lunes, 21 de noviembre de 2022

Clasificación de la mitología griega

 

Clasificación de la mitología griega

Mitología griega


 Video sobre el tema:



I. INTRODUCCIÓN: La mitología griega es una de las más interesantes y difundidas a lo largo de los tiempos. Su influencia es tan grande que a lo largo de las épocas miles y miles de manifestaciones artísticas, literarias y culturales han sido influenciadas por sus fascinantes historias. Hoy, la mitología griega no solo nos aporta una ventana para saber cómo era el pensamiento del mundo antiguo, sino también para entender nuestro mundo contemporáneo. 

II. CLASIFICACIÓN DE LA MITOLOGÍA GRIEGA:

La mitología griega la podemos dividir en una serie de ciclos o edades. Entre estas tenemos a:

1. El ciclo cosmogónico:



También conocido como La Edad de los Dioses, en este ciclo se nos narran los mitos sobre el origen del universo. Este ciclo se caracteriza por presentar a deidades primordiales surgidas del caos como Gea (la tierra), Urano (el cielo), Eros (el amor), Abismo (El Tártaro) y Érebo (la oscuridad). Gea, dio a luz a Urano y estos procrearon a los Titanes y también procrearon a los Cíclopes y Hecatónquiros (los centimanos). De los Titanes, el más importante fue Cronos, quien castrará a su padre y terminará tomando el poder junto con su hermana Rea. Ellos terminarán procreando a Zeus y a los dioses olímpicos.

 

2. La primera generación de dioses Olímpicos:

Cronos, quien se comía a sus hijos para que no lo destronasen del poder, es derrotado por Zeus, el único de sus hijos que logró no ser devorado, gracias a la ayuda de Rea quien engañó al titan envolviendo una gran roca con pañales y haciéndolo pasar por Zeus. Cronos devoró la roca pensando que era su hijo. Zeus fue criado en secreto en una cueva y cuando llegó a la mayoría de edad le dio batalla a su padre. Primero, con ayuda de Gea, Cronos bebió un brebaje que lo hizo vomitar a sus hijos, que luego se unieron a Zeus. La batalla por el poder el universo dio como vencedor al dios del trueno y justicia y tanto Cronos como los demás Titanes fueron enviados al Tártaro bajo el inframundo o infierno.

 

3. Segunda generación de dioses Olímpicos:

Aquí se relatan las historias de los hijos de Zeus: Ares (dios de la guerra), Hermes (dios del comercio y mensajero de los dioses), Hefesto (dios del fuego y la forja), Atenea (diosa de la guerra y la sabiduría), Apolo (dios del arte, la belleza, la perfección, la curación y las plagas), Artemisa (diosa de la caza) y Dionisio (dios de la fertilidad y el vino). Aunque Zeus es el dios de la justicia y tiene como esposa a Hera, diosa del matrimonio, posee un defecto o don, dependiendo de la interpretación que le demos: es tremendamente mujeriego. El olímpico tuvo infinidad de mujeres y con cada una engendró un hijo. Esto, explica no solo la manera de cómo los griegos idealizaban el poderío y fertilidad del dios, sino que también era una forma de crear lazos identitarios. Si el todo poderoso Zeus había tenido un hijo en tal o cual isla con tal o cual mujer, era un honor para este pueblo, pues, significaba que tenían la cercanía y protección divina del dios del trueno.

 

4. La edad de los héroes:

Aquí se relatan las historias legendarias de un grupo de hombres que no poseen la inmortalidad de los dioses, pero son hijos de estos. Llamados también semidioses, podemos mencionar al poderoso Heracles también llamado Hércules (hijo de Zeus y la reina Alcmena), al temerario Perseo (hijo de Zeus y Dánae), conocido por vencer a Medusa, una monstruosa mujer con cabellos de serpiente y mirada fulminante que convertía a los hombres en piedra. Además, también tenemos a Teseo (hijo de Poseidón y Etra), quien con su valentía derrotó al Minotauro, una bestia mitad todo mitad humano.

 

5. El ciclo tebano:

En este conjunto de relatos podemos encontrar historias sobre acontecimientos ocurridos en la ciudad de Tebas, siendo uno de los más importantes la historia de Edipo, quien, por los designios del destino, termina matando a su padre y casándose con su madre. O de la guerra de los tebanos contra la ciudad de Argos.


6. El ciclo troyano:

Guerra de Troya

Estos son un conjunto de relatos sobre las causas, desarrollo y consecuencias de la famosa Guerra de Troya, uno de los conflictos bélicos más célebres del mundo antiguo. Este ciclo lo conforman dos de las más grandes obras de la literatura universal: La Ilíada (también conocida como el poema de la guerra) y la Odisea (o también llamada el poema de la paz). Estas obras fueron escritas por el gran poeta ciego Homero. En estas historias resaltarán héroes como Aquiles (conocido por su gran fuerza y vitalidad), Odiseo (también llamado Ulises), quien tiene el poder de la astucia e inteligencia, así como otros como Héctor (valiente rey de Troya) o Eneas (héroe troyano, quien, tras la caída de la ciudad, logra escapar el Lacio, donde logra ser rey y a la vez progenitor del pueblo romano.

 

Como vemos, la mitología griega es quizás una de las más conocidas y fascinantes del mundo antiguo. No solo nos describe a sus dioses y héroes, sino también la simbología de sus creencias y costumbres. Lo apasionante y mágico de los mitos griegos son, sin duda, el trasfondo simbólico de sus historias, en donde podemos mapear las virtudes y vicios de la civilización griega antigua, cuna de toda la cultura occidental que sigue influyendo todo tipo de manifestación cultural y artística.

sábado, 5 de noviembre de 2022

Cuento "El gato bajo la lluvia" de Ernest Hemingway con actividades de comprensión lectora

 

El gato bajo la lluvia

Ernest Hemingway


Solo dos norteamericanos paraban en el hotel. No conocían a ninguna de las personas que subían y bajaban por las escaleras hacia y desde sus habitaciones. La suya estaba en el segundo piso, frente al mar y al monumento de la guerra, en el jardín público de grandes palmeras y verdes bancos.

Cuando hacía buen tiempo, no faltaba algún pintor con su caballete. A los artistas les gustaban aquellos árboles y los brillantes colores de los hoteles situados frente al mar.

Los italianos venían de lejos para contemplar el monumento a la guerra, hecho de bronce que resplandecía bajo la lluvia. El agua se deslizaba por las palmeras y formaba charcos en los senderos de piedra. Las olas se rompían en una larga línea y el mar se retiraba de la playa para regresar y volver a romperse bajo la lluvia. Los automóviles se alejaron de la plaza donde estaba el monumento. Del otro lado, a la entrada de un café, un mozo estaba contemplando el lugar ahora solitario.

