✔️ En el primer párrafo hicimos una introducción al tema y se planteó la tesis, la cual sustentamos con un argumento central.
Teniendo en cuenta que la comprensión lectora es un proceso en donde se construye el significado de un texto mediante la interacción del lector, es decir, la interacción de los conocimientos previos del lector y su forma de ver el mundo con dicho texto, podemos decir que los niveles de comprensión lectora son aquellos procesos cognitivos en donde se va a ir desarrollando la comprensión lectora desde diversos niveles de profundidad. En este artículo veremos cada uno de ellos. Comencemos:
En este nivel se comprende LA INFORMACIÓN LITERAL, es decir, exacta y precisa tal como se muestra en el texto. Se identifica, en suma, todos los elementos explícitos del texto.
Este nivel prioriza la construcción de conclusiones a partir de la interacción del contenido de texto con los conocimientos previos que posee el lector. Este nivel, en suma, tiene un carácter interpretativo. Se infieren las ideas no explicitas, el tema central, el sentido figurado o simbólico de algunas partes del texto, PREDECIR ACCIONES O HACER CONJETURAS SOBRE LO PLANTEADO EN EL TEXTO.
En este nivel se desarrolla el JUICIO CRÍTICO DEL LECTOR con respecto al texto. Se realizan VALORACIONES Y OPINIONES con respecto al texto, de manera argumentada. El lector, en suma, TOMA UNA POSICIÓN respecto al contenido del texto.
En este nivel EL LECTOR CREA TEXTOS A
PARTIR DE SU LECTURA. Estos textos nacen de una INTERPRETACIÓN Y REFLEXIÓN
PROFUNDA.
EJERCÍTATE:
En este video te presento un ejemplo
de cómo aplicamos los niveles de comprensión lectora con la lectura de un
cuento. ¡No dejes de verlo!
El ensayo es un tipo de texto argumentativo que explora, analiza, interpreta o evalúa un tema. Tiene como finalidad comunicativa argumentar una opinión o punto de vista sobre el tema.
En el caso de un ensayo sobre una obra literaria, este se caracteriza por explorar de manera crítica y reflexiva un texto literario.
En esta guía, aprenderemos a redactar de
manera práctica y sencilla un ensayo sobre una obra literaria. Comencemos:
PASO NÚMERO 1:
LEER EL LIBRO DE MANERA PROFUNDA: Debes entender que el
ensayo literario exige que conozcas algunos elementos importantes de la obra
que abordarás, por ello es necesario que antes de redactar tu escrito, leas y
comprendas la obra literaria elegida para tal fin. Para ello, se recomienda que
identifiques lo siguiente:
✔ El argumento de la
obra:
debes resumir la obra en pocos párrafos para saber de qué trata.
✔ Tema central de la
obra:
debes identificar cuál es el tema de la obra. Por ejemplo, en Otelo de
William Shakespeare, el tema central son los celos enfermizos. Al saber el tema
central de la obra, puedes utilizarlo luego para construir la tesis de tu
ensayo.
✔ Los personajes: no solo debes conocer
sus nombres y rasgos físicos o psicológicos, sino también sus funciones y
simbología (significado) dentro de la obra.
✔ Objetos
significativos, palabras significativas y acciones significativas: son elementos que
están dentro de la obra y que permite realizar un análisis e interpretación de
la misma. Por ejemplo, en Otelo de William Shakespeare un objeto
significativo es el pañuelo blanco que se convertirá en símbolo de una supuesta
traición ante los ojos de Otelo, el protagonista. En El Túnel de Ernesto
Sábato la frase: “Tengo que matarte, María. Me has dejado solo”, es
significativa, pues muestra lo tremendamente perturbado del protagonista que
mata a su amada por celos, todo ello, por haberlo dejado “solo” y, como vemos,
ese solo hace referencia a la incapacidad de entender la individualidad y
libertad del otro amado, que no es una posesión, que no es un objeto que se
tiene. Por último, en La Ilíada, podemos interpretar la acción de
Aquiles vengando la muerte de su amado amigo Patroclo por parte de Héctor, como
una cuestión de honor, pero también de venganza que concluye con la horrenda
muerte del troyano, cuyo cadáver termina siendo amarado a los caballos de
Aquiles y arrastrado por los alrededores de la amurallada Troya.
