La posibilidad de acceder a lo simbólico da a los seres humanos la oportunidad de abstraerse de sus limitaciones corporales. Ante ellas y frente a las fuerzas naturales que muchas veces los rebasan, los hombres crean mitos, símbolos que los compensan y dan impulso a su aliento vital.
Debido al carácter religioso que el mito tuvo en la Antigüedad, Simón Brailowsky alude en su obra Epilepsia: Enfermedad sagrada del cerebro, al origen divino que se le atribuyó a esta enfermedad en diversas culturas como la mesopotámica, en la que se le relacionaba con “la mano del pecado” y con el dios de la Luna.
El hombre ha tendido siempre a dar interpretaciones mágico-religiosas a aquellos fenómenos naturales que escapan a su comprensión, creando en torno suyo relatos fabulosos en los que agentes impersonales que la mayoría de las veces son fuerzas de la naturaleza personificadas, realizan acciones con sentido simbólico.
Terry Eagleton ha señalado que el hombre como ser cultural se distingue por su carácter simbólico, a diferencia de otros animales “cuyos cuerpos solo les dejan un poder limitado para liberarse de los contextos que los determinan”. Los símbolos míticos revelan a los seres humanos poderes que van más allá de los naturales y que, en el caso de la calidad sagrada que se concedió a la epilepsia, sirvieron para explicar el porqué de las capacidades superiores de ciertos hombres que padecieron ese mal como Hércules, Sócrates, Mahoma, Dostoyevsky, Lord Byron, Flaubert y Van Gogh, a quienes Brailowsky menciona.
La historia humana está poblada de mitos porque “el mito, igual que la ciencia, tiene la ambición de explicar el mundo haciendo inteligibles sus fenómenos. Igual que ella, pretende ofrecer al hombre un modo de actuar sobre el universo, asegurándole su posesión espiritual y material. Ante un universo lleno de incertidumbres y misterios, el mito interviene para introducir lo humano”. No se trata de un ensueño gratuito sino de una hipótesis de trabajo, de un intento de salir de la impotencia en que el ser humano se encuentra.
James G. Frazer en La rama dorada: Magia y religión relaciona los distintos mitos con un número considerable de cuestiones a las que los hombres quisieron dar explicación por medio de ellos: el dominio del tiempo, el poder benéfico de los árboles, las estaciones del año, la muerte, la vegetación, los poderes espirituales, el mal y los elementos. Este autor da gran importancia a la religión en virtud de cuyos mitos se suple las limitaciones humanas ante el poder ilimitado de los dioses.
Los mitos entonces, como parte de la cultura, ayudan a sobrevivir al hombre porque llenan vacíos de su naturaleza material al colmar necesidades que esta no les permite satisfacer.
BRAILOWSKY Simón (1999). Epilepsia: Enfermedad sagrada del cerebro, México.
EAGLETON Terry (2001). La idea de cultura: Una mirada política sobre los conflictos culturales, Barcelona, Paidós, p.145.
FRAZER, J. G. (1944). La rama dorada: Magia y religión. Fondo de Cultura Económica, México.
MITOLOGÍAS (1982). “Del Mediterráneo al Ganges”, Barcelona, Planeta, , vol. 1, p. 4.
1.-¿Por qué es importante la capacidad simbólica en los seres humanos?
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a) De la necesidad de definir lo simbólico en el mundo antiguo
a) El ser humano es un ser simbólico porque puede ser mejor que los animales.
a) El hombre necesita de los mitos para hacer frente a lo desconocido.
a) La religión permitió al ser humano escapar de la muerte y poder tener vida eterna.
a) Era atribuida por los dioses a los hombres que habían recibido la “mano del pecado”.
a) Al mundo simbólico.
a) Un manejo simbólico de lo real.
a) Poseer la naturaleza.
a) Para sobrevivir.
1. POSIBLE RESPUESTA: Porque gracias a la capacidad simbólica podemos explicar lo inexplicable a través de los mitos y así sobrevivir ante la naturaleza, pues creamos un orden y una manera de vivir en sociedad, unidos por una historia que genera identidad.
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