La dama norteamericana lo observó todo desde la ventana. En el suelo, justo debajo de la ventana, un gato se había acurrucado bajo uno de los bancos verdes. Trataba de achicarse todo lo posible para evitar las gotas de agua que caían a los lados de su refugio.

–Voy a buscar a ese gatito –dijo ella.

–Iré yo, si quieres –se ofreció su marido desde la cama.

–No, voy yo. El pobre minino se ha acurrucado bajo el banco para no mojarse ¡Pobrecito!

El hombre continuó leyendo, apoyado en dos almohadas, al pie de la cama.

–No te mojes –le advirtió.

La mujer bajó y el dueño del hotel se levantó y le hizo una reverencia cuando ella pasó delante de su oficina, que tenía el escritorio al fondo. El propietario era un hombre viejo y muy alto.

Il piove –expresó la norteamericana. El dueño del hotel le resultaba simpático.

–Sí, sí signora, brutto tempo. Es un tiempo muy malo.

Cuando la norteamericana pasó frente a la oficina, el padrone se inclinó desde su escritorio. Ella experimentó una rara sensación. Se quedó detrás del escritorio, al fondo de la oscura habitación.

A la mujer le gustaba. Le gustaba la seriedad con que recibía cualquier queja. Le gustaba su dignidad y su manera de servirla y de desempeñar su papel de hotelero. Le gustaba su rostro viejo y triste y sus manos grandes. Estaba pensando en aquello cuando abrió la puerta y asomó la cabeza. La lluvia había arreciado. Un hombre con un impermeable cruzó la plaza vacía y entró en el café. El gato tenía que estar a la derecha. Tal vez pudiese acercarse protegida por los aleros. Mientras tanto, un paraguas se abrió detrás. Era la sirvienta encargada de su habitación, mandada, sin duda, por el hotelero.

–No debe mojarse –dijo la muchacha en italiano, sonriendo.

Mientras la criada sostenía el paraguas a su lado, la norteamericana marchó por el sendero de piedra hasta llegar al sitio indicado, bajo la ventana. El banco estaba allí, brillando bajo la lluvia, pero el gato se había ido. La mujer se sintió desilusionada. La criada la miró con curiosidad.

–Ha perduto qualque cosa, signora?

–Había un gato aquí –contestó la norteamericana.

–¿Un gato?

–Sí il gatto.

–¿Un gato? –la sirvienta se echó a reír– ¿Un gato bajo la lluvia?

–Sí; se había refugiado en el banco –y después– ¡Oh! ¡Me gustaba tanto! Quería tener un gatito.

Cuando habló en inglés, la doncella se puso seria.

–Venga, signora. Tenemos que regresar. Si no, se mojará.

–Me lo imagino –dijo la extranjera.

Volvieron al hotel por el sendero de piedra. La muchacha se detuvo en la puerta para cerrar el paraguas. Cuando la norteamericana pasó frente a la oficina, el padrone se inclinó desde su escritorio. Ella experimentó una rara sensación. El padrone la hacía sentirse muy pequeña y, a la vez, importante. Tuvo la impresión de tener una gran importancia. Después de subir por la escalera, abrió la puerta de su cuarto. George seguía leyendo en la cama.

–¿Y el gato? –preguntó, abandonando la lectura.

–Se ha ido.

–¿Y dónde puede haberse ido? –dijo él, descansando un poco la vista.

La mujer se sentó en la cama.

–¡Me gustaba tanto! No sé por qué lo quería tanto. Me gustaba ese pobre gatito. No debe resultar agradable ser un pobre minino bajo la lluvia.

George se puso a leer de nuevo.

Su mujer se sentó frente al espejo del tocador y empezó a mirarse con el espejo de mano. Se estudió el perfil, primero de un lado y después del otro, y por último se fijó en la nuca y en el cuello.

–¿No te parece que me convendría dejarme crecer el pelo? –le preguntó, volviendo a mirarse de perfil.

George levantó la vista y vio la nuca de su mujer, rapada como la de un muchacho.

–A mí me gusta como está.

–¡Estoy cansada de llevarlo tan corto! Ya estoy harta de parecer siempre un muchacho.

George cambió de posición en la cama. No le había quitado la mirada de encima desde que ella empezó a hablar.

–¡Caramba! Si estás muy bonita –dijo.

La mujer dejó el espejo sobre el tocador y se fue a mirar por la ventana. Anochecía ya.

–Quisiera tener el pelo más largo, para poder hacerme moño. Estoy cansada de sentir la nuca desnuda cada vez que me la toco. Y también quisiera tener un gatito que se acostara en mi falda y ronroneara cuando yo lo acariciara.

–¿Sí? –dijo George.

–Y, además, quiero comer en una mesa con velas y con mi propia vajilla. Y quiero que sea primavera y cepillarme el cabello frente al espejo, tener un gatito y algunos vestidos nuevos. Quisiera tener todo eso.

–¡Oh! ¿Por qué no te callas y lees algo? –dijo George, reanudando su lectura.

Su mujer miraba desde la ventana. Ya era de noche y todavía llovía a través de las palmeras.

–De todos modos, quiero un gato –dijo–. Quiero un gato. Quiero un gato. Ahora mismo. Si no puedo tener el pelo largo ni divertirme, por lo menos necesito un gato.

George no la escuchaba. Estaba leyendo su libro. Desde la ventana, ella vio que la luz se había encendido en la plaza. Alguien llamó a la puerta.

Avanti –dijo George, mirando por encima del libro. En la puerta estaba la sirvienta. Traía un gran gato de color de carey que pugnaba por zafarse de los brazos que lo sujetaban.

–Con permiso –dijo la muchacha– el padrone me encargó que trajera esto para la signora.

 

ACTIVIDADES DE COMPRENSIÓN LECTORA:

 

1. ¿Qué relación hay entre el título del cuento y la historia narrada en él?

2. ¿Por qué la señora quería buscar al gatito que estaba en la lluvia?

3. ¿Por qué la criada que le lleva el paraguas se echa a reír cuando la señora le dice que está buscando un gatito?

4. ¿Qué es lo que nos revela el diálogo entre la señora y su esposo? ¿Por qué? Explica tu respuesta.

5. En el cuento, un gato es el centro para el desarrollo de la trama. Teniendo en encuentra eso: ¿Qué puede significar el gato para la señora, su esposo, el padrone y la sirvienta? Explica lo que significa para cada uno.