Como
vemos, si logramos identificar estos elementos se nos hará mucho más fácil
redactar nuestro ensayo. Para ello es recomendable tener toda esta información
escrita en un borrador que nos servirá de guía más adelante. Es de suma
importancia, eso sí, que copiemos partes de la obra que como ya se mencionó
resulten significativas.
PASO 2: REDACTAMOS EL ENSAYO:
En primer lugar, elige el tema a tratar. Puedes hacerlo así:
Por ejemplo, si vas a analizar Los ríos
profundos de José María Arguedas puedes abordar el tema la discriminación,
la marginalidad, la violencia, el desarraigo, etc. Recuerda que estos temas
nacen de tu lectura y de la identificación del tema central.
Una vez que ya tenemos el tema, debemos
plantear una TESIS. La tesis es una afirmación que defenderemos con argumentos,
los cuales tendrán como base la misma obra literaria entre otras fuentes.
Por ejemplo: mi tesis sobre Los ríos profundos de José María Arguedas puede ser la siguiente:
TESIS:
La discriminación y la violencia son las que separan el mundo andino del mundo occidental.
A partir de esta tesis ya podemos redactar
nuestro ensayo. Se sugiere seguir la siguiente estructura:
a) INTRODUCCIÓN: Se debe realizar un
pequeño resumen de toda la obra literaria. La idea es introducir al lector al
contenido de la obra. Luego de ello se procede a plantear nuestra tesis.
b) DESARROLLO: Aquí se defiende
nuestra tesis usando argumentos, estos pueden ser de pasajes de la misma obra o
de otros estudios que guarden relación con nuestra tesis. No olvides que las
citas deben ir entre comillas e indicar claramente el autor de las mismas y, en
lo posible, comentar cada una de ellas. En el desarrollo también se analizan
los objetos significativos, las palabras significativas y las acciones
significativas; todo esto reitero, tiene que estar relacionado a tu tesis.
c) CONCLUSIÓN: Aquí se hace una síntesis
de todo lo leído y se refuerza la tesis. No olvides que también puedes citar un
fragmento breve de la obra o terminar con una frase creativa.
Para que todo lo antes mencionado se pueda
entender mejor, te comparto el ensayo de la obra Los ríos
profundos de José María Arguedas escrito por una estudiante de secundaria:
LOS RÍOS PROFUNDOS: NAVEGANDO ENTRE LA MAGIA Y EL HORROR
Escrito por:
Nathaly Cuayla
Me gusta la magia. Pero, cuando hablo de magia, no me refiero a las
ilusiones ópticas y los trucos con cartas (que también logran cautivarme), sino
al hechizo que me impide despegar la mirada al leer un buen libro.
Comencé a leer Los ríos profundos (publicada en 1958) de José
María Arguedas (Andahuaylas, 1911 - Lima, 1969) sin muchas expectativas. Si
bien me gusta la prosa de Arguedas, no soy fanática suya. Es por esa razón por
la cual me agradó mucho más al leerlo. La historia es relatada en primera persona
por su protagonista, un muchacho de catorce años, llamado Ernesto. Él es un
marginado. Su raza mestiza es la causa de que no sea aceptado ni entre los
blancos ni entre los indios. Es su maldición.
La novela comienza cuando, por la noche, Ernesto llega junto a Gabriel,
su padre, al Cuzco. Él se sorprende al ver la ciudad tan moderna: «El
Cuzco de mi padre, el que me había descrito quizá mil veces, no podía ser ése».
Me agradan mucho
las descripciones, porque me hacen sentir parte de la historia. Yo nunca he
viajado al Cuzco. No puedo siquiera imaginar cómo sería esa ciudad. Pero me
gusta verla a través de las palabras del narrador. Me hace creer que allí
existe la magia. Asimismo, me hace pensar en nuestro pasado incaico. Gracias al
cuidado con el que Ernesto señala cada detalle, me hace sentir más cerca de
todo eso.
El narrador conoce al Viejo, pariente suyo, uno de los personajes más
interesantes para mí. Este hombre es avaro y su actitud hacia sus semejantes es
paupérrima. Su ropa siempre sucia, al igual que su alma. Además, exhibe una
gran devoción hacia Dios. Y esa es una contradicción, porque ¿de qué sirve la
fe si no te impulsa a ser mejor persona? ¿Cómo puede compensar toda la maldad
que el Viejo ha cometido? Y lo más importante ¿por qué él es así? No existe una
justificación para la crueldad.
Otro personaje que llamó mi atención fue un indio, sirviente del Viejo,
por la pérdida de dignidad que hay dentro de él:
«—Tayta —le dije en quechua al indio—. ¿Tú
eres cuzqueño?
