Entrevista a Lynette Mabel Pérez
“Yo siento que todo escritor tiene
una responsabilidad para con su tiempo”.
Entrevista realizada
por: Paolo Astorga
¿Desde cuándo comenzó a
escribir? ¿Por qué?
Empecé
a escribir a los trece cuando mi profesora de español nos pidió hacer un poema,
el mío se tituló la “Rosa Negra”, tenía en mi mente muy frescas las letras de
Bécquer: “qué solos se quedan los muertos”.
¿Qué es para usted la
Poesía?
Esa
imagen que flota sobre las cosas buscando hacerse palabra y en su deseo escoge
algún medium que con un poco de suerte nos dará un pálido reflejo de
ella.
Cuéntanos sobre su vida,
sus obras, sus proyectos, su actividad literaria.
Estudié
Educación. Varias de mis electivas en la universidad fueron en humanidades,
sociología y psicología, me gustaba todo lo que me ayudara a entender las
sociedades. Escribía mis reflexiones en
una libretita, también poemas, pero luego de casarme y tener hijos me concentré
en la vida familiar. En el 2010 participé de un taller de escritura confesional
con Mairym Cruz-Bernal y conocí al poeta Marioantonio Rosa que me motivó a
publicar.
¿Cómo define su poesía?
Diría
que todavía estoy experimentando.
¿Cree que el poeta es un
ser obsesivo?
Mucho.
Yo tengo mis temas recurrentes.
¿Qué escritores o poetas
han influenciado en su producción literaria?
Cuando
niña leía a Andersen y a los Grimm … De
adolescente fueron Agatha Cristie, Sir Conan Doyle, Lovecraft, Bécquer, Julia
y Poe. Luego llegaron Rosario
Castellanos, el incomparable Vallejo, Kafka, Asimov, Bradbury, Cortázar, Borges
y Nietzshe. Más recientemente Mairym Cruz Bernal, Mayda Colón y María Soledad
Calero. Las tres tratan temas que no se deben dejar en la oscuridad. Sigo
leyendo. Sigo descubriendo nuevos autores que me hablan.
¿Qué tan importante para
usted es la literatura?
Es
mi pasión, como la vida, como la familia.
¿Es necesario que el
escritor sea un hombre comprometido?
Para
mí sí. Yo siento que todo escritor tiene una responsabilidad para con su
tiempo.
¿Cuál es el fin de su
poética?
Dejar
testimonio de mi tiempo, de lo bueno y de lo malo.
¿Cómo ha cambiado su
lenguaje poético a través de los años?
Yo
rimaba, todavía me gusta la rima, pero ya no la utilizo, fue un cambio
paulatino.
Dentro de su producción literaria, ¿Qué obra elegiría
usted por optar en una en especial?
Tal
vez “Mundo cero”, me parece que tiene mucho de mi visión de mundo.
¿Qué hace antes de
escribir?
No
tengo una rutina, es algo que nace espontáneamente, aunque muchas veces he
estado escuchando música o mirando un cuadro, que son otra forma de poesía.
¿Qué opinión tiene usted
sobre la poesía que se publica en la actualidad?
Me
parece que estamos en un tiempo de efervescencia, eso siempre presagia cambios.
Yo creo que hay mucho texto interesante y mucha variedad de estilo. Yo soy una
observadora, sigo leyendo.
¿Qué es para usted un buen
libro?
Como
dijo Kafka, aquel que me conecte un puño en el hígado.
¿Cómo ve usted hoy por hoy
la industria editorial? ¿Cómo autor, qué soluciones le daría a este problema?
En
el 1992 había seis editoriales importantes, tres de ellas subsidiadas por el
gobierno, si tu obra llamaba la atención de alguna de esas tres, podían leerla
nuestros niños, si no otra era la
historia, y hace falta que se actualicen las lecturas suplementarias en
nuestras escuelas; hoy hay unas cuantas
editoriales nuevas, pero el panorama editorial no ha cambiado mucho.
¿Cree en los concursos o
certámenes literarios?
No
me preocupo mucho de ello, hay de todo.
¿Qué opina de las nuevas
formas de difusión literaria por Internet, como revistas literarias, blogs,
páginas sobre literatura, redes sociales, entre otras?
Los soportes de las innovaciones
tecnológicas tienen, hoy más que nunca, un rol protagonico en la literatura. Muchos escritores puertorriqueños,
residentes de la isla y compatriotas en la diáspora, tienen blog o páginas web
propias. Una colega, Marlyn Cruz
Centeno, llevó con éxito un taller virtual de escritura creativa desde su blog.