6. ¿Cómo calificarías la personalidad de la señora y George, su esposo? Explica tu respuesta.

7. Ve más allá de lo evidente: Hemingway es un maestro de la elipsis, empujando al lector a inferir detalles de la historia que no son explícitos. Teniendo en cuenta ello y desplegando toda tu habilidad inferencial: ¿Qué problema crees que aborda este cuento? ¿Por qué? Explica tu respuesta.

miércoles, 26 de octubre de 2022

Cuento "La bestia en la cueva" de H. P. Lovecraft con actividades de comprensión lectora

 

La bestia en la cueva

H. P. Lovecraft


La horrible conclusión que se había ido abriendo camino en mi espíritu de manera gradual era ahora una terrible certeza. Estaba perdido por completo, perdido sin esperanza en el amplio y laberíntico recinto de la caverna de Mamut. Dirigiese a donde dirigiese mi esforzada vista, no podía encontrar ningún objeto que me sirviese de punto de referencia para alcanzar el camino de salida. No podía mi razón albergar la más ligera esperanza de volver jamás a contemplar la bendita luz del día, ni de pasear por los valles y las colinas agradables del hermoso mundo exterior. La esperanza se había desvanecido. A pesar de todo, educado como estaba por una vida entera de estudios filosóficos, obtuve una satisfacción no pequeña de mi conducta desapasionada; porque, aunque había leído con frecuencia sobre el salvaje frenesí en el que caían las víctimas de situaciones similares, no experimenté nada de esto, sino que permanecí tranquilo tan pronto como comprendí que estaba perdido.

Tampoco me hizo perder ni por un momento la compostura la idea de que era probable que hubiese vagado hasta más allá de los límites en los que se me buscaría. Si había de morir -reflexioné-, aquella caverna terrible pero majestuosa sería un sepulcro mejor que el que pudiera ofrecerme cualquier cementerio; había en esta concepción una dosis mayor de tranquilidad que de desesperación.

Mi destino final sería perecer de hambre, estaba seguro de ello. Sabía que algunos se habían vuelto locos en circunstancias como esta, pero no acabaría yo así. Yo solo era el causante de mi desgracia: me había separado del grupo de visitantes sin que el guía lo advirtiera; y, después de vagar durante una hora aproximadamente por las galerías prohibidas de la caverna, me encontré incapaz de volver atrás por los mismos vericuetos tortuosos que había seguido desde que abandoné a mis compañeros.

Mi antorcha comenzaba a expirar, pronto estaría envuelto en la negrura total y casi palpable de las entrañas de la tierra. Mientras me encontraba bajo la luz poco firme y evanescente, medité sobre las circunstancias exactas en las que se produciría mi próximo fin. Recordé los relatos que había escuchado sobre la colonia de tuberculosos que establecieron su residencia en estas grutas titánicas, por ver de encontrar la salud en el aire sano, al parecer, del mundo subterráneo, cuya temperatura era uniforme, para su atmósfera e impregnado su ámbito de una apacible quietud; en vez de la salud, habían encontrado una muerte extraña y horrible. Yo había visto las tristes ruinas de sus viviendas defectuosamente construidas, al pasar junto a ellas con el grupo; y me había preguntado qué clase de influencia ejercía sobre alguien tan sano y vigoroso como yo una estancia prolongada en esta caverna inmensa y silenciosa. Y ahora, me dije con lóbrego humor, había llegado mi oportunidad de comprobarlo; si es que la necesidad de alimentos no apresuraba con demasiada rapidez mi salida de este mundo.

Resolví no dejar piedra sin remover, ni desdeñar ningún medio posible de escape, en tanto que se desvanecían en la oscuridad los últimos rayos espasmódicos de mi antorcha; de modo que -apelando a toda la fuerza de mis pulmones- proferí una serie de gritos fuertes, con la esperanza de que mi clamor atrajese la atención del guía. Sin embargo, pensé mientras gritaba que mis llamadas no tenían objeto y que mi voz -aunque magnificada y reflejada por los innumerables muros del negro laberinto que me rodeaba- no alcanzaría más oídos que los míos propios.

Al mismo tiempo, sin embargo, mi atención quedó fijada con un sobresalto al imaginar que escuchaba el suave ruido de pasos aproximándose sobre el rocoso pavimento de la caverna.

¿Estaba a punto de recuperar tan pronto la libertad? ¿Habrían sido entonces vanas todas mis horribles aprensiones? ¿Se habría dado cuenta el guía de mi ausencia no autorizada del grupo y seguiría mi rastro por el laberinto de piedra caliza? Alentado por estas preguntas jubilosas que afloraban en mi imaginación, me hallaba dispuesto a renovar mis gritos con objeto de ser descubierto lo antes posible, cuando, en un instante, mi deleite se convirtió en horror a medida que escuchaba: mi oído, que siempre había sido agudo, y que estaba ahora mucho más agudizado por el completo silencio de la caverna, trajo a mi confusa mente la noción temible e inesperada de que tales pasos no eran los que correspondían a ningún ser humano mortal. Los pasos del guía, que llevaba botas, hubieran sonado en la quietud ultraterrena de aquella región subterránea como una serie de golpes agudos e incisivos. Estos impactos, sin embargo, eran blandos y cautelosos, como producidos por las garras de un felino. Además, al escuchar con atención me pareció distinguir las pisadas de cuatro patas, en lugar de dos pies.

Quedé entonces convencido de que mis gritos habían despertado y atraído a alguna bestia feroz, quizás a un puma que se hubiera extraviado accidentalmente en el interior de la caverna. Consideré que era posible que el Todopoderoso hubiese elegido para mí una muerte más rápida y piadosa que la que me sobrevendría por hambre; sin embargo, el instinto de conservación, que nunca duerme del todo, se agitó en mi seno; y aunque el escapar del peligro que se aproximaba no serviría sino para preservarme para un fin más duro y prolongado, determiné a pesar de todo vender mi vida lo más cara posible. Por muy extraño que pueda parecer, no podía mi mente atribuir al visitante intenciones que no fueran hostiles. Por consiguiente, me quedé muy quieto, con la esperanza de que la bestia -al no escuchar ningún sonido que le sirviera de guía- perdiese el rumbo, como me había sucedido a mí, y pasase de largo a mi lado. Pero no estaba destinada esta esperanza a realizarse: los extraños pasos avanzaban sin titubear, era evidente que el animal sentía mi olor, que sin duda podía seguirse desde una gran distancia en una atmósfera como la caverna, libre por completo de otros efluvios que pudieran distraerlo.