—Manan —contestó—. De la hacienda.
Tenía un poncho raído, muy corto. Se inclinó y
pidió licencia para irse. Se inclinó como un gusano que pidiera ser aplastado».
El indio se
considera posesión del Viejo, quien lo humilla. Y el otro lo permite sin
quejarse, porque hay algo dentro de él que se lo impide. Se llama costumbre.
Estos personajes
representan al oprimido y al opresor que existen en nuestra sociedad. En lo
personal, aborrezco la especie de “organización” que hemos creado, donde un
hombre vale más que otro por lo que tiene y no por lo que es. Este
sistema se mantiene debido a que el ser humano tuvo que a adaptarse a
condiciones lamentables con el fin de sobrevivir. Sin embargo, ese es un rasgo
que también nos acerca a la mediocridad y al conformismo.
La violencia está
siempre presente en la novela. Por ejemplo, en el odio que siente Gabriel hacia
el Viejo. Yo pienso que odiar no es malo (es un sentimiento tan común como el
amor). Lo que sí me parece incorrecto es que Gabriel, tal vez sin querer,
transmita ese rencor a su hijo. El odio no debe ser algo que se aprenda, ya
que, por historia, sabemos que nunca lleva a nada bueno.
Ernesto prosigue su
marcha hacia Abancay debido a que Gabriel es un abogado itinerante. Luego, su
padre se dirige a Chalhuanca, dejando a Ernesto en un internado, quien debe «enfrentarse
solo a un mundo cargado de monstruos y de fuego».
Hay algo que impide
a Gabriel permanecer mucho tiempo en un mismo lugar: «Pero mi padre decidía
irse de un pueblo a otro, cuando las montañas, los caminos, los campos de
juego, el lugar donde duermen los pájaros, cuando los detalles del pueblo
empezaban a formar parte de la memoria.» Él no desea forjar lazos afectivos
profundos con nadie, para así evitar la nostalgia.
Abancay es una
ciudad rodeada de haciendas donde trabajan y viven los indios “colonos”. Ellos
son muy desconfiados. La pérdida de la identidad se presenta en la historia: «Ya
no escuchaban ni el lenguaje de los ayllus; les habían hecho perder la memoria;
porque yo les hablé con las palabras y el tono de los comuneros, y me
desconocieron.» Los indios son esclavos de la tierra que les pertenece.
Viven arrinconados, escondidos y rebajados por los hacendados.
Me asusta pensar
que la globalización consiga exterminar nuestra magnifica diversidad cultural.
No hay nada más maravilloso que las diferencias, ya que eso es lo que hace
especial a la gente. Esa es la razón por la que debemos mantener nuestra
esencia.
El colegio es un
sitio trascendental que alberga a personajes agresivos e indiferentes. El Padre
Director es uno de ellos, porque es un sacerdote que promueve la violencia y el
odio. Personifica la hipocresía. Quiero decir, un sacerdote debe ser pacífico, no
todo lo contrario.
La opa Marcelina es
una mujer joven y loca que vive en el colegio. Los alumnos mayores suelen
vejarla, lo ven como si fuera lo más normal del mundo. ¿A qué grado está tan
incrustada la violencia dentro de ellos que no la reconocen cuando la tienen al
frente? Nadie hace nada, nadie se queja. Y si lo hicieran, tampoco nadie les
haría caso. La indiferencia se adueña de todo, como si fuera suyo, nos vuelve
cobardes y sumisos.
Esa misma
hipocresía es concurrente entre todos los habitantes del internado. Por eso,
Ernesto se siente confundido y solo, y muchas veces quiere fugarse. No
obstante, encuentra consuelo en la naturaleza y en los recuerdos.
La memoria es
fundamental a lo largo de toda la obra, ya que Ernesto evoca el pasado como
método de supervivencia. Según yo, vivir de recuerdos equivale a no vivir.
Porque es mentirse a uno mismo. Sin embargo ¿quién no se ha dejado seducir por
la nostalgia? En este punto, me siento muy identificada con el narrador.
El zumbayllu es
un trompo silbador, y mi objeto preferido de la novela. Su canto produce en
Ernesto, y en los demás, momentos de paz y ternura: «Para mí era un ser
nuevo, una aparición en el mundo hostil, un lazo que me unía a ese patio
odiado, a ese valle doliente, al Colegio.»
