Los tripulantes del
Líricus
Los tripulantes del Líricus
José Siles Gonzáles
(Ediciones Devenir, 2014)
“El poeta es el cantor de las aventuras y desventuras en el
mar. A bordo de un barco llamado Líricus esta travesía poética nos enfrentará
contra nuestros propios sueños, contra la adversidad de lo posible.”
Escrito por: Paolo Astorga
Los
tripulantes del Líricus
(Ediciones Devenir, 2014) del poeta español José Siles Gonzáles (Cartagena, 1957) es un viaje poético por la
vida misma. El poeta es el cantor de las aventuras y desventuras en el mar. A
bordo de un barco llamado Líricus esta travesía poética nos enfrentará contra
nuestros propios sueños, contra la adversidad de lo posible. El Líricus es el
símbolo de la posibilidad en tanto se muestra no solo como un navío, sino como
una herramienta para construir una historia. El poeta lo sabe y por eso
canta la belleza de saber que la
aventura es constante. Esto es patente en el poema “A bordo del Líricus”:
A
BORDO DEL LÍRICUS
A bordo del Líricus
has hecho visibles tus sentimientos
a tu tripulación...,
en todos los idiomas.
A bordo del Líricus
has arribado a tantos puertos
como culturas dicen los filisteos
que, a pesar del deslizamiento ingrávido
de los tiempos,
siguen poblando la tierra.
A bordo del Líricus
has escrito poemas atiborrados
de pescuezo y alcohol de puta portuaria,
ese gremio de diosas encalladas
en los adoquines más afligidos
del muelle,
y de las que bebiste
el licor de salitre añejo.
A bordo del Líricus
has desnudado tal cúmulo de recuerdos,
has arribado a tantos puertos,
has escrito poemas tan atiborrados
de sentimientos, puertos y arias;
que ningún hermeneuta de la academia
osa urdir etiquetas
en las que encasillar la ira
que te inspira.
la clasificación de tu existencia
navegante,
La ordenación de tus cuitas,
dada la múltiple pleura de sus aires
extracontinentales,
transmarinos,
interoceánicos y...,
sobre todo múltiples;
les causa un pavor antiguo para el que
no hay antídoto.
Mientras, siempre mientras,
tus dudas,
a bordo del Líricus,
se ahogan en mil mares
orinados por un ejército indisciplinado
de héroes incontinentes.
Y
es que el hombre desde tiempos inmemoriales ha deseado la aventura como un
medio para alcanzar la inmortalidad. Darle un sentido a la vida a través de la
acción, de la experiencia, eso es lo que nos hace humanos. Los tripulantes del
Líricus lo saben por ello cantan,
testimonian, plasman sus alegrías y penas en estos poemas. El heroísmo en este
caso, no es el vencer, el conquistar, sino la perseverancia de continuar de aún
conservar el fuego de la valentía por explorar lo ignoto. Veamos:
ESPÍRITU DE DRAKE APARECIÉNDOSE AL GIRAR CABO DE
HORNOS
Ayer,
cuando bebías
tu
último whisky a bordo,
te
vinieron tantas cosas a la cabeza,
sin
ir más lejos:
El
día que el destino te enclavó
en
el Líricus con tu
petate
al hombro,
sin
ir más lejos.
Ayer,
cuando bebías
tu
último whisky a bordo,
un
archipiélago de rememoraciones
te
hizo revivir los cientos de navegaciones
que
aún no has enterrado
...,
del todo:
travesías
marinas que
te
provocan una distinguida melancolía
que
se alimenta de tu casi exclusiva
...soledad.
Pero
ningún fantasma del pasado te estremece
tanto
como:
tus aterradores viajes a Cabo de Hornos,
ida
y vuelta,
surcando
la travesía del maligno Drake.
En
esas rutas, en las que el diablo
aparece
travestido de pirata
y
cohabitan dos océanos,
no
resultaba imprescindible beber
para
tocar el infierno con la punta
del
alma ...esa perdida,
y
vislumbrar la figura del viejo
Drake
maldiciendo..., y
volviendo
a maldecir,
mientras
la proa del Líricus parecía
hundirse
para la eternidad...
por
unos instantes que rozaban la infinitud,
tras
la cual,
siempre
volvía a emerger.
Y
el Líricus seguía avanzando,
dando
cabezadas en aquel mar endemoniado
por
los espíritus malditos de
aquella
maligna y fiel tripulación,
racimo
de santos dipsómanos,
que
siguió al disipado Drake hasta el final
en
Cabo de Hornos.
Ayer,
cuando bebías
tu
último whisky a bordo,
temblabas
al recordar los temporales
vencidos
por el Líricus,
ese
navio invicto hasta
en
la mismísima Tierra del Fuego.
Es
cierto: el gran combate es contra el olvido. Este libro nos deja marca, ese
signo visible: Luchar contra la nada, contra la insignificancia, es una
actividad diaria, esencial. La memoria debe preservarse y difundirse, la vida
misma es solo vida cuando la experiencia vital se ha construido, se ha
preservado. Sin embargo, la melancolía, la soledad y un aire de derrota es
aquello que destruye los sueños, el deseo por eternizarse, por hacer de la
aventura una constante infinita. La vida misma es entonces ese patrón que
puebla todo este libro. La energía: un sueño, un deseo por querer ser, por
darle un sentido a nuestra existencia:
TIERRA A LA VISTA: EL FINAL DEL PERIPLO
Llegado
al límite
de
la existencia,
encuéntrase
el fin de uno mismo
sin
un sentido dibujado al milímetro,
sin
dejar de lado la duda,
sin
saber...tal vez, si ha merecido la pena.
Llegado
el ser al destino
de
un viaje sin retorno,
se
divisa un brillo huérfano
sin
madre ni luz,
sin
columna vertebradora,
sin
resplandores memorables
..
.que merezcan la pena.
Llegado
el río a la mar,
tumba
líquida de todos los ríos
donde
se mojan las pantorrillas los muertos,
donde
se baila al son de caracolas removidas por el oleaje,
donde
se diluye la ira de los dioses
y
la porquería de los mortales.
Llegado
el ocaso al último latido,
donde
el Sol daba fe de la existencia del día
...y
la luz,
donde
el cénit acaba, por invadirlo todo
y
sumir su conquista en la penumbra,
donde
se reza en cada esquina al santo
y
se le enciende la vela más negra;
se
cae del nido el único huevo puesto colectivamente
la
última noche
por
todos los buhos,
no
abstemios,
del
cementerio marino.
En
suma, Los tripulantes del Líricus, es un poemario intenso y de poemas
de largo aliento donde la musicalidad y las imágenes nos hacen reflexionar
sobre nuestra propia esencia humana. Muy influenciado por Kavafis, el poeta nos
muestra a su original modo un motivo para reconocernos en esa travesía incierta
pero que se parece mucho a nosotros. La vida, entonces, es mar, un mar inmenso que
tiene la forma de nuestros sueños.
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