Me di cuenta, por tanto, de que debía estar armado para defenderme de un misterioso e invisible ataque en la oscuridad y tanteé a mi alrededor en busca de los mayores entre los fragmentos de roca que estaban esparcidos por todas partes en el suelo de la caverna, y tomando uno en cada mano para su uso inmediato, esperé con resignación el resultado inevitable. Mientras tanto, las horrendas pisadas de las zarpas se aproximaban. En verdad, era extraña en exceso la conducta de aquella criatura. La mayor parte del tiempo, las pisadas parecían ser las de un cuadrúpedo que caminase con una singular falta de concordancia entre las patas anteriores y posteriores, pero -a intervalos breves y frecuentes- me parecía que tan solo dos patas realizaban el proceso de locomoción. Me preguntaba cuál sería la especie de animal que iba a enfrentarse conmigo; debía tratarse, pensé, de alguna bestia desafortunada que había pagado la curiosidad que la llevó a investigar una de las entradas de la temible gruta con un confinamiento de por vida en sus recintos interminables. Sin duda le servirían de alimento los peces ciegos, murciélagos y ratas de la caverna, así como alguno de los peces que son arrastrados a su interior cada crecida del Río Verde, que comunica de cierta manera oculta con las aguas subterráneas. Ocupé mi terrible vigilia con grotescas conjeturas sobre las alteraciones que podría haber producido la vida en la caverna sobre la estructura física del animal; recordaba la terrible apariencia que atribuía la tradición local a los tuberculosos que allí murieron tras una larga residencia en las profundidades. Entonces recordé con sobresalto que, aunque llegase a abatir a mi antagonista, nunca contemplaría su forma, ya que mi antorcha se había extinguido hacía tiempo y yo estaba por completo desprovisto de fósforos. La tensión de mi mente se hizo entonces tremenda. Mi fantasía dislocada hizo surgir formas terribles y terroríficas de la siniestra oscuridad que me rodeaba y que parecía verdaderamente apretarse en torno de mi cuerpo. Parecía yo a punto de dejar escapar un agudo grito, pero, aunque hubiese sido lo bastante irresponsable para hacer tal cosa, a duras penas habría respondido mi voz. Estaba petrificado, enraizado al lugar en donde me encontraba. Dudaba que pudiera mi mano derecha lanzar el proyectil a la cosa que se acercaba, cuando llegase el momento crucial. Ahora el decidido “pat, pat” de las pisadas estaba casi al alcance de la mano; luego, muy cerca. Podía escuchar la trabajosa respiración del animal y, aunque estaba paralizado por el terror, comprendí que debía de haber recorrido una distancia considerable y que estaba correspondientemente fatigado. De pronto se rompió el hechizo; mi mano, guiada por mi sentido del oído -siempre digno de confianza- lanzó con todas sus fuerzas la piedra afilada hacia el punto en la oscuridad de donde procedía la fuerte respiración, y puedo informar con alegría que casi alcanzó su objetivo: escuché cómo la cosa saltaba y volvía a caer a cierta distancia; allí pareció detenerse.

Después de reajustar la puntería, descargué el segundo proyectil, con mayor efectividad esta vez; escuché caer la criatura, vencida por completo, y permaneció yaciente e inmóvil. Casi agobiado por el alivio que me invadió, me apoyé en la pared. La respiración de la bestia se seguía oyendo, en forma de jadeantes y pesadas inhalaciones y exhalaciones; deduje de ello que no había hecho más que herirla. Y entonces perdí todo deseo de examinarla. Al fin, un miedo supersticioso, irracional, se había manifestado en mi cerebro, y no me acerqué al cuerpo ni continué arrojándole piedras para completar la extinción de su vida. En lugar de esto, corrí a toda velocidad en lo que era -tan aproximadamente como pude juzgarlo en mi condición de frenesí- la dirección por la que había llegado hasta allí. De pronto escuché un sonido, o más bien una sucesión regular de sonidos. Al momento siguiente se habían convertido en una serie de agudos chasquidos metálicos. Esta vez no había duda: era el guía. Entonces grité, aullé, reí incluso de alegría al contemplar en el techo abovedado el débil fulgor que sabía era la luz reflejada de una antorcha que se acercaba. Corrí al encuentro del resplandor y, antes de que pudiese comprender por completo lo que había ocurrido, estaba postrado a los pies del guía y besaba sus botas mientras balbuceaba -a despecho de la orgullosa reserva que es habitual en mí- explicaciones sin sentido, como un idiota. Contaba con frenesí mi terrible historia; y, al mismo tiempo, abrumaba a quien me escuchaba con protestas de gratitud. Volví por último a algo parecido a mi estado normal de conciencia. El guía había advertido mi ausencia al regresar el grupo a la entrada de la caverna y -guiado por su propio sentido intuitivo de la orientación- se había dedicado a explorar a conciencia los pasadizos laterales que se extendían más allá del lugar en el que había hablado conmigo por última vez; y localizó mi posición tras una búsqueda de más de tres horas.

Después de que hubo relatado esto, yo, envalentonado por su antorcha y por su compañía, empecé a reflexionar sobre la extraña bestia a la que había herido a poca distancia de allí, en la oscuridad, y sugerí que averiguásemos, con la ayuda de la antorcha, qué clase de criatura había sido mi víctima. Por consiguiente volví sobre mis pasos, hasta el escenario de la terrible experiencia. Pronto descubrimos en el suelo un objeto blanco, más blanco incluso que la reluciente piedra caliza. Nos acercamos con cautela y dejamos escapar una simultánea exclamación de asombro. Porque éste era el más extraño de todos los monstruos extranaturales que cada uno de nosotros dos hubiera contemplado en la vida. Resultó tratarse de un mono antropoide de grandes proporciones, escapado quizás de algún zoológico ambulante: su pelaje era blanco como la nieve, cosa que sin duda se debía a la calcinadora acción de una larga permanencia en el interior de los negros confines de las cavernas; y era también sorprendentemente escaso, y estaba ausente en casi todo el cuerpo, salvo de la cabeza; era allí abundante y tan largo que caía en profusión sobre los hombros. Tenía la cara vuelta del lado opuesto a donde estábamos, y la criatura yacía casi directamente sobre ella. La inclinación de los miembros era singular, aunque explicaba la alternancia en su uso que yo había advertido antes, por lo que la bestia avanzaba a veces a cuatro patas, y otras en sólo dos. De las puntas de sus dedos se extendían uñas largas, como de rata. Los pies no eran prensiles, hecho que atribuí a la larga residencia en la caverna que, como ya he dicho antes, parecía también la causa evidente de su blancura total y casi ultraterrena, tan característica de toda su anatomía. Parecía carecer de cola.

La respiración se había debilitado mucho, y el guía sacó su pistola con la clara intención de despachar a la criatura, cuando de súbito un sonido que ésta emitió hizo que el arma se le cayera de las manos sin ser usada. Resulta difícil describir la naturaleza de tal sonido. No tenía el tono normal de cualquier especie conocida de simios, y me pregunté si su cualidad extranatural no sería resultado de un silencio completo y continuado por largo tiempo, roto por la sensación de llegada de luz, que la bestia no debía de haber visto desde que entró por vez primera en la caverna. El sonido, que intentaré describir como una especie de parloteo en tono profundo, continuó débilmente.

Al mismo tiempo, un fugaz espasmo de energía pareció conmover el cuerpo del animal. Las garras hicieron un movimiento convulsivo, y los miembros se contrajeron. Con una convulsión del cuerpo rodó sobre sí mismo, de modo que la cara quedó vuelta hacia nosotros. Quedé por un momento tan petrificado de espanto por los ojos de esta manera revelados que no me apercibí de nada más. Eran negros aquellos ojos; de una negrura profunda en horrible contraste con la piel y el cabello de nívea blancura. Como los de las otras especies cavernícolas, estaban profundamente hundidos en sus órbitas y por completo desprovistos de iris. Cuando miré con mayor atención, vi que estaban enclavados en un rostro menos prognático que el de los monos corrientes, e infinitamente menos velludo. La nariz era prominente. Mientras contemplábamos la enigmática visión que se representaba a nuestros ojos, los gruesos labios se abrieron y varios sonidos emanaron de ellos, tras lo cual la cosa se sumió en el descanso de la muerte.

El guía se aferró a la manga de mi chaqueta y tembló con tal violencia que la luz se estremeció convulsivamente, proyectando en la pared fantasmagóricas sombras en movimiento.

Yo no me moví; me había quedado rígido, con los ojos llenos de horror, fijos en el suelo delante de mí.

El miedo me abandonó, y en su lugar se sucedieron los sentimientos de asombro, compasión y respeto; los sonidos que murmuró la criatura abatida que yacía entre las rocas calizas nos revelaron la tremenda verdad: la criatura que yo había matado, la extraña bestia de la cueva maldita, era -o había sido alguna vez- ¡¡¡un hombre!!!

 

ACTIVIDAD DE COMPRENSIÓN LECTORA:

1. ¿Quién es el protagonista? ¿Qué le había pasado? ¿Dónde se encontraba?

2. A qué hace referencia esta frase: "mi deleite se convirtió en horror a medida que escuchaba". Explica.

3. ¿Cuál era el peligro que acechaba al protagonista en esa cueva?

4. ¿Qué hizo el protagonista contra ello?

5. ¿Por qué el protagonista dice que su oído es "siempre digno de confianza"?

6. ¿Por qué el protagonista quiere volver a ver a la bestia?

7. ¿De qué bestia se trataba?

8. Qué infieres del párrafo final del cuento: "El miedo me abandonó, y en su lugar se sucedieron los sentimientos de asombro, compasión y respeto; los sonidos que murmuró la criatura abatida que yacía entre las rocas calizas nos revelaron la tremenda verdad: la criatura que yo había matado, la extraña bestia de la cueva maldita, era -o había sido alguna vez- ¡¡¡un hombre!!!". Explica tu respuesta.

9. ¿Qué significado metafórico puede tener la criatura encontrada por el protagonista?

10. Opina: ¿Por qué lo monstruoso nos causa miedo? Explica tu respuesta.

11. ¿Qué relación existe entre el título de este cuento y la historia que narra? Explica tu respuesta.

12. Reflexiona: ¿Cuál crees que fue la finalidad del autor al escribir esta historia? Justifica tu respuesta.

 

ACTIVIDAD CREATIVA:

1. Crea un cuento de terror o suspenso que relate el encuentro con una bestia o monstruo. Deberá estar narrado en primera persona.

 

jueves, 11 de agosto de 2022

Práctica de comprensión lectora para secundaria con preguntas de opción múltiple

PRÁCTICA DE COMPRENSIÓN LECTORA PARA SECUNDARIA

Práctica de comprensión lectora


Aprende sobre comprensión lectora con este video:




PRÁCTICA DE COMPRENSIÓN LECTORA:
Lee cada texto y luego responde correctamente:
 
 
TEXTO 1:
 
La idea esencial, para lo que solicito la atención de ustedes, la formuló ya el filólogo alemán von der Gabelentz de este modo "La lengua no sirve solamente al hombre para expresar alguna cosa, sino también para expresarse a sí mismo".
 
No habrá ser humano completo, es decir, que se conozca y se dé a conocer, y sin un grado avanzado de posesión de su lengua. Porque el individuo se posee a sí mismo, se conoce, expresando lo que lleva dentro, y esa expresión sólo se cumple por medio del lenguaje. Ya Lazarus y Steinthal, filósofos germanos, vieron que el espíritu es lenguaje y se hace por el lenguaje. Hablar es comprender y comprenderse, es construirse a sí mismo y construir el mundo. A medida que se desenvuelve este razonamiento y se advierte esa fuerza extraordinaria del lenguaje en modelar nuestra misma persona, en formarnos, se aprecia la enorme responsabilidad de una sociedad humana que deja al individuo en estado de incultura lingüística. En realidad, el hombre que no conoce su lengua vive pobremente, vive a medias, aún menos. ¿No nos causa pena, a veces, oír hablar a alguien que pugna, en vano, por dar con las palabras, que al querer explicarse, es decir, expresarse, vivirse, ante nosotros, avanza a trompicones, dándose golpazos, de impropiedad en impropiedad, y sólo entrega al final una deforme semejanza de lo que hubiese querido decirnos? Esa persona sufre como de una rebaja de su dignidad humana. No nos hiere su deficiencia por vanas razones de bien hablar, por ausencia de formas bellas, por torpeza técnica, no. Nos duele mucho más adentro, nos duele en lo humanos; porque ese hombre denota con sus tanteos, sus empujones a ciegas por las nieblas de su oscura conciencia de la lengua, que llega a ser completamente. Hay muchos, muchísimos inválidos del habla, hay muchos cojos, mancos, tullidos de la expresión. Una de las mayores penas que conozco es la de encontrarme con un mozo joven, fuerte, ágil, curtido de los ejercicios gimnásticos, dueño de su cuerpo, pero que cuando llega al instante de contar algo, de explicar algo, se transforma en un baldado espiritual, incapaz de moverse entre sus pensamientos; ser precisamente contrario, en el ejercicio de las potencias de su alma, a lo que es en uso de las fuerzas de su cuerpo.
 