¿Cómo un solo
objeto puede transmitir tanto? Para mí, lo material no puede hacernos felices.
Por otro lado, el zumbayllu consigue alegrar a Ernesto. No porque sea
bello, sino por lo que simboliza. El
trompo despierta a la naturaleza con su canto, y Ernesto siente esperanza y
fortaleza.
A veces pienso que
todo en la sierra es más especial, más mágico. Cuando cantan y danzan, cuando
tocan música lo hacen con verdadera emoción. Y eso contagia. Lo que convierte
lo ordinario en extraordinario es la importancia que le das a eso.
Las mujeres de
Abancay elaboran un motín en contra de los trabajadores de los hacendados,
porque ellos están robando la sal. El Padre Director interviene a favor de los
malhechores, porque le conviene tener a los indios sumisos. No me cabe la menor
duda de que sería fácil comprar a este hombre, que ya de por sí está corrompido
por la ambición de poder.
Ernesto se une a la
revuelta. Se siente identificado con la protesta y desea ayudar porque es más
fuerte su cariño hacia los indios que hacia los “mistis”. Este es un gesto muy
valiente por parte de él. No muchas personas se atreverían a apoyar causas
justas. El miedo al “qué dirán” nos frena. Hay un gran repudio a lo que se
manifiesta como diferente. Y eso mismo sucede en el relato. Los habitantes
ricos de Abancay se muestran reticentes e incluso ofendidos por el motín. En el
fondo saben que es lo acertado y por eso reniegan tanto. Descubrir que tu
realidad es más dura de lo que creías es desolador. Y por eso la rehúyen.
Lo bueno es que
nada detiene a las mujeres, que están determinadas. Logran su cometido
repartiendo la sal entre indios y colonos. Luego, los trabajadores de los
hacendados arrebatan los sacos de sal a los colonos. La injusticia vuelve a
expandir su sombra sobre Abancay, impotente, ante las tentativas de poblar de
luz esa ciudad.
El Padre Director
lo castiga por haber sido parte de la protesta. El desamparo es muy notable en
Ernesto al enterarse del nuevo asalto, pero no está arrepentido. Al siguiente
día, ambos visitan a los colonos para oficiar una misa. El sacerdote manipula a
los colonos para que se sientan culpables. Ernesto no resiste la falsedad en
las palabras del Padre Director y huye.
El ejército llega a
Abancay a poner orden. ¿Qué es poner orden para ellos? Es detener cuanto antes
el desarrollo del pensamiento. Los soldados son restringentes. Impiden que los
indios se defiendan y luchen por igualdad. En cambio, los colman de miedo.
Ernesto tiene un
amigo llamado Ántero, quien se conmueve con el sufrimiento de los indios, no
obstante, piensa como hacendado, porque es hijo de uno de ellos. Eso es lo que
hiere a Ernesto. Pero, en la obra, nadie es totalmente malo ni totalmente
bueno. Solo son humanos.
La música es un
estilo de vida. A lo largo de toda la historia, la música representa lo amado,
porque te hace recordar. Te hace sentir vivo. Ernesto está conectado con la
música. Por el zumbayllu y por su pasado. A mí me encantan los huaynos.
Porque pueden ser himnos alegres que te emocionan y te hagan querer bailar. Y
también pueden ser las más tristes melodías que te estremecen hasta llorar.
La peste llega a
Abancay desde lejos. Y las clases se suspenden en el colegio. La gente comienza
a huir a los pueblos de los cuales proceden. Los hacendados desaparecen porque
los indios comienzan a invadir el pueblo. Junto con ellos llega la peste. Entonces, la peste es sinónimo de justicia y
libertad, porque consigue que los colonos recuperen su tierra que les fue
arrebatada a zurriagazos.
Ernesto también se
va. Atraviesa solo las cordilleras buscando escapar de la peste, pero con la
confianza de que nada malo sucederá con él.
Espero que al final
Ernesto consiga reunirse con su padre, y que supere la nostalgia que lo
caracteriza. Aunque, si lo pienso, eso es lo que lo hace especial.
Así que yo festejo
las ansias de justicia de Ernesto. Porque él se yergue como un faro luminoso e
intenta evocar el pasado para restaurarlo en el presente.
La obra es muy
crítica, porque toca temas como la exclusión social, la discriminación racial,
la injusticia, la indiferencia, y muchos otros asuntos polémicos. Ernesto es víctima
del mundo que lo rodea. Es consciente de que nadie es perfecto y que todos
somos culpables de vivir como vivimos porque no hacemos nada para cambiarlo.
