas. Le harán morder el polvo.
Lo golpearán: ¡y
no podrán matarlo!
Le sacarán los
sueños y los ojos.
Querrán
descuartizarlo grito a grito.
Lo escupirán. Y
a golpe de matanza, lo clavarán: ¡y no podrán matarlo!
Querrán volarlo
y no podrán volarlo.
Querrán romperlo
y no podrán romperlo.
Querrán matarlo
y no podrán matarlo.
Querrán
descuartizarlo, triturarlo, mancharlo, pisotearlo, desalmarlo.
Querrán volarlo
y no podrán volarlo.
Querrán romperlo
y no podrán romperlo.
Querrán matarlo
y no podrán matarlo.
Al tercer día de
los sufrimientos, cuando se crea todo consumado, gritando: ¡libertad! Sobre la
tierra, ha de volver.
Y no podrán
matarlo.
Alejandro Romualdo Valle
Perú
MASA
Al fin de la
batalla,
y muerto ya el
combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo:
"No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver
¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron
dos y repitiéronle:
"No nos
dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver
¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él
veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando:
"¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver
¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon
millones de individuos,
con un ruego
común: "¡Quédate, hermano!"
Pero el cadáver
¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos
los hombres de la tierra
le rodearon; les
vió el cadáver triste, emocionado;
incorporóse
lentamente,
abrazó al primer
hombre; echóse a andar...
César Vallejo
España, aparta de mí este cáliz [1937]
POEMA TRISTITIA DE ABRAHAM VALDELOMAR
Mi infancia, que
fue dulce, serena, triste y sola,
se deslizó en la
paz de una aldea lejana,
entre el manso
rumor con que muere una ola
y el tañer
doloroso de una vieja campana.
Dábame el mar la
nota de su melancolía
;el cielo, la
serena quietud de su belleza;
los besos de mi
madre, una dulce alegría,
y la muerte del
sol, una vaga tristeza.
En la mañana
azul, al despertar, sentía
el canto de las
olas como una melodía
y luego el soplo
denso, perfumado, del mar,
y lo que él me
dijera, aún en mi alma persiste;
mi padre era
callado y mi madre era triste
y la alegría
nadie me la supo enseñar
La niña de la lámpara azul
En el pasadizo nebuloso
cual mágico sueño de Estambul,
su perfil presenta destelloso
la niña de la lámpara azul.
Ágil y risueña se insinúa,
y su llama seductora brilla,
tiembla en su cabello la garúa
de la playa de la maravilla.
Con voz infantil y melodiosa
en fresco aroma de abedul,
habla de una vida milagrosa
la niña de la lámpara azul.
Con cálidos ojos de dulzura
y besos de amor matutino,
me ofrece la bella criatura
un mágico y celeste camino.
De encantación en un derroche,
hiende leda, vaporoso tul;
y me guía a través de la noche
la niña de la lámpara azul.
En el pasadizo nebuloso
cual mágico sueño de Estambul,
su perfil presenta destelloso
la niña de la lámpara azul.
Ágil y risueña se insinúa,
y su llama seductora brilla,
tiembla en su cabello la garúa
de la playa de la maravilla.
Con voz infantil y melodiosa
en fresco aroma de abedul,
habla de una vida milagrosa
la niña de la lámpara azul.
Con cálidos ojos de dulzura
y besos de amor matutino,
me ofrece la bella criatura
un mágico y celeste camino.
De encantación en un derroche,
hiende leda, vaporoso tul;
y me guía a través de la noche
la niña de la lámpara azul.
POEMA ARENGA AL PERUANO
- MARIO FLORIAN -
- MARIO FLORIAN -
No te sientas pequeño, hombre común peruano,
Peruano de estos días: confirma tu grandeza
Delante de tu huésped, delante del foráneo
Que llegó de muy lejos a comer de tu mesa;
Que llegó de muy lejos a vivir en tu espacio,
Y a hablarte de su origen y a hablarte de su fuerza.
Tu desciendes del puma, tu desciendes del rayo.
Y en tus músculos duerme colosal fortaleza.
No te humilles. Despierta. Elévate peruano.
Erígete. Ya es hora. Revive tu ejercicio
De amansador de Mundos, de continentes bravos,
De forjador de imperios sobre precipicios.
Levántate peruano. Pisa otra vez tu tierra...
Que el horizonte vea tu figura broncínea
De semidiós, de cóndor. Despliega tu mirada
Y el poder de tus alas y tu aptitud antigua.
Vindícate en la tierra... Porque estás en tu tierra
Desde hace eternidades... Y tu tierra te adora.
¡Exprésate peruano! ¡Exprésate de nuevo!
¡Sé heroicidad, destino! ¡Levánte! ¡Ya es hora!
POEMA DEDICADO AL PERU POR
FEDERICO BARRETO
¡Patria del corazón! La suerte un dia,
te hundio en el pecho con furor la espada,
y hoy, abatida pero no humillada,
pareces un león en la agonia.
Antes, cuando dichosa te veia,
fuiste por mi con entusiasmo amada;
pero hoy, que veo que eres desgraciada
no te amo ya… ¡te tengo idolatria!
¡Oh! ¡Quien pudiera, Patria, quien pudiera
disipar las tinieblas de tu cielo
y sucumbir envuelto en tu bandera!
Yo, tal fortuna es todo lo que anhelo,
¡y que me echen de cara cuando muera,
para besar el polvo de tu suelo!
POEMA
ANTES QUE TU; FEDERICO BARRETO
Sonríes, al pasar, con ironía
Porque me juzgas un rival vencido…
¡Imbécil! la mujer que has elegido,
antes que fuera tuya, ha sido mía.
En sus labios de rosa bebí un día
La esencia del licor apetecido
¿Y tú de qué te ríes? ¿qué has bebido?
¡Las sombras de la copa de ambrosía!
Ella probó en mis brazos la ventura.
Para mi fue flor de su hermosura.
Yo fui sábelo bien su primer hombre.
¿Hoy la posees? No me causas enojos
cuando la besas tú, cierra los ojos
y, bajando la voz dice mi nombre…
POEMA 18
- PABLO NERUDA -
Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.
Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.
O la cruz negra de un barco.
Solo. A veces amanezco, y hasta mi alma esta húmeda.
Suena, resuena el mar lejano. Este es un puerto.
Aquí te amo.
Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.
Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.
Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.
Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento,
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.
POEMA
VERGUENZA DE GABRIELA MISTRAL
Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa
como la hierba a que bajó el rocío,
y desconocerán mi faz gloriosa
las altas cañas cuando baje el río.
