Dialéctica de los mocosos
Mario Benedetti
-¿Nunca?
-Nunca.
-Para vos ¿qué significa la palabra nunca?
-Jamás.
-Ah, no. A mí «jamás» me parece mucho más
categórico, negativo.
-Yo los veo como sinónimos.
-A ver si me entendés. Pensá en la palabra
«siempre».
-Pienso.
-Trata de encontrarle un sinónimo. No meras
aproximaciones, como «permanentemente» o algo por el estilo, sino un sinónimo
puro, certero, incanjeable.
-No lo encuentro.
-¿Viste? Si «siempre» no tiene un sinónimo puro,
tampoco va a tenerlo
«nunca», que es su oponente.
-¿Y «jamás»?
-Es una aproximación, apenas eso.
-¿Cuántos años tenés?
-Trece. ¿ Y vos?
-Doce y medio.
-¿Y por qué tenés siempre cara triste?
-Será porque estoy triste.
-¿Nunca estás alegre?
-¿O jamás?
-He dicho nunca.
-¿Y cuándo empezaste a estar triste?
-La primera vez que la vieja me llevó al shopping.
Es muy desalentador ver tanta gente que mira y no compra.
-Yo he ido pocas veces, pero recuerdo que un
sábado encontré a un viejo, como de treinta años, que no sólo miraba sino que
también compraba.
-Sería un turista.
-Puede. En pleno verano se compró una bufanda y
todos empezamos a sudar. Y eso que yo jamás sudo.
-¿No sudas nunca?
-Dije jamás.
-Sorry.
-Pero ¿qué es lo que te da tristeza?
-Ver a la gente tan abandonada (aunque vayan de a
dos) enfrentándose a las vidrieras como si contemplaran una camisa, cuando en
realidad están usando el cristal como espejo.
-¿Vos te miras?
-¿Para qué? Ya me sé de memoria.
-Te aseguro que hay gente que compra. O por lo
menos entra en algún puesto.
-Sí, entran al boliche de una gran confitería, y al
rato salen chupando un caramelo.
-Y bueno, la tristeza es dulce.
-También me entristece ver a las empleadas, todas
planchaditas, mirando con ansia a los muchachos de atuendo deportivo que
recorren invictos las avenidas del shopping.
-¿Ansia o seducción?
-Cuando el ansia es invasora no queda sitio para
la seducción.
-Qué frasecita, eh. ¿Sabes lo que ocurre? Lo que
ocurre es que vos, además de triste incurable, sos un pesimista del carajo.
-¡Si tu abuela te oyera ese vocabulario!
-Bah, mi abuela es más posmoderna que vos y que
yo. A menudo dice palabras como pelotudo, mierda, coño, hijo de puta, enchufe.
-Enchufe no es mala palabra.
-En su caso sí lo es, porque la dice escupiendo.
-¿Jugás al fútbol?
-Por supuesto. Soy golero.
-¿Te han metido algún gol?
-Nunca.
-¿O jamás?
-No, aquí sí es nunca, porque una sola vez me
metieron un gol pero fue de penal.
-¿Qué vas a ser de grande? ¿Futbolista?
-No, ingeniero, como mi viejo. ¿Y vos?
-Deshonesto.
-¿Como tu viejo?
-Sí, pero un poco más profesional.
-¿No tenés miedo de caer en cana? ¿Nunca?
-Jamás.
ACTIVIDADES
DE COMPRENSIÓN LECTORA:
1. ¿Cuál crees que es el
tema de este cuento? Explica tu respuesta.
2. Según el cuento, ¿cuál es la diferencia entre «nunca» y «jamás»?
3. ¿Por qué los términos «nunca» y «jamás» son importantes en el diálogo que entablan los niños?
4. ¿Qué infieres de la
respuesta que da uno de los niños cuando explica por qué está triste?
5. ¿Por qué el shopping
es muy importante para este cuento? Explica tu respuesta.
6. ¿Qué quiere decir uno de los niños cuando asegura que su abuela es «posmoderna»?
7. ¿Cuáles son las
diferencia entre los dos niños? Determínalas.
8. ¿Qué infieres cuando uno de los niños le pregunta al otro qué será de grande y el otro le responde que «deshonesto» como su viejo, pero «más profesional»? Explica tu respuesta.
9. ¿Qué infieres del
final de este cuento?
10. ¿Cuál crees que haya
sido la intención del autor al escribir este cuento?
11. ¿Cuál es la crítica
social que hace este cuento? Justifica tu respuesta.
ACTIVIDAD
CREATIVA:
1. Crea un cuento breve en donde solo predomine el
diálogo entre dos personajes. No olvides ser creativo y original.
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