Pedro Salinas - La responsabilidad del escritor y otros ensayos
 
RESPONDER:
 
1. Qué se infiere de la frase: "La lengua no sirve solamente al hombre para expresar alguna cosa, sino también para expresarse a sí mismo".
A.    Que la lengua sirve al hombre para comunicarse con los demás
B.     Que la lengua posee un poder extraordinario entre los seres humanos
C.     Que la lengua nos define, es decir, que con ella expresamos nuestra identidad
D.    Que la lengua nos dice quiénes somos, pero no nuestra identidad
 
2. Se infiere por el texto que dominar el uso de una lengua
A.    Permite que la comunicación no sea difícil
B.     Nos ayuda a conocernos mejor
C.     Permite que tengamos un poder extraordinario
D.    Nos ayuda a comunicarnos desde un punto de vista lingüístico
 
3. Se infiere que aquel que no conoce su lengua
A.    No puede comprender al otro
B.     Sufre la rebaja de su dignidad
C.     Debería aprender su lengua
D.    Usa expresiones sin sentido
 
4. Qué se infiere de la expresión: "avanza a trompicones"
A.    Aquel que no puede sostenerse o está por perder el equilibrio del cuerpo
B.     Aquel que tiene profundas dificultades para relacionarse con los demás
C.     Aquel que habla sin tener ninguna idea de lo que dice
D.    Aquel que tiene dificultades para expresar sus ideas por medio de una lengua
 
5. Se infiere que el hablar bien es
A.    Expresar bien las palabras
B.     Convencer al otro sobre lo que pensamos
C.     Clarificar nuestra conciencia
D.    Explicar el mundo que nos rodea
 
6. En conclusión, podemos decir que este texto busca
A.    Informarnos sobre la importancia del hablar en nuestras sociedades
B.     Convencernos sobre la importancia del lengua para expresar lo que somos
C.     Ejemplificar cómo uno se debe expresar bien, en distintas situaciones
D.    Ampliar nuestra visión sobre la lengua que es más que la fuerza del cuerpo
 


TEXTO 2:
 
¿Por qué nos preocupa tanto el fenómeno de las noticias falsas (fake news) en el mundo digital? Para empezar, habría que hablar de «falsas noticias» en lugar de «noticias falsas». Fundamentalmente porque no son noticias, sino relatos con apariencia de noticia que se han redactado con el objetivo de conseguir una reacción emocional, no con el de transmitir una información. Por tanto, no se trata de noticias falseadas, sino de relatos falsamente noticiosos. En suma, propaganda. Algo similar a la publicidad que se inserta en la prensa con formatos muy similares a los contenidos propios, y que obligó a requerir por ley su identificación como espacios patrocinados o de carácter publicitario para evitar confusiones.
 
Es más, una fake news no tiene siquiera que ser mentira (casi nunca lo son completamente) porque el contenido que transmite es irrelevante para el emisor, interesado tan solo en los efectos emocionales que causa el mensaje. La contextualización de este último en un momento o un discurso concretos, con la intención de que el lector construya su realidad de un modo afín a los intereses del autor, es todo lo que importa. Esta distinción está presente en el vocabulario inglés, que diferencia entre la misinformation, cuando se transmite información errónea sin intención de engañar, y la disinformation, basada en un propósito manipulador.
 
Estos relatos interesados nos privan del debate de ideas para dar paso al de posturas y, por tanto, empobrecen la generación de conocimiento y la pluralidad. No se puede criticar lo que no se conoce, ni se puede discutir sobre bases distintas, por lo que el debate se transforma en una aportación de discursos y sinónimos en torno al argumento comúnmente aceptado de forma acrítica, o en un diálogo de sordos en el que la lengua empleada es la única base de comunicación común. Algo así como las comedias de enredo en las que cada cual habla de un tema o desde el conocimiento distinto de un tema, y todos sacan conclusiones equivocadas de lo que dicen los demás.
 
Algunas de las principales características del ciberespacio interactividad, inmediatez y ubicuidad; «democratización» de la difusión de contenidos; saturación de información; legitimación reputacional; filtrado de noticias por parte de los motores de búsqueda y las plataformas; y profesionalización y automatización de la selección de contenidos (content curation) con fines propagandísticos o publicitarios están en el origen de esta situación.
 
Cualquier ciudadano individual puede generar y difundir contenidos en y para Internet. Esta «democratización» sugiere, en principio, algo positivo. ¿Qué hay mejor que la universalidad del acceso y que la libertad para que todos se expresen directamente? Sin embargo, es evidente que la probabilidad de que alguien explote estas posibilidades de forma impropia se multiplica cuanto mayor es la población que tiene acceso a la Red. El anonimato relativo de que se disfruta en las redes supone un número casi infinito de posibles abusos en la transmisión de supuestas noticias. Por otro lado, dificulta la distinción entre la opinión y los hechos contrastados, pues los foros se abren incluso a voces no cualificadas en el tema que se discute.
 
Extraído de: Ángel Gómez de Ágreda – Mundo Orwell. Manual de supervivencia para un mundo hiperconectado
 
 
 
1. ¿Cuál es el tema central del texto?
a)      La mala intención de las noticias.
b)     Las características de las noticias falsas.
c)      La mala transmisión de las noticias.
d)      La definición del término fake news.
 
2. ¿Por qué se debe hablar de «falsas noticias» en lugar de «noticias falsas»?
a)      Porque existe un error al determinar qué es una noticia falsa.
b)      Porque hay un problema mayor al que la prensa se enfrenta: la verdad.
c)      Porque estas no son noticias, sino relatos con apariencia de noticia.
d)      Porque ambas expresiones son muy parecidas y causan confusión.
 
3. Se infiere que un elemento primordial de las noticias falsas, al ser un relato con apariencia de noticia y que se parece a la publicidad es:
a)      Su componente ficcional.
b)      Su contenido noticioso.
c)      Su intención malvada.
d)      Su lenguaje preciso.
 
4. Por el segundo párrafo se infiere que:
a)      Las noticias falsas son verdaderas.
b)      Las noticias falsas son siempre irrelevantes y generan indiferencia.
c)      Las noticias falsas causan un daño mayor que las noticias verdaderas.
d)      Las noticias falsas apuntan a la emocionalidad.
 
5. Las noticias falsas tienen, según el texto:
a)      Una intención de transmitir información errónea.
b)      Una intención de llegar a muchas personas tras hacerse viral.
c)      Una intención manipuladora.
d)      Una intención medianamente informativa, pero con poca credibilidad.
 
6. Se infiere que las noticias falsas imposibilitan:
a)      El debate de ideas.
b)      La necesidad de establecer una creencia.
c)      La toma de una postura férrea con respecto a un tema.
d)      La constitución de un dogma.
 
7. Una de las causas, según el texto, que acrecienta el abuso de la transmisión de información falsa o desinformación es:
a)      El anonimato.
b)      La inmediatez.
c)      La posesión de una página web.
d)      El uso de múltiples cuentas de redes sociales.
 
8. Infiere: ¿Cuál es la diferencia entre hecho y opinión?
a)      El hecho es una expresión informada y la opinión casi siempre responde a un elemento de información.
b) El hecho es la representación objetiva de la realidad, en cambio, la opinión es la expresión de una verdad individual que debe ser respetada y tomada en cuenta.
c)   El hecho es una verdad inobjetable y la opinión una verdad dogmática.
d)  El hecho se puede contrastar con la realidad y la opinión es la expresión de un punto de vista de la realidad sensible al debate.
 
9. ¿Qué alternativa no guarda relación con el texto?
a)      Las noticias falsas se parecen a la propaganda.
b)      La información errónea es desinformación.
c)      La manipulación es una característica de las noticias falsas.
d)      Las noticias falsas nos privan del debate.
 
10. Se puede concluir del texto que:
a)      Las noticias falsas suelen existir en las redes sociales donde las personas no tienen tiempo de leer el contenido de las informaciones.
b) Las noticias falsas solo se dan con temas importantes para la sociedad, pero suelen ser inofensivas y necesarias en algunos casos.
c) Las noticias falsas son muy difíciles de identificar, pues no tenemos formas de contrastar la información en Internet.
d) Las noticias falsas son construcciones ficcionales con una intención manipuladora.
 


TEXTO 3:
 
Las reglas que rigen los argumentos, entonces, no son arbitrarias: tienen un propósito específico. Pero los estudiantes (al igual que otros escritores) no siempre comprenden ese propósito cuando por primera vez se les asigna la realización de un ensayo escrito basado en argumentos; y si no se entiende una tarea, es poco probable que se realice correctamente. Muchos estudiantes, invitados a argumentar en favor de sus opiniones respecto a determinada cuestión, transcriben elaboradas afirmaciones de sus opiniones, pero no ofrecen ninguna auténtica razón para pensar que sus propias opiniones son las correctas. Escriben un ensayo, pero no un argumento. Este es un error natural. En la secundaria, se pone el acento en el aprendizaje de cuestiones que son totalmente claras e incontrovertidas. Usted no necesita argumentar que la Constitución se sustenta en tres poderes, o que Shakespeare escribió Romeo y Julieta. Estos son hechos que usted necesita tan solo dominar, y que en sus trabajos escritos solo necesita exponer. Los estudiantes llegan a la universidad esperando más de lo mismo. Pero muchos cursos de la universidad, especialmente aquellos en los que se asignan trabajos escritos, tienen un objetivo diferente. Estos cursos se interesan por los fundamentos de nuestras creencias y exigen de los estudiantes que cuestionen sus propias creencias, y que sometan a prueba y defiendan sus propios puntos de vista. Las cuestiones que se discuten en los cursos de las universidades no son a menudo aquellas cuestiones tan claras y seguras. Sí, la Constitución establece tres poderes, pero ¿por qué se debe dar de esa manera y no de otra? Sí, Shakespeare escribió Romeo y Julieta, pero ¿cuál es el sentido de esta tragedia? Razones y pruebas pueden darse para diferentes respuestas. En estos cursos, los estudiantes tienen la tarea de aprender a pensar por sí mismos, a formar sus propias opiniones de una manera responsable. La capacidad para defender sus propias opiniones es una medida de esta capacidad, y, por ello, los ensayos basados en argumentos son tan importantes.
 
De Las claves de la argumentación – Anthony Weston (adaptación)
 
1. Del texto se infiere que “auténtica razón” es:
a)      Una verdad incuestionable.
b)      Un argumento coherente y bien fundamentado.
c)      Una argumentación bien elaborada sobre las opiniones generales.
d)      La escritura de un ensayo argumentado.
 
2. Se infiere que las cuestiones “claras e incontrovertidas” hacen referencia a:
a)      Opiniones
b)      Hechos.
c)      Temas relevantes.
d)      Aprendizajes cuestionables.
 
3. Según el texto, se infiere que el término “dominar” significa
a)      Opinar.
b)      Interpretar.
c)      Someter.
d)      Recordar.
 
4. Se infiere que argumentar:
a)      Consiste en aprender a exponer sobre temas relevantes como la Constitución.
b)      Se fundamenta en redactar coherentemente un texto que explique lo que sabemos.
c)      Poner en práctica lo aprendido en la secundaria.
d)      Es someter a prueba y defender nuestro propio punto de vista.
 
5. Del texto se puede concluir que aprender a argumentar:
a)      No tiene nada que ver con la secundaria.
b)      Solo se da en la universidad.
c)      Es aprender a pensar por uno mismo.
d)      Es una actividad de análisis de hechos.
 
6. El enunciado que mejor resume el texto sería:
a)      La argumentación es posible en secundaria, solo si se reduce la exposición.
b)      La argumentación es más atractiva en la universidad.
c)      La argumentación consiste en poner en tela de juicio nuestras creencias.
d)      Los cursos de secundaria suelen ser solo de memoria y no para redactar textos.
 
 



SOLUCIONARIO:

TEXTO 1:
1D
2B
3B
4D
5C
6B
 
TEXTO 2:
1B
2C
3A
4D
5C
6A
7A
8D
9B
10D
 
TEXTO 3:
1B
2A
3D
4D
5C
6C


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lunes, 8 de agosto de 2022

¿Cómo crear poemas en prosa? | Taller de escritura creativa

 

¿Cómo crear poemas en prosa? | Taller de escritura creativa

Crear poemas en prosa

 Video sobre el tema:


1. ¿QUÉ ES LA POESÍA EN PROSA?

La poesía en prosa es un texto híbrido que mezcla la estructura de un relato (sin serlo totalmente) con las características de la poesía en verso, pero sin la métrica, rima o cadencia y solo conservando el manejo estético del lenguaje y el ritmo interno.

La poesía en prosa también es un vehículo para expresar sentimientos y emociones íntimas, pues sigue usando los mismos recursos estilísticos para crear imágenes poéticas que constituirán un discurso poético.

Por eso, en esta ocasión en nuestro taller de escritura creativa, aprenderemos a crear poemas en prosa para expresar nuestro mundo interior. Comencemos:


2. PASOS PARA CREAR UN POEMA EN POSA:

Para crear poemas en prosa debemos entender que nuestra expresión será figurativa, es decir metafórica y que estará relacionada con la expresión de sentimientos, pero no de manera directa, sino desde la función estética.

Plantearnos un tema a tratar. Recuerda que puede ser cualquier tema universal: El amor, la muerte, la vida, la soledad, el olvido, la solidaridad, la incomunicación, la existencia, la angustia, la libertad, etc.

Debemos relacionar nuestro tema con imágenes poéticas afines. Por ejemplo: si elegimos la temática olvido, podemos relacionarlo con: mar, arena, soledad, tristeza, tiempo, dolor, vejez, amor, corazón, silencio, nada, etc. Luego, lo que debemos hacer es construir imágenes poéticas referentes a ese tema y a los conceptos relativos.

Al hacerlo debemos redactar nuestra primera versión de poema en prosa. Por ejemplo:

 

AL CAMINAR POR LA PLAYA

 

Aquí en la playa, las olas del mar se han olvidado de su sonido y ahora solo existen para cumplir con la ley del universo. Mientras camino por el tiempo que se adelgaza en mi memoria, pienso en la inmensidad de la tristeza y el oleaje que perpetuamente vive y muere haciéndose espuma. ¿Por qué habremos de ser olvidados? ¿Por qué la inmortalidad del tiempo es solo un soplo, una respiración, un pensamiento y, muchas veces, ni eso? Camino por la playa sin más respuestas que la brisa indiferente y mi corazón envejece un poco más; apenas me queda el amor que con la distancia de los años es solo arena que se vuelve anónima. Y, sin embargo, ante el silencio, ante la nada, ante el inevitable fin; un deseo de habitar, de ser, de sentir, me colma y me hace creer que jamás habrá más belleza que las efímeras huellas que dejo al caminar por la playa.

 

Autor: Paolo Astorga


Como vemos, la idea es ir insertando imágenes poéticas en nuestro discurso poético, como si fuera una historia, un cuento, pero poniendo énfasis en expresar nuestras emociones y sentimientos de manera metafórica o figurativa. Además, como es prosa, no posee rima, ni métrica, pero sí, profundidad simbólica y manejo del lenguaje en función estética.

Para seguir con los ejemplos, presento a dos poetas, titanes de la poesía peruana, que han experimentado con la poesía en prosa o prosa poética. El primer ejemplo es el de Martín Adán y su obra La casa de cartón. Lo que les voy a leer es un fragmento del inicio del libro:

 

Ya ha principado el invierno en Barranco; raro invierno, lelo y frágil, que parece que va a hendirse en el cielo y dejar asomar una punta de verano. Nieblecita del pequeño invierno, cosa del alma, soplos del mar, garúas de viaje en bote de un muelle a otro, aleteo sonoro de beatas retardadas, opaco rumor de misas, invierno recién entrado… Ahora hay que ir al colegio con frío en las manos. El desayuno es una bola caliente en el estómago, y una dureza de silla de comedor en las posaderas, y unas ganas solemnes de no ir al colegio en todo el cuerpo. Una palmera descuella sobre una casa con la fronda, flabeliforme, suavemente sombría, neta, rosa, fúlgida. Y ahora silbas tú con el tranvía, muchacho de ojos cerrados. Tú no comprendes cómo se puede ir al colegio tan de mañana y habiendo malecones con mar debajo. Pero, al pasar por la larga calle que es casi toda la ciudad, hueles zumar legumbres remotas en huertas aledañas. Tú piensas en el campo lleno y mojado, casi urbano si se mira atrás, pero que no tiene límites si se mira adelante, por entre los fresnos y los alisos, a la sierra azulita. Apenas el límite de los cerros primeros, ceja de montaña… y ahora vas tú por el campo en sordo rumor abejero de rieles frotados aprisa y en una gimnasia de aires deportivos aunque urbanos. Ahora el sol mastica jalde una cumbre serrana y una huaca, una mambla amarilla como el mismo sol. Y tú no quieres que sea verano, sino invierno de vacaciones, chiquito y débil, sin colegio y sin calor.

 

Como vemos esta prosa poética describe los sentimientos del yo poético frente a su experiencia como adolescente que debe vivir (o sobrevivir) a la cotidianidad (despertar, desayudar, ir a la escuela, etc.).

Y para terminar, quiero compartirles un fragmento de “LAS VENTANAS SE HAN ESTREMECIDO” del poeta universal César Vallejo:

 

…La familia rodea la mesita por espacio de un alto dividendo. Una mujer acomoda en el borde de la mesa, la taza, que casi se ha caído. Ignoro lo que será del enfermo esta mujer, que le besa y no puede sanarle con el beso, le mira y no puede sanarle con los ojos, le habla y no puede sanarle con el verbo. ¿Es su madre? ¿Y cómo, pues, no puede sanarle? ¿Es su amada? ¿Y cómo, pues, no puede sanarle? ¿Es su hermana? Y ¿cómo, pues, no puede sanarle? ¿Es, simplemente, una mujer? ¿Y cómo pues, no puede sanarle? Porque esta mujer le ha besado, le ha mirado, le ha hablado y hasta le ha cubierto mejor el cuello al enfermo y ¡cosa verdaderamente asombrosa! no le ha sanado.


Como podemos observar este fragmento nos cuenta la historia de un enfermo que, a pesar de recibir atención, cariño y amor colectivo, nada se puede contra la enfermedad (símbolo premonitorio de la muerte). Vallejo, siempre fiel a su estilo profundamente humano, nos hace conscientes de que la muerte es inevitable, pero también hace patente que aunque el ser humano sabe que es finito e indefenso ante lo funesto, lucha por seguir viviendo, lucha por seguir siendo. He allí la belleza de este poema en prosa, las preguntas retóricas, el manejo del lenguaje, pero, sobre todo, la condición humana frente al martirio, frente a la adversidad.

 

3. ¡MANOS A LA OBRA!

Muy bien, ahora es tu turno de expresarte. La actividad creativa de hoy consistirá en escribir DOS POEMAS EN PROSA de entre 8 a 15 líneas. No olvides colocarles un título originar. La temática es libre.


Cómo crear poemas en prosa
Infografía sobre el tema