Tengo vergüenza de mi boca triste,
de mi voz rota y mis rodillas rudas.
Ahora que me miraste y que viniste,
me encontré pobre y me palpé desnuda.
Ninguna piedra en el camino hallaste
más desnuda de luz en la alborada
que esta mujer a la que levantaste,
porque oiste su canto, la mirada.
Yo callaré para que no conozcan,
mi dicha los que pasan por el llano,
en el fulgor que da a mí frente tosca
y en la tremolación que hay en mi mano...
Es noche y baja a la hierba el rocío;
mírame largo y habla con ternura,
¡que mañana al descender al río
la que besaste llevará hermosura!
como la hierba a que bajó el rocío,
y desconocerán mi faz gloriosa
las altas cañas cuando baje el río.
Tengo vergüenza de mi boca triste,
de mi voz rota y mis rodillas rudas.
Ahora que me miraste y que viniste,
me encontré pobre y me palpé desnuda.
Ninguna piedra en el camino hallaste
más desnuda de luz en la alborada
que esta mujer a la que levantaste,
porque oiste su canto, la mirada.
Yo callaré para que no conozcan,
mi dicha los que pasan por el llano,
en el fulgor que da a mí frente tosca
y en la tremolación que hay en mi mano...
Es noche y baja a la hierba el rocío;
mírame largo y habla con ternura,
¡que mañana al descender al río
la que besaste llevará hermosura!
POEMA EL
DESPRECIO; NICOMEDES SANTA CRUZ
Me despreciaste
por negro
y yo te quise por blanca
que maldito sea el color
que separó nuestras almas.
Por un instante quise yo
que el sol nublara mis esperanzas
pero la noche no le quiso dar
el color a mi alma.
Y la culpa la tengo yo
porque creí que ese amor
cuando se quiere de veraz
no se fija en el color.
Te burlas de mi porque tengo esta piel negra
que tanto te espanta, que tanto maldices
que tanto desprecias.
Mucho más blanca que tú
tengo el alma y las entrañas.
Por eso te digo mujer
si Dios es más grande del mundo,
porque me desprecias
si tu al lado de Él: no eres nada.
Razón tenía mi madre
cuando supo que te amaba
se compadecía de mi.
Es que sabía la pobre
como queremos los negros
y como los blancos desprecian
el color de nuestras almas.
Mira, aunque mis ojos son tan negros
lloran lágrimas blancas.
Me despreciaste por negro
y yo te quise por blanca.
y yo te quise por blanca
que maldito sea el color
que separó nuestras almas.
Por un instante quise yo
que el sol nublara mis esperanzas
pero la noche no le quiso dar
el color a mi alma.
Y la culpa la tengo yo
porque creí que ese amor
cuando se quiere de veraz
no se fija en el color.
Te burlas de mi porque tengo esta piel negra
que tanto te espanta, que tanto maldices
que tanto desprecias.
Mucho más blanca que tú
tengo el alma y las entrañas.
Por eso te digo mujer
si Dios es más grande del mundo,
porque me desprecias
si tu al lado de Él: no eres nada.
Razón tenía mi madre
cuando supo que te amaba
se compadecía de mi.
Es que sabía la pobre
como queremos los negros
y como los blancos desprecian
el color de nuestras almas.
Mira, aunque mis ojos son tan negros
lloran lágrimas blancas.
Me despreciaste por negro
y yo te quise por blanca.
POEMA SIN CORAZON DE FEDERICO
BARRETO
Loco de rabia y despecho,
resolví en cierta ocasión,
abrir a mi amada el pecho
y arrancarle el corazón.
Así sabré dije fiero,
si el corazón de la ingrata
que sin piedad me maltrata,
es de piedra o de acero.
La aceche, luego sin calma
y con un largo puñal
rasgue el seno virginal
de aquella mujer sin alma.
Y cuando a mis pies la ví,
un grito horrible lance
¡ y mis manos sepulte,
en la herida que le abrí !
Busque, luego, temerario
dentro de su pecho impío
y su pecho estaba frió,
como el fondo de un osario.
Busque…, busque con tesón
y no halle lo que buscaba;
¡ la mujer que tanto amaba,
no tenia corazón !
POEMA A COCACHOS
APRENDI
NICOMEDES SANTA CRUZ
NICOMEDES SANTA CRUZ
A cocachos aprendí
mi labor de colegial
en el Colegio Fiscal
del barrio donde nací.
Tener primaria completa
era raro en mi niñez
(nos sentábamos de a tres
en una sola carpeta).
Yo creo que la palmeta
la inventaron para mí,
de la vez que una rompí
me apodaron ?mano´e fierro?,
y por ser tan mataperro
a cocachos aprendí.
Juguetón de nacimiento,
por dedicarme al recreo
sacaba Diez en Aseo
y Once en Aprovechamiento.
De la Conducta ni cuento
pues, para colmo de mal
era mi voz general
?¡chócala pa la salida!?
dejando a veces perdida
mi labor de colegial.
¡Campeón en lingo y bolero!
¡Rey del trompo con huaraca!
¡Mago haciéndome ?la vaca?
y en bolitas, el primero…!
En Aritmética, Cero.
En Geografía, igual.
Doce en examen oral,
Trece en examen escrito.
Si no me ?soplan? repito
en el Colegio Fiscal.
Con esa nota mezquina
terminé mi Quinto al tranco,
tiré el guardapolvo blanco
(de costalitos de harina).
Y hoy, parado en una esquina
lloro el tiempo que perdí:
los otros niños de allí
alcanzaron nombre egregio.
Yo no aproveché el Colegio
del barrio donde nací…
Él llegó con la luna llena
- Poemas de Giovanna Pollarolo
La noche era
clara
el mar calmado y
azul.
Esa noche la
luna se mostró entera
sin la sombra de
ninguna nube;
eran las doce
y nuestros
cuerpos proyectaban sombras
como si
estuviera amaneciendo.
Mirábamos el
cielo, el mar, la arena
a cincuenta
metros se distinguía
cada roca
cada ola punto
de reventar
hasta las
botellas y las latas vacías de cerveza
abandonadas en
la orilla.
Milagro de
milagros
amanecía en
plena noche
y él acababa de
llegar.
Me dio un beso,
bebimos, bailamos.
Bendije,
entonces, mis peregrinajes
a la cruz
el conjuro de la
bruja
experta en
amores
mis avemarías
el mismo deseo
tres veces repetido
que formulé ante
la luna nueva
cada noche.