Desde ahora,
Arguedas se ha convertido en uno de mis escritores favoritos. Adoré cada
segundo al leer su libro. Siempre me ha gustado la literatura andina, porque
toca temas que son cercanos para mí, por la realidad en la que vivo. He leído
otros antes del mismo género, pero entendí este mucho más que los otros. Creo
que cada uno de los personajes es importante en la historia. Faltó describir a
muchos, pero están en mi memoria (y en la memoria de quien haya leído esta
maravillosa historia).
Me encanta el
personaje de Ernesto. Tiene convicción y lucha por lo que cree justo. Lo que me
apena es su melancolía. Nadie merece vivir de nostalgias, porque sufren más. A
pesar de todo, Ernesto tiene esperanza. Alguna vez leí que es la esperanza lo
que no nos permite ser felices. Pero felicidad suena a conformismo. Un hombre
feliz debe ser también un hombre aburrido.
La belleza
narrativa de Los ríos profundos me conmueve profundamente. Traza en mí
las ganas de luchar por lo que creo, de no vivir esclavizada, no solo por los
hombres, sino por los miedos. Porque tenerle miedo a todo es perjudicial. Y
cada vez que lea este libro percibiré más cosas que ahora se escapan de mi
entendimiento. Por ahora puedo decir que estoy agradecida con la vida porque
amo este libro, y me hace mucha ilusión la idea de que otros también lo amen.
En cada momento, sentí la magia presente. Quizás esta se esconda en las manos
de Arguedas y él la emita sobre mí cada vez que leo su obra, y me inunda un
sentimiento de turbulencia y ternura, como si sus ríos profundos invadieran mi
sangre y se mezclan ambas para convertir mis pensamientos en cantos que danzan
ágilmente junto con el zumbayllu de Ernesto.
Como vemos, este ensayo tiene las siguientes características:
✔ Ofrece un panorama de
la obra literaria desde el análisis de la misma.
✔ Utiliza citas
textuales de la misma obra para sustentar su tesis o punto de vista.
✔ Hace un análisis de
los objetos significativos, las palabras significativas y las acciones
significativas para que, de esta manera, su análisis se haga más rico.
✔ Imprime emotividad y
llama a la reflexión a través de preguntas que hacen que el lector se cuestione
sobre el tema abordado.
En suma, este es un ensayo que
ofrece una visión muy personal de una de las obras más importantes de nuestra
literatura peruana.
Y ahora es tu turno, ¿qué obra literaria es la
que más te ha gustado leer? Te reto a que redactes un ensayo sobre ella. No
olvides que aprender a expresar nuestras ideas es uno de los pasos
fundamentales para desarrollar nuestro pensamiento crítico y reflexivo.
Paolo Astorga
Profesor de Lengua y Literatura
PASO |
DESCRIPCIÓN |
1.
INVESTIGA |
Investiga y recopila información
relevante sobre el tema del debate. Busca fuentes confiables y variadas para
tener una comprensión completa del tema. Esto te ayudará a fundamentar tus
argumentos y refutar los de tu oponente con mayor facilidad. |
2.
ORGANIZA TUS ARGUMENTOS |
Una vez que tengas suficiente
información, organiza tus argumentos de manera clara y coherente. Identifica
cuáles son los puntos fuertes de tu postura y cuáles son los puntos débiles
que debes abordar. También debes tener en cuenta los posibles argumentos que
podría presentar tu oponente y preparar respuestas efectivas para ellos. |
3.
PRACTICA LA PRESENTACIÓN |
Practica tu presentación para tener
seguridad y confianza en tus argumentos. Ensaya diferentes maneras de exponer
tus ideas y de responder a los argumentos contrarios para estar preparado
para cualquier escenario. Además, trata de ser persuasivo y respetuoso en
todo momento, incluso si no estás de acuerdo con tu oponente. |
4.
ESCUCHA ATENTAMENTE |
Durante el debate, escucha atentamente
a tu oponente para entender su postura y poder refutarla con argumentos
sólidos. Trata de identificar las debilidades de su argumentación y utiliza
esa información para fortalecer tu posición. También es importante que seas
respetuoso y no interrumpas a tu oponente mientras está hablando. |
5.
CONCLUYE CON FUERZA |
Finalmente, concluye con fuerza y
resumiendo tus principales argumentos. Haz hincapié en los puntos más
importantes de tu postura y en por qué tu argumentación es la más sólida.