Algunos colegas (Marlyn, Luis Francisco Cintrón, Miranda Merced y Christian
Marrero) hemos iniciado un proyecto literario de reseñas y escritura cretiva.
Creo que se pueden lograr muchas cosas desde las redes.
¿Cuáles son las obras que
recomienda leer?
“Prosac”
de Mayda Colón y “Parque prospecto” de Karen Sevilla, por nombrar algunos
poetas puertorriqueños de reciente publicación. Clásicos, todo lo que puedas
encontrar de Poe, Bradbury, Rosario Castellanos y Vallejo.
¿Cuál es el consejo que
daría a los nóveles poetas?
Yo
me considero todavía una poeta novel.
Por último: ¿desea agregar
algo más?
Creo
que quisiera hacerme eco de unas palabras que escribió Castellanos, hablando de
la madre literatura: “He aquí la obra, el libro. Duerma mi último día su
sombra”.
Poemas de la autora
Sueño de leche
a
Nayeli Dinos, mi pequeña
La gran ruleta apuesta a la vida.
Ahí comienza el misterio.
Asoma el milagro.
María es visitada por el ángel.
Y el ángel está sobre su vientre.
La voz es la madre.
La letra también.
Mi cuerpo es el texto.
El cordón nunca se corta.
Sueño de leche.
Tinta blanca en la boca de mi hija.
- Heimweh -
Líquido fuimos y al líquido volveremos.
De lo trivial a
lo profundo
Siempre hay algo que se
pierde
en medio de la apiñada
muchedumbre:
el gesto leve que se hacen
dos amigos,
una visión distinta del
mundo,
un aire de libertad y
emancipación
que trata de respirar, de
abrirse
a una miríada de emociones
nuevas.
Siempre hay algo que se
pierde
en medio de la apiñada
muchedumbre:
cierto espíritu de
solidaridad,
unas fuerzas atropelladas
por otras,
pequeños acontecimientos
cotidianos,
como esos deditos chiquitos
que se amarran con fuerza a
un pulgar,
demasiadas cosas que no
vemos.
Un café
con Rosario Castellanos
"Desde
hace años, lectura,
tu lento arado
se hunde en mis entrañas"
Rosario
Castellanos
Hace tiempo que te esperaba,
quería bridarte esta sonrisa de amiga,
encontrarme en páginas de sobremesa contigo,
más allá del aleteo de los cuervos negros,
por encima de los que fuman su cigarro,
sé que te gustan esos instantes
en que la cafetera silba su tonada,
en que la ternura flamea su constancia,
en donde la plenitud consiste
como dices "en ser y dejar pasar".
Por eso he pagado este café
que humea junto a tu libro entumecido,
leo tus palabras para reanimarte en mi mente,
pero Frida, Julia y tú nunca andan lejos,
hace rato que guardo silencio,
mis oídos cansados del ruido
se niegan a escuchar otra cosa
que no sea el pasar de las hojas amarillas.
Comulgamos, recordamos
a Malinche, Tlatelolco y el crimen de ser mujeres,
te presento a Nayeli y tú me hablas de Gabriel,
del tiempo transcurrido en Israel,
de lo que se siente al vivir en tierra extraña,
de la lámpara que cae,
del destino último de las cosas,
me levanto,
dejo una mesa vacía,
dos tazas de café intactas
y me sumo a los que sufren la lluvia inclemente
del día a día.
El último libro
del estante
Ayer se rompieron los zapatos de tacón
que descansaban junto a las magnolias.
Faltan dos minutos para el mediodía.
Me lastimo al frotar contra el índice
la mancha de tinta que apartó el tiempo.
Observo el libro en lo alto del estante
y arreglo el botón superior de mi blusa
mientras paso un dedo sobre su lomo.
22 de julio de 2014
Eucalipto
Las hojas caen en el naranja de la tarde,
la tierra donde descansan es su nido,
se alza allá en la lejanía, un bosque,
los eucaliptos son altos y delgados,
sus ramas compiten por la luz,
la necesitan, como todos los seres,
nadie se salva de existir,
ni siquiera un eucalipto en Kenko.
23 de julio de 2014
Sobre la autora:
Lynette
Mabel Pérez. Mocana,
nace en Puerto Rico en el 1976. Tiene una Maestría en Artes del lenguaje, de la
Universidad Interamericana de Puerto Rico. Ha publicado cinco libros: Imaginería
(Isla Negra Editores), el plaquette de poesía Psicodelias Urbanas, Mundo
cero bajo el sello de Verde Blanco, es coautora de Mujer moderna
y Ars memoriae bajo el mismo sello. Fue profesora en la Universidad Metropolitana,
Recinto de Aguadilla y actualmente trabaja en Columbia Centro Universitario de
Caguas.
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