Pero él, acabada
la fiesta, se deshizo de mi abrazo
y dijo: no sé
por qué he venido
no te amo,
no sé qué estoy
haciendo aquí.
Y recordé la
piedra que tiré al río
las noches sin
luna,
mi falta de fe.
Gabriela Mistral
Besos
Hay besos que
pronuncian por sí solos
la sentencia de
amor condenatoria,
hay besos que se
dan con la mirada
hay besos que se
dan con la memoria.
Hay besos
silenciosos, besos nobles
hay besos
enigmáticos, sinceros
hay besos que se
dan sólo las almas
hay besos por
prohibidos, verdaderos.
Hay besos que
calcinan y que hieren,
hay besos que
arrebatan los sentidos,
hay besos
misteriosos que han dejado
mil sueños
errantes y perdidos.
(…)
¿Te acuerdas que
una tarde en loco exceso
te vi celoso
imaginando agravios,
te suspendí en
mis brazos... vibró un beso,
y qué viste
después...? Sangre en mis labios.
Yo te enseñé a
besar: los besos fríos
son de impasible
corazón de roca,
yo te enseñé a
besar con besos míos
inventados por
mí, para tu boca.
Amado Nervo
Me besaba mucho
Me besaba mucho,
como si temiera
irse muy
temprano... Su cariño era
inquieto,
nervioso. Yo no comprendía
tan febril
premura. Mi intención grosera
nunca vio muy
lejos
¡Ella presentía!
Ella presentía
que era corto el plazo,
que la vela herida
por el latigazo
del viento,
aguardaba ya..., y en su ansiedad
quería dejarme
su alma en cada abrazo,
poner en sus
besos una eternidad.
Amor eterno
Podrá nublarse
el sol eternamente;
Podrá secarse en
un instante el mar;
Podrá romperse
el eje de la tierra
Como un débil
cristal.
¡todo sucederá!
Podrá la muerte
Cubrirme con su
fúnebre crespón;
Pero jamás en mí
podrá apagarse
La llama de tu
amor.
Gustavo Adolfo Bécquer
CORAZÓN CORAZA
Mario Benedetti
Porque te tengo
y no
porque te pienso
porque la noche
está de ojos abiertos
porque la noche
pasa y digo amor
porque has
venido a recoger tu imagen
y eres mejor que
todas tus imágenes
porque eres
linda desde el pie hasta el alma
porque eres
buena desde el alma a mí
porque te
escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres
mía
porque te miro y
muero
y peor que muero
si no te miro
amor
si no te miro
porque tú
siempre existes dondequiera
pero existes
mejor donde te quiero
porque tu boca
es sangre
y tienes frío
tengo que amarte
amor
tengo que amarte
aunque esta
herida duela como dos
aunque te busque
y no te encuentre
y aunque
la noche pase y
yo te tenga
y no.
EN TI LA TIERRA
Pablo Neruda
Pequeña rosa,
rosa pequeña,
a veces,
diminuta y
desnuda,
parece que en
una mano mía cabes,
que así voy a
cercarte y a llevarte a mi boca,
pero de pronto
mis pies tocan
tus pies y mi boca tus labios,
has crecido
suben tus
hombros como dos colinas,
tus pechos se
pasean por mi pecho,
mi brazo alcanza
apenas a rodear la delgada
línea de luna
nueva que tiene tu cintura:
en el amor como
agua de mar te has desatado:
mido apenas los
ojos más extensos del cielo
y me inclino a
tu boca para besar la tierra.
Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos...
Miguel Hernández
Mis ojos, sin
tus ojos, no son ojos,
que son dos
hormigueros solitarios,
y son mis manos
sin las tuyas varios
intratables
espinos a manojos..
No me encuentro
los labios sin tus rojos,
que me llenan de
dulces campanarios,
sin ti mis
pensamientos son calvarios
criando nardos y
agostando hinojos.
No sé qué es de
mi oreja sin tu acento,
ni hacia qué
polo yerro sin tu estrella,
y mi voz sin tu
trato se afemina.
Los olores
persigo de tu viento
y la olvidada
imagen de tu huella,
que en ti
principia, amor, y en mí termina.
ANGEL GONZÁLEZ
Mientras tú existas
Mientras tú
existas,
mientras mi
mirada
te busque más
allá de las colinas,
mientras nada
me llene el
corazón,
si no es tu
imagen, y haya
una remota
posibilidad de que estés viva
en algún sitio,
iluminada
por una luz
cualquiera...
Mientras yo
presienta que eres y te llamas
así, con ese
nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como
ahora, amada
mía,
transido de
distancia,
bajo ese amor
que crece y no se muere,
bajo ese amor
que sigue y nunca acaba.
CUÁNTAS VECES, AMOR, TE AMÉ SIN VERTE Y
TAL VEZ SIN RECUERDO...
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angola, a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto
mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angola, a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto
mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
PABLO NERUDA
SI ME QUITARAN TOTALMENTE TODO
Si me quitaran
totalmente todo
si, por ejemplo,
me quitaran el saludo
de los pájaros,
o los buenos días
del sol sobre la
tierra,
me quedaría
aún
una palabra. Aún
me quedaría una palabra
donde apoyar la
voz.
Si me quitaran
las palabras,
o la lengua,
hablaría con el
corazón
en la mano,
o con las manos
en el corazón.
Si me quitaran
una pierna
bailaría en un
pie.
Si me quitaran
un ojo
lloraría en un
ojo.
Si me quitaran
un brazo
me quedaría el
otro,
para saludar a
mis hermanos,
para sembrar los
surcos de la tierra,
para escribir
todas las playas del mundo, con tu nombre, amor mío.
(De Edición
extraordinaria)
CUATRO BOLEROS MAROQUEROS - POEMAS DE
ANTONIO CISNEROS
1.-
Con las últimas
lluvias te largaste
y entonces yo
creí
que para la casa
mas aburrida del suburbio
no habrian
primaveras ni otoños ni inviernos ni veranos.
Pero no.
Las estaciones
se cumplieran
como estaban
previstas en cualquier almanaque
Y la dueña de la
casa y el cartero
no me volvieron
a preguntar
por ti.
2.-
Para olvidarme
de ti y no mirarte
miro el viaje de
las moscas por el aire
Gran Estilo
Gran Velocidad
Gran Altura.
3.-
Para olvidarte
me agarro al primer tren y salgo al campo
Imposible Y es
que tu ausencia
tiene algo de
Flora de Fauna de Pic Nic.
4.-
No me aumentaron
el sueldo por tu ausencia
sin embargo el
frasco de Nescafé me dura el doble
el triple las
hojas de afeitar.
Tercer movimiento (affettuosso) - Poemas
de Antonio Cisneros
Para hacer el
amor
debe evitarse un
sol muy fuerte sobre los ojos de la muchacha,
tampoco es buena
la sombra si el lomo del amante se achicharra
para hacer el
amor.
Los pastos
húmedos son mejores que los pastos amarillos
pero la arena
gruesa es mejor todavia.
Ni junto a las
colinas porque el suelo es rocoso ni cerca de las aguas.
Poco reino es la
cama para este buen amor.
Limpios los
cuerpos han de ser como una gran pradera:
que ningún valle
o monte quede oculto y los amantes podrán holgarse
en todos sus
caminos.
La oscuridad no
guarda el buen amor.
El cielo debe
ser azul y amable, limpio y redondo como un techo
y entonces la
muchacha no verá el Dedo de Dios. Los cuerpos discretos
pero nunca en
reposo,
los pulmones
abiertos,
las frases
cortas.
Es dificil hacer
el amor pero se aprende.
El guardián del hielo - Poemas de José
Watanabe
Y coincidimos en
el terral
el heladero con
su carretilla averiada
y yo
que corría tras
los pájaros huidos del fuego
de la zafra.
También
coincidió el sol.
En esa situación
cómo negarse a un favor llano:
el heladero me
pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo
fugaz bajo el sol...
El hielo empezó
a derretirse
bajo mi sombra,
tan desesperada
como inútil.
Diluyéndose
dibujaba seres
esbeltos y primordiales
que sólo un
instante tenían firmeza
de cristal de
cuarzo
y enseguida eran
formas puras
como de montaña
o planeta
que se devasta.
No se puede amar
lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me
dijo el sol.
Y así aprendí,
en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la
vida:
yo soy el
guardián del hielo.
POEMA EL HERMANO AUSENTE EN LA CENA
PASCUAL
- Abraham Valdelomar -
La misma mesa
antigua y holgada, de nogal,
Y sobre ella la
misma blancura del mantel
Y los cuadros de
caza de anónimo pincel
Y la oscura
alacena, todo, todo está igual…
Hay un sitio
vacío en la mesa hacia el cual
mi madre tiende
a veces su mirada de miel
y se musita el
nombre del ausente;
pero él hoy no
vendrá a sentarse en la mesa pascual.
La misma criada
pone, sin dejarse sentir,
la suculenta
vianda y el plácido manjar;
pero no hay la
alegría ni el afán de reir
que animaran
antaño la cena familiar;
y mi madre que
acaso algo quiere decir,
ve el lugar del
ausente y se pone a llorar…
POEMA TODO LO IGNORAS PORQUE ERES DE
PIEDRA DE MARTIN ADAN
Todo lo ignoras
porque eres de piedra,
Todo lo ignoras
porque es otro el día;
Todo lo ignoras
porque es otro el río
Y sigue siendo
así todavía.
Nada es realidad
sino de enfrente,
Y con mi mano
encima, encallecida.
¡Cuando tú sepas
por qué fue la ojera,
Cuando tú sepas
lo de mi camisa,
Cuando lo sepas
todo, piedra noble
Si lo sabes,
piedra caída!
Vivían todos
porque ya vivían
¡Que todo caiga,
Piedra!
Todo reviva,Todo
sea,
La otra vez, el
tiempo
El tiempo de
minúscula e idea,
Este cuerpo de
estar
Y de amor de
belleza
¡No reparar en
rima, Todo sea del pie a la cabeza!
¡Toda la letra
que no se interpreta
Todo será en un
día,
Mi sudor de
verano,
Y mis pies
sucios,
Y mi vida por de
fuera
Todo lo que no
soy y que me viva
Ya lo sé, yo
enfermo de mi primavera!
SONETO DE LA DULCE QUEJA DE FEDERICO
GARCIA LORCA
Tengo miedo a
perder la maravilla
de tus ojos de
estatua, y el acento
que de noche me
pone en la mejilla
la solitaria
rosa de tu aliento.
Tengo pena de
ser en esta orilla
tronco sin
ramas; y lo que más siento
es no tener la
flor, pulpa o arcilla,
para el gusano
de mi sufrimiento.
Si tú eres el
tesoro oculto mío,
si eres mi cruz
y mi dolor mojado,
si soy el perro
de tu señorío,
no me dejes
perder lo que he ganado
y decora las
aguas de tu río
con hojas de mi
otoño enajenado
POEMA TE DIGO ADIOS
- Rafael Alberti -
Te digo adiós,
amor, y no estoy triste.
Gracias, mi
amor, por lo que ya me has dado,
un solo beso
lento y prolongado
que se truncó en
dolor cuando partiste.
No supiste
entender, no comprendiste
que era un amor
final, desesperado,
ni intentaste
arrancarme de tu lado
cuando con duro
corazón me heriste.
Lloré tanto
aquel día que no quiero
pensar que el
mismo sufrimiento espero
cada vez que en
tu vida reaparece
ese amor que al
negarlo te ilumina
Tu luz es él
cuando mi luz decrece,
tu solo amor
cuando mi amor declina
Extracto de Proverbios y cantares (XXIX)
Caminante, son
tus huellas
el camino y nada
más;
Caminante, no
hay camino,
se hace camino
al andar.
Al andar se hace
el camino,
y al volver la
vista atrás
se ve la senda
que nunca
se ha de volver
a pisar.
Caminante no hay
camino
sino estelas en
la mar.
No nació la mujer para querida
No nació la
mujer para querida,
por esquiva, por
falsa y por mudable;
y porque es
bella, débil, miserable,
no nació para
ser aborrecida.
No nació para
verse sometida
porque tiene
carácter indomable;
y pues prudencia
en ella nunca es dable
no nació para
ser obedecida.
Porque es flaca
no puede ser soltera,
porque es infiel
no puede ser casada,
por mudable no
es fácil que bien quiera.
Si no es, pues,
para amar o ser amada,
sola o casada,
súbdita o primera,
la mujer no ha
nacido para nada.
Mariano Melgar
Yaraví
de Mariano Melgar
Todo mi afecto
puse en una ingrata;
Y ella
inconstante me llegó á olvidar.
Si así, si así
se trata
Un afecto
sincero,
Amor, amor no
quiero,
No quiero más
amar.
Juramos ser yo
suyo y ella mía:
Yo cumplí, y
ella no se acordó más.
Mayor, mayor
falsía
Jamas hallar
espero,
Amor, amor no
quiero,
No quiero más
amar.
Mi gloria fué en
un tiempo su firmeza;
Y hoy su
inconstancia vil me hace penar.
Fuera, fuera
bajeza
Que durara mi
esmero,
Amor, amor no
quiero,
No quiero más
amar.
POEMA TODAVIA
- Mario Benedetti
Todavía
No lo creo
todavía
estás llegando a
mi lado
y la noche es un
puñado
de estrellas y
de alegría
palpo gusto
escucho y veo
tu rostro tu
paso largo
tus manos y sin
embargo
todavía no lo
creo
tu regreso tiene
tanto
que ver contigo
y conmigo
que por cábala
lo digo
y por las dudas
lo canto
nadie nunca te
reemplaza
y las cosas más
triviales
se vuelven
fundamentales
porque estás
llegando a casa
sin embargo
todavía
dudo de esta
buena suerte
porque el cielo
de tenerte
me parece
fantasía
pero venís y es
seguro
y venís con tu
mirada
y por eso tu
llegada
hace mágico el
futuro
y aunque no
siempre he entendido
mis culpas y mis
fracasos
en cambio sé que
en tus brazos
el mundo tiene
sentido
y si beso la
osadía
y el misterio de
tus labios
no habrá dudas
ni resabios
te querré más
todavía.
BLASÓN
Soy el cantor de
América autóctono y salvaje:
mi lira tiene un
alma, mi canto un ideal.
Mi verso no se
mece colgado de un ramaje
con vaivén
pausado de hamaca tropical...
Cuando me siento
inca, le rindo vasallaje
al Sol, que me
da el cetro de su poder real;
cuando me siento
hispano y evoco el coloniaje
parecen mis
estrofas trompetas de cristal.
Mi fantasía
viene de un abolengo moro:
los Andes son de
plata, pero el león, de oro,
y las dos castas
fundo con épico fragor.
La sangre es
española e incaico es el latido;
y de no ser
Poeta, quizá yo hubiera sido
un blanco
aventurero o un indio emperador.
José Santos
Chocano
AL AMOR
Si eres un bien
arrebatado al cielo
¿Por qué las
dudas, el gemido, el llanto,
La desconfianza,
el torcedor quebranto,
las turbias
noches de febril desvelo?
Si eres un mal
en el terrestre suelo
¿Por qué los
goces, la sonrisa, el canto,
las esperanzas,
el glorioso encanto,
las visiones de
paz y de consuelo?
Si eres nieve
¿Por qué tus vivas llamas?
Si eres llama
¿Por qué tu hielo inerte?
Si eres sombra
¿Por qué la luz derramas?
¿Por qué la
sombra, si eres luz querida?
Si eres vida ¿Por
qué me das la muerte?
Si eres muerte
¿Por qué me das la vida?
Manuel Gonzáles
Prada
LOS HERALDOS NEGROS
Hay golpes en la
vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del
odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de
todo lo sufrido
se empozara en
el alma... ¡Yo no sé!
Son pocos; pero
son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más
fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez
los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos
negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas
hondas de los Cristos del alma
de alguna fe
adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes
sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que
en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre...
Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre
el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos
locos, y todo lo vivido
se empoza, como
charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la
vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
César Vallejo
ESPERGESIA
Yo nací un día
que Dios estuvo
enfermo.
Todos saben que
vivo,
que soy malo; y
no saben
del diciembre de
ese enero.
Pues yo nací un
día
que Dios estuvo
enfermo.
Hay un vacío
en mi aire
metafísico
que nadie ha de
palpar:
el claustro de
un silencio
que habló a flor
de fuego.
Yo nací un día
que Dios estuvo
enfermo.
Hermano,
escucha, escucha...
Bueno. Y que no
me vaya
sin llevar
diciembres,
sin dejar
eneros.
Pues yo nací un
día
que Dios estuvo
enfermo.
Todos saben que
vivo,
que mastico...Y
no saben
por qué en mi
verso chirrian,
oscuro sinsabor
de féretro,
luyidos vientos
desenroscados de
la Esfinge
preguntona del
Desierto.
Todos saben... Y
no saben
que la luz es
tísica,
y la sombra
gorda...
Y no saben que
el Misterio sintetiza...
que él es la
joroba
musical y triste
que a distancia denuncia
el paso
meridiano de las lindes a las Lindes.
Yo nací un día
que Dios estuvo
enfermo,
grave.
César Vallejo
PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA BLANCA
Me moriré en
París con aguacero,
un día del cual
tengo ya el recuerdo.
Me moriré en
París y no me corro
tal vez un
jueves, como es hoy, de otoño.
Jueves será,
porque hoy, jueves, que proso
estos versos,
los húmeros me he puesto
a la mala y,
jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi
camino, a verme solo.
César Vallejo ha
muerto, le pegaban
todos sin que él
les haga nada;
le daban duro
con un palo y duro
también con una
soga; son testigos
los días jueves
y los huesos húmeros,
la soledad, la
lluvia, los caminos...
César Vallejo
MADRE
Tu nombre viene
lento como las músicas humildes
y de tus manos
vuelan palomas blancas
mi recuerdo te
viste siempre de blanco
como un recreo
de niños que los hombres miran desde
aquí distante
un cielo muere
en tus brazos y otro nace en tu ternura
a tu lado el
cariño se abre como una flor cuando pienso
entre ti y el
horizonte
mi palabra está
primitiva como la lluvia o como los
himnos
porque ante ti
callan las rosas y la canción
Carlos Oquendo
de Amat
CASTI CONNUBI
Cada mañana,
marido y mujer, sentados y limpios,
comiendo
tostadas, ruido de rata,
leyendo los
diarios, matando las moscas,
hablando del
clima, cada mañana,
esperan la
noche, el hastío sexual:
fingirse
dormidos, fingirse despiertos,
decirse palabras
de libros de amor,
cada mañana,
marido y mujer,
van al trabajo,
regresan, almuerzan,
van al trabajo,
regresan, se acuestan,
gordos,
lustrosos, años de años,
esperan la
noche, matando tostadas,
matando las
moscas, matando los diarios,
matando los
climas, cada mañana, gordos,
payasos, esperan
la noche, el hastío sexual:
fingirse
dormidos, fingirse despiertos,
decirse palabras
de libros de amor,
cada mañana,
rata y rata, rata y rata.
Marcos Martos
Poema Acuérdate de Mí
de Carlos Augusto Salaverry
¡Oh! cuánto
tiempo silenciosa el alma
mira en redor su
soledad que aumenta
como un péndulo
inmovil: ya no cuenta
las horas que se
van!
No siente los
minutos cadenciosos
a golpe igual
del corazón que adora
aspirando la
magia embriagadora
de tu amoroso
afán.
Ya no late, ni
siente, ni aún respira
petrificada el
alma allá en lo interno;
tu cifra en
mármol con buril eterno
queda grabada en
mí!
Ni hay queja al
labio ni a los ojos llanto,
muerto para el
amor y la ventura
esta en tu
corazón mi sepultura
y el cadáver
aquí!
En este corazón
ya enmudecido
cual la ruina de
un templo silencioso,
vacío,
abandonado, pavoroso
sin luz y sin
rumor;
Embalsamadas
ondas de armonía
elevábanse a un
tiempo en sus altares;
y vibraban
melódicos cantares
los ecos de tu
amor.
Parece ayer!
...De nuestros labios mudos
el suspiro de
¡"Adiós" volaba al cielo,
y escondías la
faz en tu pañuelo
para mejor
llorar!
Hoy... nos
apartan los profundos senos
de dos
inmensidades que has querido,
y es más triste
y más hondo el de tu olvido
que el abismo
del mar!
Pero, ¿qué es
este mar? ¿qué es el espacio,
qué la
distancia, ni los altos montes?
Ni qué son esos
turbios horizontes
que mira desde
aquí;
si al través del
espacio de las cumbres,
de ese ancho mar
y de ese firmamento,
vuela por el
azul mi pensamiento
y vive junto a
tí:
Si yo tus alas
invisibles veo,
te llevo dentro
del alma estás conmigo,
tu sombra soy y donde
vas te sigo
por tus huellas
en pos!
Y en vano
intentan que mi nombre olvides;
nacieron,
nuestras almas enlazadas,
y en el mismo
crisol purificadas
por la mano de
Dios.
Tú eres la misma
aún;
cual otros días
suspéndense tus brazos de mi cuello;
veo tu rostro
apasionado y bello
mirarme y
sonreír;
aspiro de tus
labios el aliento
como el perfume
de claveles rojos,
y brilla siempre
en tus azules ojos
mi sol, ¡mi
porvenir!
Mi recuerdo es
más fuerte que tu olvido;
mi nombre está
en la atmósfera, en la brisa,
y ocultas a
través de tu sonrisa
lágrimas de
dolor; pues mi recuerdo tu memoria asalta,
y a pesar tuyo
por mi amor suspiras,
y hasta el
ambiente mismo que respiras
te repite ¡mi
amor!
¡Oh! cuando vea
en la desierta playa,
con mi tristeza
y mi dolor a solas,
el vaivén
incesante de las olas,
me acordaré de
tí;
Cuando veas que
una ave solitaria
cruza el espacio
en moribundo vuelo,
buscando un nido
entre el mar y el cielo,
¡Acuérdate de
mí!
a l
d e a
n i
t a
Aldeanita de seda
ataré mi corazón
como una
cinta a tus trenzas
Por que en una
mañanita de carton
(a este bueno
aventurero de emociones)
Le diste el vaso
de agua de tu cuerpo
y los dos reales
de tus ojos nuevos
p o e m a
Para ti
tengo impresa una
sonrisa en papel japón
Mírame
que haces crecer
la yerba de los prados
Mujer
mapa de
música claro de río fiesta de fruta
En tu ventana
cuelgan
enredaderas de los volantes de los automóviles
y los expendedores
disminuyen el precio de sus mercancías
d é j a m e
q u e b e s e t u v
o z
Tu voz
QUE CANTA EN TODAS
LAS RAMAS DE LA MAÑANA
Carlos Oquendo
de Amat
EL BESO, POEMA DE FEDERICO BARRETO
Con candoroso embeleso
y rebozando
alegría,
me pides morena
mía
que te diga...
¿Qué es un beso?
Un beso es el
eco suave de un canto,
que más que
canto es un himno sacrosanto
que imitar no
puede el ave.
Un beso es el
dulce idioma
con que hablan
dos corazones,
que mezclan sus
impresiones
como las flores
su aroma.
Un beso es...no
seas loca...
¿Por qué me
preguntas eso?
¡Junta tu boca a
mi boca
y sabrás lo que
es un beso!
POEMA AMOR PROHIBIDO DE CESAR VALLEJO
Subes
centelleante de labios y de ojeras!
Por tus venas
subo, como un can herido
que busca el
refugio de blandas aceras.
Amor, en el
mundo tú eres un pecado!
Mi beso en la
punta chispeante del cuerno
del diablo; mi
beso que es credo sagrado!
Espíritu en el
horópter que pasa
¡puro en su
blasfemia!
¡el corazón que
engendra al cerebro!
que pasa hacia
el tuyo, por mi barro triste.
¡Platónico
estambre
que existe en el
cáliz donde tu alma existe!
¿Algún penitente
silencio siniestro?
¿Tú acaso lo
escuchas? Inocente flor!...
Y saber que
donde no hay un Padrenuestro,
el Amor es un
Cristo pecador!
POEMA AGAPE
- Cesar Vallejo -
Hoy no ha venido
nadie a preguntar;
ni me han pedido
en esta tarde nada.
No he visto ni
una flor de cementerio
en tan alegre
procesión de luces.
Perdóname,
Señor: qué poco he muerto!
En esta tarde
todos, todos pasan
sin preguntarme
ni pedirme nada...
Y no sé qué se
olvidan y se queda
mal en mis
manos, como cosa ajena.
He salido a la
puerta,y me da ganas de gritar a todos:
Si echan de
menos algo, aquí se queda!
Porque en todas
las tardes de esta vida,
yo no sé con qué
puertas dan a un rostro,
y algo ajeno se
toma el alma mía.
Hoy no ha venido
nadie;
y hoy he muerto
qué poco en esta tarde!
POEMA ANTES QUE TU; FEDERICO BARRETO
Sonríes, al
pasar, con ironía
Porque me juzgas
un rival vencido…
¡Imbécil! la
mujer que has elegido,
antes que fuera
tuya, ha sido mía.
En sus labios de
rosa bebí un día
La esencia del
licor apetecido
¿Y tú de qué te
ríes? ¿qué has bebido?
¡Las sombras de
la copa de ambrosía!
Ella probó en
mis brazos la ventura.
Para mi fue flor
de su hermosura.
Yo fui sábelo
bien su primer hombre.
¿Hoy la posees?
No me causas enojos
cuando la besas
tú, cierra los ojos
y, bajando la
voz dice mi nombre…
POEMA ENIGMA
- FEDERICO BARRETO -
Eres un enigma
que no tiene clave
te distingues de
todas las mujeres,
nadie puede
saber si odias o quieres,
sobre tu pecho
hay que escribir: ¡Quién sabe!
Tienes algo de
fiera y algo de ave,
un día besas y
otro día hieres
¿Qué ambicionas?
¿Qué esperas? ¿Qué prefieres?
¡Tanto misterio
en la razón no cabe!
Yo quisiera
olvidarte y no te olvido;
desearía con
ansia aborrecerte,
y nunca a nadie
como a ti he querido.
Gozo al mirarte
y no quisiera verte
¡Eres mujer mi
fruto prohibido!
¡Me das la vida
y a la vez la muerte!
POEMA EL PAN NUESTRO
- Cesar Vallejo -
Se bebe el
desayuno… Húmeda tierra
De cementerio
huele a sangre amada.
Ciudad de
invierno… La mordaz cruzada
De una carreta
que arrastrar parece
Una emoción de
ayuno encadenada!
Quisiera tocar
todas las puertas,
Y preguntar por
no sé quién; y luego
Ver a los
pobres, y, llorando quedos,
Dar pedacitos de
pan fresco a todos.
Y saquear a los
ricos sus viñedos
Con las dos
manos santas que a un golpe de luz
Volaron
desclavadas de la Cruz!
Pestaña matinal,
no os levantéis!
¡El pan nuestro
de cada día dánoslo, Señor…!
Todos mis huesos
son ajenos;
Yo talvez los
robé!
Yo vine a darme
lo que acaso estuvo
Asignado para
otro;
Y pienso que, si
no hubiera nacido,
Otro pobre
tomara este café!
Yo soy un mal
ladrón… A dónde iré!
Y en esta hora
fría, en que la tierra
Trasciende a
polvo humano y es tan triste,
Quisiera yo
tocar todas las puertas,
Y suplicar a no
sé quién, perdón,
Y hacerle
pedacitos de pan fresco
Aquí, en el
horno de mi corazón…!
CONFESIÓN DEL MIRLO – JORGE PIMENTEL
nubes que son
síntomas
de huir
relojes
detenidos
absorbiendo la
carne
relojes
absorbiendo la carne
gangrenando la
luz
aposentando
tibiezas granuladas
insufladas en el
desaire más denso
en el ardor
cómplice
de huir
de alejarse.
nubes que son
síntomas del verso
de la verdad
disuelta
en la vereda
ineficaz
trastocada
acosada por esa
quietud que disimula el año
el año en que te
conocí
la fecha en que
te conocí
en una calle de
Lima
en un teléfono
de Lima
en un domicilio
de Lima
en un absurdo de
Lima
en un corredor
de Lima
en el terremoto
de Lima
en el ansia
en el transito
en el
desconcierto
soñando
escuchando
latiendo gimiendo gritando jadeando
solo en Lima
en Lima sudoroso
en Lima
nubes que son
síntomas de huir
y nunca llueve
y el verso es el
sol.
POEMA SIN
CORAZON
- Federico
Barreto -
Loco de rabia y
despecho,
resolví en
cierta ocasión,
abrir a mi amada
el pecho
y arrancarle el
corazón.
Así sabré dije
fiero,
si el corazón de
la ingrata
que sin piedad
me maltrata,
es de piedra o
de acero.
La aceche, luego
sin calma
y con un largo
puñal
rasgue el seno
virginal
de aquella mujer
sin alma.
Y cuando a mis
pies la ví,
un grito
horrible lance
¡ y mis manos
sepulte,
en la herida que
le abrí !
Busque, luego,
temerario
dentro de su
pecho impío
y su pecho
estaba frió,
como el fondo de
un osario.
Busque…, busque
con tesón
y no halle lo
que buscaba;
¡ la mujer que
tanto amaba,
no tenia corazón
!
POEMA DEDICADO AL PERU POR FEDERICO
BARRETO
¡Patria del
corazón! La suerte un dia,
te hundio en el
pecho con furor la espada,
y hoy, abatida
pero no humillada,
pareces un león
en la agonia.
Antes, cuando
dichosa te veia,
fuiste por mi
con entusiasmo amada;
pero hoy, que
veo que eres desgraciada
no te amo ya…
¡te tengo idolatria!
¡Oh! ¡Quien
pudiera, Patria, quien pudiera
disipar las
tinieblas de tu cielo
y sucumbir
envuelto en tu bandera!
Yo, tal fortuna
es todo lo que anhelo,
¡y que me echen
de cara cuando muera,
para besar el
polvo de tu suelo!
Corazón coraza - Poema de Mario Benedetti
Porque te tengo y
no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
Intimidad – Poema de Mario Benedetti
Soñamos juntos
juntos
despertamos
el tiempo hace o
deshace
mientras tanto
no le importan
tu sueño
ni mi sueño
somos torpes
o demasiado
cautos
pensamos que no
cae
esa gaviota
creemos que es
eterno
este conjuro
que la batalla
es nuestra
o de ninguno
juntos vivimos
sucumbimos
juntos
pero esa
destrucción
es una broma
un detalle una
ráfaga
un vestigio
y un abrirse y
cerrarse
el paraíso
ya nuestra
intimidad
es tan inmensa
que la muerte la
esconde
en su vacío
quiero que me
relates
el duelo que te
callas
por mi parte te
ofrezco
mi última
confianza
estás sola
estoy solo
pero a veces
puede la soledad
ser
una llama.
Luna congelada – Poema de Mario Benedetti
Con esta soledad
alevosa
tranquila
con esta soledad
de sagradas
goteras
de lejanos
aullidos
de monstruos de
silencio
de recuerdos al
firme
de luna
congelada
de noche para
otros
de ojos bien
abiertos
con esta soledad
inservible
vacía
se puede algunas
veces
entender
el amor.
He aquí el amor - Jorge
Eduardo Eielson
He aquí el amor.
Repito:
He aquí el amor.
Pero mejor
hablaremos de esta puerta.
Una puerta es
una puerta
a la que yo
golpeo día y noche,
a la que yo
golpeo día y noche,
a la que yo
golpeo día y noche.
Y aunque nadie
responda,
y aunque nadie
responda,
y aunque nadie
responda,
el aire es el
aire de todos los dias,
las plantas son
verdes como siempre,
y el mismo cielo
esférico me envuelve
lunes, martes,
miércoles,jueves, viernes, sábado y domingo.
¿Pero, qué puedo
yo decir del amor?
¿Qué puedo yo
decir del amor?
¿Qué puedo yo
decir del amor?
En cambio, esta
puerta es indudable;
por ella entro y
salgo día y noche
hacia los verdes
campos que me esperan,
hacia el mismo
cielo esférico y perenne.
¿Pero qué puedo
yo decir del amor?
¿Qué puedo yo
decir del amor?
¿qué puedo yo
decir del amor?
Mejor sigo
hablando de esta puerta.
Te me mueres de casta y de
sencilla... – Miguel Hernádez
Te me mueres de
casta y de sencilla...
Estoy convicto, amor, estoy confeso
de que, raptor intrépido de un beso,
yo te libé la flor de la mejilla.
Yo te libé la flor de la mejilla,
y desde aquella gloria, aquel suceso,
tu mejilla, de escrúpulo y de peso,
se te cae deshojada y amarilla.
El fantasma del beso delincuente
el pómulo te tiene perseguido,
cada vez más patente, negro y grande.
Y sin dormir estás, celosamente,
vigilando mi boca ¡con qué cuido!
para que no se vicie y se desmande.
Estoy convicto, amor, estoy confeso
de que, raptor intrépido de un beso,
yo te libé la flor de la mejilla.
Yo te libé la flor de la mejilla,
y desde aquella gloria, aquel suceso,
tu mejilla, de escrúpulo y de peso,
se te cae deshojada y amarilla.
El fantasma del beso delincuente
el pómulo te tiene perseguido,
cada vez más patente, negro y grande.
Y sin dormir estás, celosamente,
vigilando mi boca ¡con qué cuido!
para que no se vicie y se desmande.
Canción última – Miguel
Hernádez
Pintada, no
vacía:
pintada está mi
casa
del color de las
grandes
pasiones y
desgracias.
Regresará del
llanto
adonde fue
llevada
con su desierta
mesa,
con su ruinosa
cama.
Florecerán los
besos
sobre las
almohadas.
y en torno de
los cuerpos
elevará la
sábana
su intensa
enredadera
nocturna,
perfumada.
El odio se
amortigua
detrás de la
ventana.
Será la garra
suave.
Dejadme la
esperanza.
Me gritaron negra. Por
Victoria Santa Cruz
Tenía siete años
apenas,
apenas siete
años,
¡Qué siete años!
¡No llegaba a
cinco siquiera!
De pronto unas
voces en la calle
me gritaron
¡Negra!
¿Soy acaso negra?,
me dije
¿Qué cosa es ser
negra?
Y yo no sabía la
triste verdad que aquello escondía.
Y me sentí
negra,
Como ellos
decían
¡Negra!
Y retrocedí
Como ellos
querían
Y odié mis
cabellos y mis labios gruesos
y miré apenada
mi carne tostada
Y retrocedí
¡Negra!
Y retrocedí...
Y pasaba el
tiempo,
y siempre
amargada
Seguía llevando
a mi espalda
mi pesada carga
¡Y cómo pesaba!
Me alacié el
cabello,
me polveé la
cara,
y entre mis
entrañas siempre resonaba la misma palabra
¡Negra! ¡Negra!
¡Negra!
Hasta que un día
que retrocedía, retrocedía y qué iba a caer
¿Y qué?
¿Y qué?
¡Negra!
Sí
¡Negra!
Soy
¡Negra!
Negra soy
¡Negra!
Sí
¡Negra!
Soy
¡Negra!
Negra
Negra soy
De hoy en
adelante no quiero
laciar mi
cabello
No quiero
Y voy a reírme
de aquellos,
que por evitar
–según ellos–
que por
evitarnos algún sinsabor
Llaman a los
negros gente de color
¡Y de qué color!
NEGRO
¡Y qué lindo
suena!
NEGRO
¡Y qué ritmo
tiene!
Al fin
Al fin comprendí
AL FIN
Ya no retrocedo
AL FIN
Y avanzo segura
AL FIN
Avanzo y espero
AL FIN
Y bendigo al
cielo porque quiso Dios
que negro
azabache fuese mi color
Y ya comprendí
AL FIN
¡Ya tengo la
llave!
¡Negra soy!
El lenguado - José Watanabe
Soy
lo gris contra
lo gris. Mi vida
depende de
copiar incansablemente
el color de la
arena,
pero ese truco
sutil
que me permite
comer y burlar enemigos
me ha deformado.
He perdido la simetría
de los animales
bellos, mis ojos
y mis narices
han virado hacia
un mismo lado del rostro. Soy
un pequeño
monstruo invisible
tendido siempre
sobre el lecho del mar.
Las breves
anchovetas que pasan a mi lado
creen que las
devora
una agitación de
arena
y los grandes
depredadores me rozan sin percibir
mi miedo. El
miedo circulará siempre en mi cuerpo
como otra
sangre. Mi cuerpo no es mucho. Soy
una palada de
órganos enterrados en la arena
y los bordes
imperceptibles de mi carne
no están muy
lejos.
A veces sueño
que me expando
y ondulo como
una llanura, sereno y sin miedo, y más grande
que los más
grandes. Yo soy entonces
toda la arena,
todo el vasto fondo marino.
Día de la Madre
(Autor: Nicomedes Santa
Cruz Gamarra)
Este domingo de mayo verguenza debiera
darme
marcar un dia del año para querer a la
madre
tomar del día una hora, de la hora unos
instantes
y con unos ramos de flores y unos versos
miserables
y un beso en la frente creer pagar lo
impagable...
Este domingo de mayo verguenza debiera
darme
que haya un dia de la raza lo acepto por
segregarme
como acepto sin disfraz un dia de
carnavales
y acepto el dia del indio y acepto el dia
del padre
y hasta el dia del idioma donde se ignora
a cervantes
pero me apena que exista solo un dia de
la madre
cuando toda una existencia no basta para
adorarle....
Este domingo de mayo verguenza debiera
darme
deben haberlo creado para esos pobres
hogares
donde el amor lo recuerda lo rojo del
almanaque
o quizas para esos hijos que acarician
con postales
a la que les dio la vida con llantos
sudor y sangre.
Este domingo de mayo verguenza debiera de
darme
marcar el dia, la hora y premeditar el
instante
inventar un dia al año para querer a la
madre...
Este domingo de mayo vergüenza debiera
darme.