Trata de dejar una buena impresión en el público y en tu oponente,
demostrando que has sido capaz de defender tu posición de manera convincente
y respetuosa. |
La mitología griega la podemos dividir en una serie de ciclos o edades. Entre estas tenemos a:
2. La primera generación de dioses Olímpicos:
Cronos, quien se comía a sus hijos para que no
lo destronasen del poder, es derrotado por Zeus, el único de sus hijos que
logró no ser devorado, gracias a la ayuda de Rea quien engañó al titan
envolviendo una gran roca con pañales y haciéndolo pasar por Zeus. Cronos
devoró la roca pensando que era su hijo. Zeus fue criado en secreto en una
cueva y cuando llegó a la mayoría de edad le dio batalla a su padre. Primero,
con ayuda de Gea, Cronos bebió un brebaje que lo hizo vomitar a sus hijos, que
luego se unieron a Zeus. La batalla por el poder el universo dio como vencedor
al dios del trueno y justicia y tanto Cronos como los demás Titanes fueron
enviados al Tártaro bajo el inframundo o infierno.
Aquí se relatan las historias de los hijos de
Zeus: Ares (dios de la guerra), Hermes (dios del comercio y mensajero de los
dioses), Hefesto (dios del fuego y la forja), Atenea (diosa de la guerra y la
sabiduría), Apolo (dios del arte, la belleza, la perfección, la curación y las
plagas), Artemisa (diosa de la caza) y Dionisio (dios de la fertilidad y el
vino). Aunque Zeus es el dios de la justicia y tiene como esposa a Hera, diosa
del matrimonio, posee un defecto o don, dependiendo de la interpretación que le
demos: es tremendamente mujeriego. El olímpico tuvo infinidad de mujeres y con
cada una engendró un hijo. Esto, explica no solo la manera de cómo los griegos
idealizaban el poderío y fertilidad del dios, sino que también era una forma de
crear lazos identitarios. Si el todo poderoso Zeus había tenido un hijo en tal
o cual isla con tal o cual mujer, era un honor para este pueblo, pues,
significaba que tenían la cercanía y protección divina del dios del trueno.
Aquí se relatan las historias legendarias de
un grupo de hombres que no poseen la inmortalidad de los dioses, pero son hijos
de estos. Llamados también semidioses, podemos mencionar al poderoso Heracles
también llamado Hércules (hijo de Zeus y la reina Alcmena), al temerario Perseo
(hijo de Zeus y Dánae), conocido por vencer a Medusa, una monstruosa mujer con
cabellos de serpiente y mirada fulminante que convertía a los hombres en
piedra. Además, también tenemos a Teseo (hijo de Poseidón y Etra), quien con su
valentía derrotó al Minotauro, una bestia mitad todo mitad humano.
En este conjunto de relatos podemos encontrar historias sobre acontecimientos ocurridos en la ciudad de Tebas, siendo uno de los más importantes la historia de Edipo, quien, por los designios del destino, termina matando a su padre y casándose con su madre. O de la guerra de los tebanos contra la ciudad de Argos.
Estos son un conjunto de relatos sobre las causas,
desarrollo y consecuencias de la famosa Guerra de Troya, uno de los conflictos
bélicos más célebres del mundo antiguo. Este ciclo lo conforman dos de las más
grandes obras de la literatura universal: La Ilíada (también conocida como el
poema de la guerra) y la Odisea (o también llamada el poema de la paz). Estas
obras fueron escritas por el gran poeta ciego Homero. En estas historias
resaltarán héroes como Aquiles (conocido por su gran fuerza y vitalidad),
Odiseo (también llamado Ulises), quien tiene el poder de la astucia e
inteligencia, así como otros como Héctor (valiente rey de Troya) o Eneas (héroe
troyano, quien, tras la caída de la ciudad, logra escapar el Lacio, donde logra
ser rey y a la vez progenitor del pueblo romano.
Como vemos, la mitología griega es quizás una
de las más conocidas y fascinantes del mundo antiguo. No solo nos describe a
sus dioses y héroes, sino también la simbología de sus creencias y costumbres.
Lo apasionante y mágico de los mitos griegos son, sin duda, el trasfondo simbólico
de sus historias, en donde podemos mapear las virtudes y vicios de la
civilización griega antigua, cuna de toda la cultura occidental que sigue
influyendo todo tipo de manifestación cultural y artística.
TEXTO 3: