martes, 2 de mayo de 2023

Cuento: "El corazón delator" de Edgar Allan Poe con actividades de comprensión lectora

 

El corazón delator

Edgar Allan Poe


¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno. ¿Cómo puedo estar loco, entonces? Escuchen... y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad les cuento mi historia.

Me es imposible decir cómo aquella idea me entró en la cabeza por primera vez; pero, una vez concebida, me acosó noche y día. Yo no perseguía ningún propósito. Ni tampoco estaba colérico. Quería mucho al viejo. Jamás me había hecho nada malo. Jamás me insultó. Su dinero no me interesaba. Me parece que fue su ojo. ¡Sí, eso fue! Tenía un ojo semejante al de un buitre... Un ojo celeste, y velado por una tela. Cada vez que lo clavaba en mí se me helaba la sangre. Y así, poco a poco, muy gradualmente, me fui decidiendo a matar al viejo y librarme de aquel ojo para siempre.

Presten atención ahora. Ustedes me toman por loco. Pero los locos no saben nada. En cambio... ¡Si hubieran podido verme! ¡Si hubieran podido ver con qué habilidad procedí! ¡Con qué cuidado... con qué previsión... con qué disimulo me puse a la obra! Jamás fui más amable con el viejo que la semana antes de matarlo. Todas las noches, hacia las doce, hacía yo girar el picaporte de su puerta y la abría... ¡oh, tan suavemente! Y entonces, cuando la abertura era lo bastante grande para pasar la cabeza, levantaba una linterna sorda, cerrada, completamente cerrada, de manera que no se viera ninguna luz, y tras ella pasaba la cabeza. ¡Oh, ustedes se hubieran reído al ver cuán astutamente pasaba la cabeza! La movía lentamente... muy, muy lentamente, a fin de no perturbar el sueño del viejo. Me llevaba una hora entera introducir completamente la cabeza por la abertura de la puerta, hasta verlo tendido en su cama. ¿Eh? ¿Es que un loco hubiera sido tan prudente como yo? Y entonces, cuando tenía la cabeza completamente dentro del cuarto, abría la linterna cautelosamente... ¡oh, tan cautelosamente! Sí, cautelosamente iba abriendo la linterna (pues crujían las bisagras), la iba abriendo lo suficiente para que un solo rayo de luz cayera sobre el ojo de buitre. Y esto lo hice durante siete largas noches... cada noche, a las doce... pero siempre encontré el ojo cerrado, y por eso me era imposible cumplir mi obra, porque no era el viejo quien me irritaba, sino el mal de ojo. Y por la mañana, apenas iniciado el día, entraba sin miedo en su habitación y le hablaba resueltamente, llamándolo por su nombre con voz cordial y preguntándole cómo había pasado la noche. Ya ven ustedes que tendría que haber sido un viejo muy astuto para sospechar que todas las noches, justamente a las doce, iba yo a mirarlo mientras dormía.

Al llegar la octava noche, procedí con mayor cautela que de costumbre al abrir la puerta. El minutero de un reloj se mueve con más rapidez de lo que se movía mi mano. Jamás, antes de aquella noche, había sentido el alcance de mis facultades, de mi sagacidad. Apenas lograba contener mi impresión de triunfo. ¡Pensar que estaba ahí, abriendo poco a poco la puerta, y que él ni siquiera soñaba con mis secretas intenciones o pensamientos! Me reí entre dientes ante esta idea, y quizá me oyó, porque lo sentí moverse repentinamente en la cama, como si se sobresaltara. Ustedes pensarán que me eché hacia atrás... pero no. Su cuarto estaba tan negro como la brea, ya que el viejo cerraba completamente las persianas por miedo a los ladrones; yo sabía que le era imposible distinguir la abertura de la puerta, y seguí empujando suavemente, suavemente.

Había ya pasado la cabeza y me disponía a abrir la linterna, cuando mi pulgar resbaló en el cierre metálico y el viejo se enderezó en el lecho, gritando:

-¿Quién está ahí?

Permanecí inmóvil, sin decir palabra. Durante una hora entera no moví un solo músculo, y en todo ese tiempo no oí que volviera a tenderse en la cama. Seguía sentado, escuchando... tal como yo lo había hecho, noche tras noche, mientras escuchaba en la pared los taladros cuyo sonido anuncia la muerte.

Oí de pronto un leve quejido, y supe que era el quejido que nace del terror. No expresaba dolor o pena... ¡oh, no! Era el ahogado sonido que brota del fondo del alma cuando el espanto la sobrecoge. Bien conocía yo ese sonido. Muchas noches, justamente a las doce, cuando el mundo entero dormía, surgió de mi pecho, ahondando con su espantoso eco los terrores que me enloquecían. Repito que lo conocía bien. Comprendí lo que estaba sintiendo el viejo y le tuve lástima, aunque me reía en el fondo de mi corazón. Comprendí que había estado despierto desde el primer leve ruido, cuando se movió en la cama. Había tratado de decirse que aquel ruido no era nada, pero sin conseguirlo. Pensaba: "No es más que el viento en la chimenea... o un grillo que chirrió una sola vez". Sí, había tratado de darse ánimo con esas suposiciones, pero todo era en vano. Todo era en vano, porque la Muerte se había aproximado a él, deslizándose furtiva, y envolvía a su víctima. Y la fúnebre influencia de aquella sombra imperceptible era la que lo movía a sentir -aunque no podía verla ni oírla-, a sentir la presencia de mi cabeza dentro de la habitación.

Después de haber esperado largo tiempo, con toda paciencia, sin oír que volviera a acostarse, resolví abrir una pequeña, una pequeñísima ranura en la linterna.

Así lo hice -no pueden imaginarse ustedes con qué cuidado, con qué inmenso cuidado-, hasta que un fino rayo de luz, semejante al hilo de la araña, brotó de la ranura y cayó de lleno sobre el ojo de buitre.

Estaba abierto, abierto de par en par... y yo empecé a enfurecerme mientras lo miraba. Lo vi con toda claridad, de un azul apagado y con aquella horrible tela que me helaba hasta el tuétano. Pero no podía ver nada de la cara o del cuerpo del viejo, pues, como movido por un instinto, había orientado el haz de luz exactamente hacia el punto maldito.

¿No les he dicho ya que lo que toman erradamente por locura es sólo una excesiva agudeza de los sentidos? En aquel momento llegó a mis oídos un resonar apagado y presuroso, como el que podría hacer un reloj envuelto en algodón. Aquel sonido también me era familiar. Era el latir del corazón del viejo. Aumentó aún más mi furia, tal como el redoblar de un tambor estimula el coraje de un soldado.

Pero, incluso entonces, me contuve y seguí callado. Apenas si respiraba. Sostenía la linterna de modo que no se moviera, tratando de mantener con toda la firmeza posible el haz de luz sobre el ojo. Entretanto, el infernal latir del corazón iba en aumento. Se hacía cada vez más rápido, cada vez más fuerte, momento a momento. El espanto del viejo tenía que ser terrible. ¡Cada vez más fuerte, más fuerte! ¿Me siguen ustedes con atención? Les he dicho que soy nervioso. Sí, lo soy. Y ahora, a medianoche, en el terrible silencio de aquella antigua casa, un resonar tan extraño como aquél me llenó de un horror incontrolable. Sin embargo, me contuve todavía algunos minutos y permanecí inmóvil. ¡Pero el latido crecía cada vez más fuerte, más fuerte! Me pareció que aquel corazón iba a estallar. Y una nueva ansiedad se apoderó de mí... ¡Algún vecino podía escuchar aquel sonido! ¡La hora del viejo había sonado! Lanzando un alarido, abrí del todo la linterna y me precipité en la habitación. El viejo clamó una vez... nada más que una vez. Me bastó un segundo para arrojarlo al suelo y echarle encima el pesado colchón. Sonreí alegremente al ver lo fácil que me había resultado todo. Pero, durante varios minutos, el corazón siguió latiendo con un sonido ahogado. Claro que no me preocupaba, pues nadie podría escucharlo a través de las paredes. Cesó, por fin, de latir. El viejo había muerto. Levanté el colchón y examiné el cadáver. Sí, estaba muerto, completamente muerto. Apoyé la mano sobre el corazón y la mantuve así largo tiempo. No se sentía el menor latido. El viejo estaba bien muerto. Su ojo no volvería a molestarme.

Si ustedes continúan tomándome por loco dejarán de hacerlo cuando les describa las astutas precauciones que adopté para esconder el cadáver. La noche avanzaba, mientras yo cumplía mi trabajo con rapidez, pero en silencio. Ante todo descuarticé el cadáver. Le corté la cabeza, brazos y piernas.

Levanté luego tres planchas del piso de la habitación y escondí los restos en el hueco. Volví a colocar los tablones con tanta habilidad que ningún ojo humano -ni siquiera el suyo- hubiera podido advertir la menor diferencia. No había nada que lavar... ninguna mancha... ningún rastro de sangre. Yo era demasiado precavido para eso. Una cuba había recogido todo... ¡ja, ja!

Cuando hube terminado mi tarea eran las cuatro de la madrugada, pero seguía tan oscuro como a medianoche. En momentos en que se oían las campanadas de la hora, golpearon a la puerta de la calle. Acudí a abrir con toda tranquilidad, pues ¿qué podía temer ahora?

Hallé a tres caballeros, que se presentaron muy civilmente como oficiales de policía. Durante la noche, un vecino había escuchado un alarido, por lo cual se sospechaba la posibilidad de algún atentado. Al recibir este informe en el puesto de policía, habían comisionado a los tres agentes para que registraran el lugar.

Sonreí, pues... ¿qué tenía que temer? Di la bienvenida a los oficiales y les expliqué que yo había lanzado aquel grito durante una pesadilla. Les hice saber que el viejo se había ausentado a la campaña. Llevé a los visitantes a recorrer la casa y los invité a que revisaran, a que revisaran bien. Finalmente, acabé conduciéndolos a la habitación del muerto. Les mostré sus caudales intactos y cómo cada cosa se hallaba en su lugar. En el entusiasmo de mis confidencias traje sillas a la habitación y pedí a los tres caballeros que descansaran allí de su fatiga, mientras yo mismo, con la audacia de mi perfecto triunfo, colocaba mi silla en el exacto punto bajo el cual reposaba el cadáver de mi víctima.

Los oficiales se sentían satisfechos. Mis modales los habían convencido. Por mi parte, me hallaba perfectamente cómodo. Sentáronse y hablaron de cosas comunes, mientras yo les contestaba con animación. Mas, al cabo de un rato, empecé a notar que me ponía pálido y deseé que se marcharan. Me dolía la cabeza y creía percibir un zumbido en los oídos; pero los policías continuaban sentados y charlando. El zumbido se hizo más intenso; seguía resonando y era cada vez más intenso. Hablé en voz muy alta para librarme de esa sensación, pero continuaba lo mismo y se iba haciendo cada vez más clara... hasta que, al fin, me di cuenta de que aquel sonido no se producía dentro de mis oídos.

Sin duda, debí de ponerme muy pálido, pero seguí hablando con creciente soltura y levantando mucho la voz. Empero, el sonido aumentaba... ¿y que podía hacer yo? Era un resonar apagado y presuroso..., un sonido como el que podría hacer un reloj envuelto en algodón. Yo jadeaba, tratando de recobrar el aliento, y, sin embargo, los policías no habían oído nada. Hablé con mayor rapidez, con vehemencia, pero el sonido crecía continuamente. Me puse en pie y discutí sobre insignificancias en voz muy alta y con violentas gesticulaciones; pero el sonido crecía continuamente. ¿Por qué no se iban? Anduve de un lado a otro, a grandes pasos, como si las observaciones de aquellos hombres me enfurecieran; pero el sonido crecía continuamente. ¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer yo? Lancé espumarajos de rabia... maldije... juré... Balanceando la silla sobre la cual me había sentado, raspé con ella las tablas del piso, pero el sonido sobrepujaba todos los otros y crecía sin cesar. ¡Más alto... más alto... más alto! Y entretanto los hombres seguían charlando plácidamente y sonriendo. ¿Era posible que no oyeran? ¡Santo Dios! ¡No, no! ¡Claro que oían y que sospechaban! ¡Sabían... y se estaban burlando de mi horror! ¡Sí, así lo pensé y así lo pienso hoy! ¡Pero cualquier cosa era preferible a aquella agonía! ¡Cualquier cosa sería más tolerable que aquel escarnio! ¡No podía soportar más tiempo sus sonrisas hipócritas! ¡Sentí que tenía que gritar o morir, y entonces... otra vez... escuchen... más fuerte... más fuerte... más fuerte... más fuerte!

-¡Basta ya de fingir, malvados! -aullé-. ¡Confieso que lo maté! ¡Levanten esos tablones! ¡Ahí... ahí! ¡Donde está latiendo su horrible corazón!

 

Narraciones extraordinarias. Edgar Allan Poe.

 

ACTIVIDADES DE COMPRENSIÓN LECTORA:

 

1. En el primer párrafo el personaje nos habla de su “locura” ¿Qué efectos causa la locura en el personaje principal?

2. ¿Cuál es la obsesión del personaje principal?

3. ¿Cómo era la relación entre el personaje principal y el viejo?

4. ¿Por qué el personaje principal dice que no está loco?

5. ¿Cómo el personaje principal mata al viejo?

6. ¿Qué es la locura para el personaje?

7. ¿Qué puede simbolizar el latir del corazón del viejo? ¿Por qué?

8. ¿El personaje está arrepentido de matar al viejo?

9. Si entendemos por loco a aquella persona que ha perdido totalmente la racionalidad, ¿Está realmente loco el personaje? ¿Por qué?

10. ¿Dónde escondió el cadáver?

11. ¿Por qué llegaron los oficiales? ¿A dónde los conduce el personaje principal?

12. ¿Cómo justifica el alarido escuchado por el vecino y la ausencia del viejo?

13. ¿Qué relación encuentras entre el título del cuento y la historia que se narra?

14. Deduce un posible móvil (una explicación) de por qué el personaje principal mata al viejo.

 

 

ACTIVIDAD CREATIVA

1. Escribe un microrrelato de terror en primera persona donde se hable de manera obsesiva de un elemento simbólico. (de 8 a 12 líneas)

 

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA:

VIDEO SOBRE “ROMANTICISMO NORTEAMERICANO: EDGAR ALLAN POE”



lunes, 1 de mayo de 2023

Práctica de comprensión lectora: Leemos un texto extraído de las pruebas PISA

 

Práctica de comprensión lectora:
Leemos un texto extraído de las pruebas PISA
 

 
LECTURA:
Opiniones de los estudiantes
Hay mucha gente en el mundo muriéndose de hambre y enfermedades, mientras nosotros nos preocupamos más de los avances futuros. Dejamos atrás a esa gente intentando olvidarlos y seguir adelante. Las grandes compañías gastan billones de dólares cada año en la investigación espacial. Si el dinero gastado en la exploración del espacio se empleara en beneficio del necesitado y no del codicioso, se podría aliviar el sufrimiento de millones de personas.
 
 
El desafío de explorar el espacio es fuente de inspiración para mucha gente. Durante miles de años hemos estado soñando con el universo, deseando comunicarnos con algo que sólo imaginamos que existe, anhelando saber... ¿Estamos solos?
 
La exploración del espacio es una metáfora del conocimiento y el conocimiento es lo que mueve nuestro mundo. Mientras que los realistas siguen recordándonos nuestros problemas actuales, los soñadores amplían nuestras mentes. Son las visiones, esperanzas y deseos de los soñadores los que nos conducirán al futuro.
Beatriz
 
 
Nos cargamos las selvas tropicales porque hay petróleo en el subsuelo, excavamos minas en terreno sagrado para obtener uranio. ¿Destruiríamos también otro planeta sólo por conseguir la solución a problemas creados por nosotros mismos? ¡Por supuesto!
 
La exploración del espacio confirma la poderosa creencia de que los problemas del hombre pueden solucionarse mediante nuestra siempre creciente dominación del medio ambiente. Los seres humanos seguirán creyendo que tienen derecho a abusar de los recursos naturales como los ríos y las selvas tropicales, si saben que siempre queda otro planeta a la vuelta de la esquina esperando ser explotado.
 
Hemos hecho suficiente daño a la tierra. Deberíamos dejar tranquilo el espacio exterior.
Diego
 
 
Los recursos de la tierra están desapareciendo a gran velocidad. La población de la tierra está creciendo a un ritmo desenfrenado. La contaminación ha producido un agujero en la capa de ozono. La vida no puede mantenerse si continuamos viviendo de este modo. Las tierras fértiles se están agotando y pronto nuestros recursos alimentarios se reducirán. Ya hay casos de hambre y enfermedades causados por la superpoblación.
 
El espacio es una enorme región vacía que podemos usar en nuestro beneficio. Apoyando la exploración del espacio, podremos encontrar un día un planeta donde vivir. De momento, esto parece impensable, pero la idea de viajar por el espacio parecía imposible en el pasado. Interrumpir la exploración del espacio para resolver problemas inmediatos muestra una gran estrechez mental y una visión a corto plazo. Debemos aprender a pensar no sólo en esta generación sino en las generaciones futuras.
Félix
 
Ignorar lo que la exploración del espacio tiene que ofrecer sería una gran pérdida para la humanidad. Las posibilidades de alcanzar una mayor comprensión del universo y sus orígenes son demasiado valiosas para desaprovecharlas. El estudio de los cuerpos celestes ya ha aumentado nuestra comprensión de los problemas medioambientales y del posible futuro de la Tierra si no aprendemos a gestionar nuestras actividades.
 
También hay beneficios indirectos de la investigación para los viajes espaciales. La creación de la tecnología láser y otros tratamientos médicos puede atribuirse a la investigación espacial. Substancias como el teflón, el grafito y la baquelita han sido descubiertas gracias al interés de la humanidad por los viajes espaciales. Por lo tanto, las nuevas tecnologías creadas para la investigación espacial pueden tener beneficios inmediatos para todo el mundo.
Teresa
 
 
Tomado y adaptado de ítems liberados de la prueba PISA
 
RESPONDE:
1. ¿Cuál es el tema de discusión de las opiniones de los estudiantes?
a) El uso de recursos económicos.
b) El gasto innecesario.
c) La investigación espacial.
d) La importancia de saber gastar el dinero de los gobiernos.
 
2. ¿Cuál es la postura de Ana?
a) No es necesario gastar billones de dólares en la investigación espacial, sino que se debería usar ese dinero en los más necesitados.
b) Hay mucha gente en el mundo muriéndose de hambre y enfermedades y nadie se preocupa de su futuro.
c) Hay que beneficiar al necesitado y no al codicioso, sino seguirá habiendo hambre y enfermedades den el mundo.
d) Dejamos atrás a la gente y olvidamos seguir adelante, por eso es necesario aliviar el sufrimiento de millones de personas.
 
3. Para Beatriz los soñadores:
a) Siguen recordándonos nuestros problemas actuales.
b) Explican todo con metáforas.
c) Viven reflexionando si es que estamos solos en el universo.
d) Construirán el futuro.
 
4. Se infiere que para Diego los seres humanos somos:
a) Reflexivos.
b) Ambiciosos.
c) Débiles.
d) Incoherentes.
 
5. Para Félix la exploración del espacio se hace pensando:
a) En la capacidad de los planetas para contener vida.
b) En la necesidad de obtener nuevos recursos del espacio exterior.
c) En la facultad humana para explorar y soñar con nuevos mundos.
d) En las generaciones futuras.
 
6. Para Teresa la exploración del espacio:
a) Hará que podamos solucionar los problemas que aquejan a nuestro planeta.
b) Hará posible que se exploten los recursos de otros cuerpos celestes.
c) Traerá beneficios tecnológicos.
d) Los habitantes de nuestro planeta podrán beneficiarse con los viajes interplanetarios.
 
7. ¿Cuál de las siguientes preguntas parecen estar contestando los y las estudiantes?
a) ¿Cuál es el problema más importante al que se enfrenta el mundo hoy?
b) ¿Estás a favor de la exploración del espacio?
c) ¿Crees en la vida más allá de nuestro planeta?
d) ¿Qué avances recientes ha habido en la investigación espacial?
 
8. ¿Qué estudiante contradice más directamente la exposición de Félix?
a) Diego.
b) Ana.
c) Teresa.
d) Beatriz.
 
9. ¿Cómo rebatirías lo planteado por Ana? Apoya tu postura con argumentos coherentes y sólidos.

 

 

 

 
10. Pensando en las principales ideas expuestas por los cinco estudiantes, ¿con cuál de los estudiantes estás más de acuerdo?

 

 

 

 
SOLUCIÓN:
1C
2A
3D
4B
5D
6C
7B
8A
9.-Posible respuesta: En respuesta a lo planteado por Ana, es cierto que hay muchas personas en el mundo que sufren de hambre y enfermedades, y que podríamos aliviar su sufrimiento si dedicáramos los recursos financieros que se utilizan en la exploración del espacio a la ayuda humanitaria. Sin embargo, esto no significa que debamos abandonar la exploración del espacio. En realidad, la exploración espacial y la ayuda humanitaria no son mutuamente excluyentes; podemos hacer ambas cosas. Además, la exploración del espacio también puede tener beneficios indirectos para la humanidad, como el desarrollo de nuevas tecnologías y la comprensión de los problemas medioambientales. En última instancia, la exploración del espacio es una fuente de inspiración y puede ayudar a expandir nuestros horizontes y ampliar nuestra comprensión del universo.
10.-Posible respuesta: El estudiante debe estar de acuerdo con uno de los opinantes y defender su postura con argumentos. Una posible respuesta sería: Personalmente, me identifico más con la opinión expresada por Teresa. Creo que la exploración del espacio es importante porque puede llevarnos a una mayor comprensión del universo y sus orígenes, lo que puede tener beneficios directos e indirectos para la humanidad. Además, la investigación para los viajes espaciales ha llevado a la creación de tecnologías y descubrimientos que han beneficiado a la humanidad en general. Sin embargo, también creo que debemos ser conscientes de los problemas medioambientales y sociales que enfrentamos en la Tierra y trabajar para abordarlos de manera efectiva. La exploración del espacio no debe ser vista como una solución mágica para todos nuestros problemas, pero puede ser una parte importante de nuestra búsqueda de soluciones a largo plazo.

APRENDE MÁS SOBRE COMPRENSIÓN LECTORA CON ESTE VIDEO:





Cuento “El solitario” de Horacio Quiroga con preguntas y respuestas de comprensión lectora

 

Cuento “El solitario” de Horacio Quiroga con preguntas y respuestas de comprensión lectora
 


LECTURA:
El solitario
Horacio Quiroga
 
Kassim era un hombre enfermizo, joyero de profesión, bien que no tuviera tienda establecida. Trabajaba para las grandes casas, siendo su especialidad el montaje de las piedras preciosas. Pocas manos como las suyas para los engarces delicados. Con más arranque y habilidad comercial, hubiera sido rico. Pero a los treinta y cinco años proseguía en su pieza, aderezada en taller bajo la ventana.
Kassim, de cuerpo mezquino, rostro exangüe sombreado por rala barba negra, tenía una mujer hermosa y fuertemente apasionada. La joven, de origen callejero, había aspirado con su hermosura a un más alto enlace. Esperó hasta los veinte años, provocando a los hombres y a sus vecinas con su cuerpo. Temerosa al fin, aceptó nerviosamente a Kassim.
No más sueños de lujo, sin embargo. Su marido, hábil artista aún, carecía completamente de carácter para hacer una fortuna. Por lo cual, mientras el joyero trabajaba doblado sobre sus pinzas, ella, de codos, sostenía sobre su marido una lenta y pesada mirada, para arrancarse luego bruscamente y seguir con la vista tras los vidrios al transeúnte de posición que podía haber sido su marido.
Cuanto ganaba Kassim, no obstante, era para ella. Los domingos trabajaba también a fin de poderle ofrecer un suplemento. Cuando María deseaba una joya -¡y con cuánta pasión deseaba ella!- trabajaba de noche. Después había tos y puntadas al costado; pero María tenía sus chispas de brillante.
Poco a poco el trato diario con las gemas llegó a hacerle amar las tareas del artífice, y seguía con ardor las íntimas delicadezas del engarce. Pero cuando la joya estaba concluida -debía partir, no era para ella- caía más hondamente en la decepción de su matrimonio. Se probaba la alhaja, deteniéndose ante el espejo. Al fin la dejaba por ahí, y se iba a su cuarto. Kassim se levantaba al oír sus sollozos, y la hallaba en la cama, sin querer escucharlo.
-Hago, sin embargo, cuanto puedo por ti -decía él al fin, tristemente.
Los sollozos subían con esto, y el joyero se reinstalaba lentamente en su banco.
Estas cosas se repitieron, tanto que Kassim no se levantaba ya a consolarla. ¡Consolarla! ¿de qué? Lo cual no obstaba para que Kassim prolongara más sus veladas a fin de un mayor suplemento.
Era un hombre indeciso, irresoluto y callado. Las miradas de su mujer se detenían ahora con más pesada fijeza sobre aquella muda tranquilidad.
-¡Y eres un hombre, tú! -murmuraba.
Kassim, sobre sus engarces, no cesaba de mover los dedos.
-No eres feliz conmigo, María -expresaba al rato.
-¡Feliz! ¡Y tienes el valor de decirlo! ¿Quién puede ser feliz contigo? ¡Ni la última de las mujeres!… ¡Pobre diablo! -concluía con risa nerviosa, yéndose.
Kassim trabajaba esa noche hasta las tres de la mañana, y su mujer tenía luego nuevas chispas que ella consideraba un instante con los labios apretados.
-Sí… ¡no es una diadema sorprendente!… ¿cuándo la hiciste?
-Desde el martes -mirábala él con descolorida ternura- dormías de noche…
-¡Oh, podías haberte acostado!… ¡Inmensos, los brillantes!
Porque su pasión eran las voluminosas piedras que Kassim montaba. Seguía el trabajo con loca hambre de que concluyera de una vez, y apenas aderezada la alhaja, corría con ella al espejo. Luego, un ataque de sollozos.
-¡Todos, cualquier marido, el último, haría un sacrificio para halagar a su mujer! Y tú… y tú… ni un miserable vestido que ponerme tengo!
Cuando se franquea cierto límite de respeto al varón, la mujer puede llegar a decir a su marido cosas increíbles.
La mujer de Kassim franqueó ese límite con una pasión igual por lo menos a la que sentía por los brillantes. Una tarde, al guardar sus joyas, Kassim notó la falta de un prendedor -cinco mil pesos en dos solitarios-. Buscó en sus cajones de nuevo.
-¿No has visto el prendedor, María? Lo dejé aquí.
-Sí, lo he visto.
-¿Dónde está? -se volvió extrañado.
-¡Aquí!
Su mujer, los ojos encendidos y la boca burlona, se erguía con el prendedor puesto.
-Te queda muy bien -dijo Kassim al rato-. Guardémoslo.
María se rio.
-¡Oh, no! es mío.
-¿Broma?…
-¡Sí, es broma! ¡es broma, sí! ¡Cómo te duele pensar que podría ser mío…! Mañana te lo doy. Hoy voy al teatro con él.
Kassim se demudó.
-Haces mal… podrían verte. Perderían toda confianza en mí.
-¡Oh! -cerró ella con rabioso fastidio, golpeando violentamente la puerta.
Vuelta del teatro, colocó la joya sobre el velador. Kassim se levantó y la guardó en su taller bajo llave. Al volver, su mujer estaba sentada en la cama.
-¡Es decir, que temes que te la robe! ¡Que soy una ladrona!
-No mires así… Has sido imprudente, nada más.
-¡Ah! ¡Y a ti te lo confían! ¡A ti, a ti! ¡Y cuando tu mujer te pide un poco de halago, y quiere… me llamas ladrona a mí! ¡Infame!
Se durmió al fin. Pero Kassim no durmió.
Entregaron luego a Kassim para montar, un solitario, el brillante más admirable que hubiera pasado por sus manos.
-Mira, María, qué piedra. No he visto otra igual.
Su mujer no dijo nada; pero Kassim la sintió respirar hondamente sobre el solitario.
-Una agua admirable… -prosiguió él- costará nueve o diez mil pesos.
-¡Un anillo! -murmuró María al fin.
-No, es de hombre… Un alfiler.
A compás del montaje del solitario, Kassim recibió sobre su espalda trabajadora cuanto ardía de rencor y cocotaje frustrado en su mujer. Diez veces por día interrumpía a su marido para ir con el brillante ante el espejo. Después se lo probaba con diferentes vestidos.
-Si quieres hacerlo después… -se atrevió Kassim-. Es un trabajo urgente.
Esperó respuesta en vano; su mujer abría el balcón.
-María, te pueden ver!
-¡Toma! ¡Ahí está tu piedra!
El solitario, violentamente arrancado, rodó por el piso.
Kassim, lívido, lo recogió examinándolo, y alzó luego desde el suelo la mirada a su mujer.
-Y bueno, ¿por qué me miras así? ¿Se hizo algo tu piedra?
-No -repuso Kassim. Y reanudó en seguida su tarea, aunque las manos le temblaban hasta dar lástima.
Pero tuvo que levantarse al fin a ver a su mujer en el dormitorio, en plena crisis de nervios. El pelo se había soltado y los ojos le salían de las órbitas.
-¡Dame el brillante! -clamó-. ¡Dámelo! ¡Nos escaparemos! ¡Para mí! ¡Dámelo!
-María… -tartamudeó Kassim, tratando de desasirse.
-¡Ah! -rugió su mujer enloquecida-. ¡Tú eres el ladrón, miserable! ¡Me has robado mi vida, ladrón, ladrón! ¡Y creías que no me iba a desquitar… cornudo! ¡Ajá! Mírame… no se te había ocurrido nunca, ¿eh? ¡Ah! -y se llevó las dos manos a la garganta ahogada. Pero cuando Kassim se iba, saltó de la cama y cayó, alcanzando a cogerlo de un botín.
-¡No importa! ¡El brillante, dámelo! ¡No quiero más que eso! ¡Es mío, Kassim miserable!
Kassim la ayudó a levantarse, lívido.
-Estás enferma, María. Después hablaremos… acuéstate.
-¡Mi brillante!
-Bueno, veremos si es posible… acuéstate.
-Dámelo!
La bola montó de nuevo a la garganta.
Kassim volvió a trabajar en su solitario. Como sus manos tenían una seguridad matemática, faltaban pocas horas ya.
María se levantó para comer, y Kassim tuvo la solicitud de siempre con ella. Al final de la cena su mujer lo miró de frente.
-Es mentira, Kassim -le dijo.
-¡Oh! -repuso Kassim sonriendo- no es nada.
-¡Te juro que es mentira! -insistió ella.
Kassim sonrió de nuevo, tocándole con torpe cariño la mano.
-¡Loca! Te digo que no me acuerdo de nada.
Y se levantó a proseguir su tarea. Su mujer, con la cara entre las manos, lo siguió con la vista.
-Y no me dice más que eso… -murmuró. Y con una honda náusea por aquello pegajoso, fofo e inerte que era su marido, se fue a su cuarto.
No durmió bien. Despertó, tarde ya, y vio luz en el taller; su marido continuaba trabajando. Una hora después, este oyó un alarido.
-¡Dámelo!
-Sí, es para ti; falta poco, María -repuso presuroso, levantándose. Pero su mujer, tras ese grito de pesadilla, dormía de nuevo. A las dos de la mañana Kassim pudo dar por terminada su tarea; el brillante resplandecía, firme y varonil en su engarce. Con paso silencioso fue al dormitorio y encendió la veladora. María dormía de espaldas, en la blancura helada de su camisón y de la sábana.
Fue al taller y volvió de nuevo. Contempló un rato el seno casi descubierto, y con una descolorida sonrisa apartó un poco más el camisón desprendido.
Su mujer no lo sintió.
No había mucha luz. El rostro de Kassim adquirió de pronto una dura inmovilidad, y suspendiendo un instante la joya a flor del seno desnudo, hundió, firme y perpendicular como un clavo, el alfiler entero en el corazón de su mujer.
Hubo una brusca apertura de ojos, seguida de una lenta caída de párpados. Los dedos se arquearon, y nada más.
La joya, sacudida por la convulsión del ganglio herido, tembló un instante desequilibrada. Kassim esperó un momento; y cuando el solitario quedó por fin perfectamente inmóvil, pudo entonces retirarse, cerrando tras de sí la puerta sin hacer ruido.
 

PREGUNTAS DE COMPRENSIÓN LECTORA:

1. ¿Cuál era la habilidad de Kassim?
2. Qué significa la frase: “La joven, de origen callejero, había aspirado con su hermosura a un más alto enlace”. Explica tu respuesta.
3. ¿Por qué María deseaba una joya? Explica tu respuesta.
4. ¿Qué piensas de la actitud de María para con Kassim? Justifica tu respuesta.
5. ¿Por qué no Kassim no quería que María se vaya al teatro con el prendedor?
6. ¿Qué pasó al final del cuento?
7. ¿Cuál es el problema que puedes identificar en este cuento? Explica tu respuesta.
8. ¿Con qué palabra calificarías a María y con qué a Kassim? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.
9. Si pudieras resumir este cuento usando solo una palabra, ¿cuál sería? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.
10. ¿Cuál es tu opinión y valoración sobre el cuento? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.
 



POSIBLES RESPUESTA:
1. La habilidad de Kassim era el montaje de piedras preciosas.
2. La frase significa que la joven, a pesar de su origen humilde, esperaba casarse con alguien de una posición social más alta gracias a su belleza.
3. María deseaba una joya porque aspiraba a una vida lujosa y creía que las joyas eran un símbolo de estatus social.
4. La actitud de María hacia Kassim es egoísta y manipuladora, ya que lo presiona constantemente para que le compre joyas y lo interrumpe en su trabajo sin consideración por sus necesidades o responsabilidades laborales.
5. Kassim no quería que María se fuera al teatro con el prendedor porque era un trabajo urgente y no podía permitirse retrasos en la entrega del mismo. Además, si la veían con el prendedor podían perder la confianza en él y su trabajo.
6. Al final del cuento, Kassim termina por asesinar a María, posiblemente cansado de la vanidad y egoísmo de su mujer por las joyas.
7. El problema principal del cuento es la falta de comunicación y respeto mutuo entre Kassim y María, así como la obsesión de esta última por las joyas y el estatus social.
8. Podríamos calificar a María como egoísta o materialista debido a su obsesión por las joyas y su falta de consideración hacia los sentimientos o necesidades de Kassim. A Kassim podríamos calificarlo como trabajador o hábil debido a su habilidad como joyero y su dedicación a su trabajo.
9. Si tuviera que resumir este cuento en una palabra, sería "obsesión". La obsesión de María por las joyas y el estatus social, y la obsesión de Kassim por su trabajo y la perfección en su oficio son los principales motores de la trama.
10. En mi opinión, "El solitario" es un cuento interesante que muestra cómo la obsesión y el egoísmo pueden afectar negativamente las relaciones interpersonales. Aunque algunos personajes pueden resultar antipáticos o desagradables, creo que el autor logra crear una historia convincente y bien escrita que mantiene al lector interesado hasta el final. En general, valoro positivamente este cuento por su capacidad para explorar temas universales como la ambición, la codicia y las relaciones humanas complejas.


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sábado, 29 de abril de 2023

Práctica de comprensión lectora: Leemos un texto expositivo sobre LA INTELIGENCIA

 

Práctica de comprensión lectora: Leemos un texto expositivo sobre LA INTELIGENCIA
 
Práctica de comprensión lectora



LECTURA:
¿Qué es inteligencia?
 
La palabra "inteligencia" tiene su origen en la unión de dos vocablos latinos: inter = entre, y eligere= escoger. En su sentido más amplio, significa la ca­pacidad cerebral por la cual conseguimos penetrar en la comprensión de las cosas eligiendo el mejor camino. La formación de ideas, el juicio y el razona­miento son frecuentemente señalados como actos esenciales de la inteligen­cia, como "facultad de comprender".
 
Analizando de modo sucinto las raíces biológicas de la inteligencia, se des­cubre que es producto de una operación cerebral y permite al sujeto resolver problemas e, incluso, crear productos que tengan valor específico dentro de una cultura. De ese modo, la inteligencia sirve para librarnos de algunos "aprietos" sugiriendo opciones que, en último término, nos llevan a elegir la mejor solución para cualquier problema.
 
De ese modo, si estamos perdidos en un lugar y necesitamos hallar la sa­lida salvadora, utilizamos la inteligencia, que nos indicará la mejor opción: consultar a un guía, preguntar a alguien o buscar en la memoria una referen­cia sobre el lugar de interés. Del mismo modo, cuando necesitamos resolver un problema generado por interpretar mal una intervención cualquiera, es la inteligencia quien selecciona cuál deberá ser la acción más adecuada: pe­dir disculpas, escribir una carta dando explicaciones o enviar un regalo a la persona afectada.
 
Eliminando la idea preconcebida de la existencia de una "inteligencia ge­neral" y asumiendo la idea de inteligencia en un sentido más amplio, se per­cibe que, tanto el origen del vocablo como la definición de los diccionarios, se hallan en un mismo punto. La inteligencia es, por tanto, un flujo cerebral que nos lleva a elegir la mejor opción para solucionar una dificultad, y se com­pleta como una facultad para comprender, entre varias opciones, cuál es la mejor. También nos ayuda a resolver problemas o incluso a crear productos válidos para la cultura que nos rodea.
 
Es evidente que la inteligencia no constituye sólo un elemento neurológico aislado, independiente del ambiente. Pierre Lévy (1993) desarrolló con lucidez la noción de ecología cognitiva, en la cual avanza para superar la visión aislada del concepto, mostrando que el individuo no pensaría fuera de la co­lectividad, desprovisto de un ambiente. Todas nuestras inteligencias no son nada más que segmentos componentes de una ecología cognitiva que nos engloba. Por lo tanto, el individuo no sería inteligente sin su lengua, su heren­cia cultural, su ideología, su creencia, su escritura, sus métodos intelectua­les y otros medios del ambiente.
 
Extraído de: Antunes C. (2002). Las inteligencias múltiples. Como estimularlas y desarrollarlas.
 
RESPONDE:
 
1. El texto leído es:
a) Narrativo.
b) Argumentativo.
c) Expositivo.
d) Instructivo.
 
2. El primer párrafo del texto nos habla, principalmente, de:
a) La definición biológica de la inteligencia.
b) La etimología y definición de lo que es inteligencia.
c) El origen de la palabra inteligencia según dos vocablos latinos.
d) La esencia de la inteligencia.
 
3. Las raíces biológicas de la inteligencia permitieron descubrir:
a) Que la inteligencia es producto de una operación cerebral para resolver problemas y crear productos culturales.
b) Que la inteligencia solo nos permitió librarnos de algunos “aprietos” propios de los seres humanos.
c) Que la inteligencia es producto de una operación cerebral que sirve para que podamos tener varias opciones de acción.
d) Que la inteligencia solo permite resolver problemas que nos ponen en “aprietos”.
 
4. El término en comillas “aprietos” significa contextualmente:
a) Encrucijadas que nuestra mente puede solucionar con cierta facilidad.
b) Problemas surgidos del inconsciente del ser humano.
c) Problemas que nacen tras usar nuestra inteligencia.
d) Problemas que pueden amenazar nuestra supervivencia.
 
5. Se infiere del tercer párrafo que usar nuestra inteligencia supone, necesariamente,

 

 

 

 
6. Pierre Lévy nos dice que:
a) La inteligencia engloba una serie de procesos neurológicos complejos y aislados.
b) La inteligencia requiere de la sociedad para desarrollarse.
c) La inteligencia necesita del individuo y su desarrollo cognitivo.
d) No hay inteligencia sin lengua, pero sí hay lengua sin inteligencia.
 
7. Cuando Pierre Lévy habla de ecología cognitiva inferimos que nos habla de:
a) La individualidad de los sujetos permite que la inteligencia se desarrolle de manera plena
b) Los métodos intelectuales y el medio ambiente pueden influir en la inteligencia.
c) Los estudios avanzados que han superado la visión aislada del concepto inteligencia donde esta se creía que era producto de la colectividad.
d) La inteligencia requiere necesariamente de la interacción colectiva para desarrollarse.
 
8. ¿Qué alternativa es incompatible con el texto?
a) El término inteligencia tiene un origen latino.
b) Inteligencia general es un término acuñado por Pierre Lévy.
c) Pierre Lévy sustenta que la inteligencia necesita de la colectividad.
d) La inteligencia siempre busca que elijamos de la mejor manera.
 
 
9. Reflexiona: ¿Estás de acuerdo con el autor del texto cuando nos dice que “La inteligencia es, por tanto, un flujo cerebral que nos lleva a elegir la mejor opción para solucionar una dificultad, y se com­pleta como una facultad para comprender, entre varias opciones, cuál es la mejor. También nos ayuda a resolver problemas o incluso a crear productos válidos para la cultura que nos rodea”? Justifica tu respuesta.

 

 

 

 

 
10. Reflexiona: Después de leer el texto, Pedro preguntó: ¿Usamos en todo momento nuestra inteligencia o solo en momentos específicos? Si la pregunta fuera para ti, ¿qué le responderías a Pedro? ¿Por qué le responderías ello? Justifica tu respuesta.

 

 

 

 

 
 
SOLUCIONARIO:
1C
2B
3A
4D
5.- Posible respuesta: Elegir la mejor opción o actuar de manera adecuada para resolver un problema.
6B
7D
8B
9.- Posible respuesta: Debe justificar con argumentos coherentes si se está de acuerdo o no con lo que dice el autor en el fragmento que consigna la pregunta.
10.- Posible respuesta: Debe responder la pregunta de Pedro y justificar dicha respuesta con argumentos coherentes.


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jueves, 27 de abril de 2023

FICHA DE LECTURA: Un cuento para reflexionar sobre la indiferencia ante el dolor y la miseria: “Un asunto vulgar” de Arkadi Avérchenko

 

FICHA DE LECTURA: Un cuento para reflexionar sobre la indiferencia ante el dolor y la miseria: “Un asunto vulgar” de Arkadi Avérchenko
 


LECTURA:
Un asunto vulgar
Arkadi Avérchenko
 
La víspera de Navidad.
El frío era muy intenso, el viento atacaba furioso las casas y los árboles y no perdonaba a los transeúntes, que hacían todo lo posible para librar de sus ataques las mejillas, la nariz y la frente. Cuando se cansaba de callejear, se encaramaba sobre los altos edificios, en busca de un campo de acción más despejado, más abierto, y daba rienda suelta a su furia salvaje, rugía como un león, saltaba de tejado en tejado, se colaba por las chimeneas.
El novelista Dojov y el pintor Poltorakin marchaban por la acera, cubierta de nieve, envueltos en buenos abrigos.
Iban a una fiesta infantil que se celebraba aquella noche en casa del editor Sidayev, y pensaban con placer en la grata velada que les esperaba en los ricos y tibios salones, ante el árbol de Navidad, rodeados de niños felices, alegres.
El frío arreciaba.
—Es muy difícil escribir cuentos de Navidad —decía Dojov—. O hay que desarrollar un asunto vulgar, o pintar una serie de horrores más vulgar aún…
De pronto se detuvo y volvió la cabeza hacia las gradas de una casa de la acera opuesta, medio cubiertas de nieve.
—¡Mira! ¿Qué es eso?
—¿El qué?
—Ese bulto, en las gradas… A la derecha, en el fondo…
Los dos amigos se acercaron y vieron acurrucado en el rincón a un muchacho.
—¿Qué haces ahí?
—¡Eh, chico! ¿Qué haces ahí, a estas horas?
El muchacho se removió, y surgieron de entre los andrajos que lo cubrían una manita roja de frío y una cara de ojos brillantes, mojados de lágrimas. Debía de tener ocho o nueve años.
—¡Me muero de frío! —balbuceó, castañeteando los dientes.
—¡No es extraño! —comentó, compasivo, el pintor—. Mira qué miserables harapos…
El novelista se inclinó, pensativo, sobre el muchacho.
—¡Poltorakin! —preguntó con acento solemne—. Esta noche es Nochebuena, ¿no?
—Sí, Nochebuena.
—Pues… ¡ya ves!
—Sí, ya veo…
El novelista señaló al chiquillo.
—¿Te has hecho cargo…?
—¿De qué?
—¡Qué torpe eres! ¡Este es el niño que se muere de frío!
—¡Vaya una noticia!
—Este es el famoso muchacho que se muere de frío en Nochebuena —añadió el novelista, en el tono de un hombre que acaba de hacer un importante descubrimiento científico—. ¡Hele aquí! ¡Por fin lo veo con mis propios ojos!
El pintor se inclinó también sobre la pobre criatura.
—¡Sí, no hay duda —dijo, examinándola atentamente—, es él en persona! Mañana es Navidad, si no mienten nuestros calendarios… Y no deben de mentir, cuando Sidayev nos ha invitado…
—Quizá haya por aquí algún árbol de Navidad encendido. Eso completaría el cuadro. La música, la sala iluminada, los alegres gritos de los niños en torno del árbol y, a algunos pasos de distancia, un pobre muchacho muriéndose de frío…
—¡Mira! —gritó el pintor—. En aquella casa, en la de la esquina, en el cuarto piso, la cuarta, quinta y sexta ventanas están muy iluminadas… Allí hay, seguramente, un árbol de Navidad iluminado.
—¡Entonces, todo está en regla!
—¿Qué?
—Que parece un cuento de Navidad… ¡Es curioso! He leído y hasta he escrito una porción de cuentos sobre el tradicional muchacho que se muere de frío en Nochebuena, pero no lo había visto nunca.
—Sí, se abusa un poco de ese asunto. Basta abrir en estos días cualquier periódico para tropezarse con un muchacho helado, protagonista de una narración sentimental.
—Desde hace algunos años suelen leerse también, en estos días, sátiras más o menos ingeniosas de tal abuso; pero esas sátiras también se han hecho ya vulgares. Ningún escritor que se respete se atreve a servirse, ni en broma ni en serio, del tradicional muchacho.
—Sí, es verdad… Si contamos en casa de Sidayev que acabamos de ver a un muchacho muriéndose de frío, como en los cuentos de Navidad, no nos creen.
—Se echan a reír.
—Se burlan de nosotros.
—Se encogen de hombros.
—No, más vale no contarlo. ¡Un niño que se muere de frío! ¡Qué vulgaridad! Es una cosa que no puede tomar en serio ninguna persona dotada de un poco de gusto literario.
—Figúrate —dijo el novelista— que se encuentran a esta criatura unos obreros, unos hombres toscos e iletrados, que no han leído nunca cuentos de Navidad. Se la llevan a su casa; le dan de cenar, le iluminan un arbolito… Y mañana se despierta en una cama limpia y caliente, y ve inclinado sobre él a un obrero de hirsuta barba, que le sonríe con ternura…
El pintor miró al novelista con ojos burlones.
—¡Caramba, qué improvisación! ¡A que acabas por escribir algo sobre el tradicional muchacho!
El novelista se rio.
—Sí, le he dado rienda suelta a mi imaginación. Pero ¡no!… ¡Dios me libre! Detesto todo lo vulgar. ¡Vámonos!
—Pero… ¿vamos a dejar helarse a este niño? Podíamos llevarlo a algún sitio donde pudiese entrar en calor y cenar…
—Sí, sí —repuso, irónico, mordaz, el novelista—. Y mañana se despertaría en la camita caliente y vería inclinado sobre sí el rostro barbudo… como en los cuentos de Navidad.
Estas sarcásticas palabras azoraron mucho al pintor, que no se atrevió a insistir.
—Bueno, como quieras… Sigamos nuestro camino.
Y los dos amigos se alejaron, reanudando la conversación interrumpida. Sus voces fueron apagándose en la distancia. El muchacho se quedó solo, acurrucadito en el rincón, y la nieve siguió cubriéndolo…
El pobre no sabía que era —¡pícara suerte!— un asunto vulgar.
 
 

PREGUNTAS DE COMPRENSIÓN LECTORA:

1. ¿Por qué se dice que el frío rugía “como un león”? Explica tu respuesta.
2. Infiere: Según el contexto del cuento, ¿qué significado tiene la frase: “un asunto vulgar”? Explica tu respuesta.
3. Al final del cuento, el novelista no ayuda al muchacho porque dice que si lo hace se sería “como en los cuentos de Navidad”. ¿Qué significa esto? Explica tu respuesta.
4. Infiere: ¿Por qué se dice que el pobre muchacho que estaba en muriéndose de frío era “un asunto vulgar”? Explica tu respuesta.
5. Aunque el cuento no lo hace explícito, ¿qué es lo que critica este? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.
6. ¿Qué opinas de la actitud del novelista y el pintor con respecto al muchacho que se estaba muriendo de frío? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.
 
 

POSIBLES RESPUESTAS:
1. La expresión "el frío rugía como un león" es una metáfora que se utiliza para darle un carácter más vívido y descriptivo al fenómeno del viento frío que soplaba en la calle. Al utilizar la imagen del rugido de un león, se busca transmitir una sensación de poderío y ferocidad, lo que a su vez ayuda a crear una atmósfera de tensión y peligro.
 
2. En el contexto del cuento, la frase "un asunto vulgar" se refiere al hecho de que el protagonista, el novelista, considera que el muchacho que está muriéndose de frío en la calle es algo común y corriente, algo que no llama demasiado la atención ni despierta su interés. Esta actitud indiferente del protagonista se debe en parte a su arrogancia y a su falta de empatía, pero también refleja la actitud generalizada de la sociedad hacia los más pobres y desfavorecidos.
 
3. Cuando el novelista se niega a ayudar al muchacho, argumentando que hacerlo sería "como en los cuentos de Navidad", se refiere a que sería algo tan vulgar, es decir, común. Pero como el novelista no quiere caer en lo “vulgar”, termina por no hacer nada. Esta actitud egoísta y desapegada es precisamente lo que el autor del cuento está criticando, al poner de manifiesto cómo la sociedad ha perdido la capacidad de preocuparse por los demás y ha abandonado los valores de la solidaridad y la empatía.
 
4. La expresión "un asunto vulgar" se utiliza para describir al muchacho que está muriéndose de frío en la calle, y sugiere que la situación de pobreza y desamparo en la que se encuentra es algo que se ve con demasiada frecuencia como para despertar la atención o la simpatía de la gente. Esta actitud de indiferencia y desdén hacia los más pobres es precisamente lo que el autor del cuento está denunciando, al mostrar cómo la sociedad ha perdido su sensibilidad y su capacidad de compasión hacia los más desfavorecidos.
 
5. Aunque el cuento no lo hace explícito, se puede inferir que lo que está criticando es la falta de empatía y solidaridad de la sociedad hacia los más pobres y desfavorecidos. El autor denuncia cómo la gente ha perdido la capacidad de preocuparse por los demás y se ha vuelto indiferente al sufrimiento ajeno, lo que ha llevado a una creciente polarización y desigualdad social. Asimismo, el cuento cuestiona la actitud nada empática de aquellos que, como el novelista y el pintor, prefieren mirar hacia otro lado antes que implicarse en la solución de los problemas sociales.
 
6. En mi opinión, la actitud del novelista y el pintor hacia el muchacho que se estaba muriendo de frío es reprochable e inhumana. A pesar de que ambos tenían la capacidad y los recursos para ayudar al muchacho, decidieron no hacer nada al respecto. En lugar de actuar con empatía y compasión, se preocuparon más por su propia imagen y por cómo serían percibidos por los demás. Su falta de acción demuestra una falta de valores humanos básicos como la compasión y la solidaridad, y refleja la falta de responsabilidad social en la sociedad de la época.

miércoles, 26 de abril de 2023

PRÁCTICA DE COMPRENSIÓN LECTORA: LEEMOS UN TEXTO ARGUMENTATIVO SOBRE EL RACISMO

PRÁCTICA DE COMPRENSIÓN LECTORA: LEEMOS UN TEXTO ARGUMENTATIVO SOBRE EL RACISMO
 

 
LECTURA:
ALTOS, LINDOS Y BLANCOS
 
Por: Liuba Kogan
Profesora principal de la Universidad del Pacífico
 


“En el Perú se respira racismo y las encuestas muestran que los peruanos lo vivimos de diversas formas en nuestra vida cotidiana. Nos parece incluso natural que los blancos sean considerados bellos, inteligentes y buenos. Sin embargo, esa asociación no es natural, sino que es adquirida históricamente.
 
En el período colonial existían leyes diferenciadas para españoles y para indígenas. Los negros no tenían derechos por su condición de esclavos y los mestizos se encontraban en un limbo legal. Pese a ello, españoles, indígenas y negros se casaban o unían extramatrimonialmente. Su descendencia, dio pie a un conjunto de castas o categorías de personas clasificadas según su color de piel, donde lo blanco se asumió como indudablemente superior debido a que los conquistadores detentaban el poder económico, político y social. Y quien parte y reparte, se lleva la mejor parte.
 
En esa época, como hoy en día, las personas buscaban blanquearse como una forma de aumentar su prestigio social y las oportunidades de una vida buena. En palabras de la época, se buscaba “limpiar la mancha” que implicaba tener sangre no blanca. Es decir, rasgos andinos o negros y sus combinaciones. Para ello, se aspiraba a casarse con personas lo más blancas posible para “mejorar la raza” y así aumentar el valor social de la familia.
 
No solo se desarrollaba la práctica del blanqueamiento mediante matrimonios selectivos con personas consideradas más blancas, sino también a través de la cosmética: fueron populares en la época las cremas blanqueadoras, el maquillaje que aclaraba la piel y el uso de ropas lujosas como símbolo de pertenencia a una familia “decente”.
 
Ya en la República y con el aval del “racismo científico” del siglo XIX e inicios del XX (la propuesta de intelectuales o científicos europeos que afirmaban que existían razas superiores y otras inferiores), se vio como pertinente desarrollar políticas migratorias en nuestro país con la finalidad de atraer europeos para “mejorar la raza”.
 
Como se aprecia, la idea de que lo blanco es bello y bueno es producto de nuestra historia colonial. Tal vez sea esa una de las formas de dominación más perversa, de la que no nos hemos deshecho hasta ahora, a pesar de casi doscientos años de independencia. Nuestra vida sigue marcada por la impronta de nuestro color de piel y nuestros rasgos físicos: no nos hemos deshecho aún de la idea de lo blanco como superior, bello y bueno. Todavía se venden con mucho éxito cremas blanqueadoras para la piel y la práctica del blanqueamiento a través del matrimonio se ve con buenos ojos.
 
Las formas del racismo son diversas y son vividas por los peruanos de modo particular. Hay racismo contra blancos, negros, mestizos y asiáticos; es decir, todos contra todos. Para muestra un ejemplo: una joven afroperuana que culminó sus estudios como comunicadora y accedió a un puesto en una institución privada decidió renunciar a un buen trabajo porque cada vez que su jefe la presentaba a los clientes les decía: “Fíjense, Carmencita es negra y no sabe bailar ni preparar picarones.”
 
 

RESPONDE:

1. La autora hace referencia al periodo colonial para:
a) Narrarnos una historia de ese periodo.
b) Explicar el origen de que lo blanco sea considerado prestigioso y bello.
c) Argumentar por qué los negros eran esclavos.
d) Describir las características de la economía de ese periodo.
 
2. Podemos inferir que el término “decente” hace referencia a:
a) Una familia prestigiosa.
b) Una familia modesta.
c) Una familia con rasgos andinos o negros.
d) Una palabra que hace referencia a cierta población peruana.
 
3. Este texto critica, principalmente,
a) La poca autoestima que tienen algunas personas que intentan "blanquearse".
b) La idea de que el estatus social está determinado por factores raciales.
c) La necesidad de debatir sobre la supremacía de las razas.
d) La indignante historia del racismo a lo largo de los siglos.
 
4. ¿Por qué la idea de que "lo blanco es bello” es una forma de dominación?

 

 

 

 
5. ¿Por qué se dice que hemos aprendido a ser racistas?

 

 

 

 
6. ¿Por qué la gente tanto en la época de la colonia como hoy quieren “blanquearse”?

 

 

 

 
7. Por qué está frase es racista: “Fíjense, Carmencita es negra y no sabe bailar ni preparar picarones.”

 

 

 

 
8. Tomando en cuenta lo ofrecido por el texto, ¿por qué crees que existe el racismo? Justifica tu respuesta.

 

 

 

 
9. ¿Qué crees que debemos hacer para combatir el racismo? Justifica tu respuesta.

 

 

 

 
10. ¿Estás de acuerdo con lo planteado por la autora? ¿Por qué?

 

 

 

 
 
SOLUCIONARIO:
1B
2A
3B
4.-Posible respuesta: Porque genera desigualdades entre las personas y una división entre las personas con poder (blancos) y las que no tienen ningún poder (resto de personas).
5.-Posible respuesta: Se dice que hemos aprendido a ser racistas porque la discriminación racial es una práctica histórica que ha sido transmitida de generación en generación, a través de diferentes instituciones y medios de comunicación, y que ha sido normalizada en nuestra sociedad.
6.-Posible respuesta: Porque blanquearse es una forma de ascensión social, de estatus. Blanquearse es tener poder de dominación y no ser dominado.
7.-Posible respuesta: Porque parte de un estereotipo que denigra y subordina a una persona a ser "un tipo determinado de persona" solo por su color de piel.
8.-Posible respuesta: El racismo existe debido a la idea falsa de que hay razas superiores e inferiores, y esta idea ha sido perpetuada por diferentes instituciones y prácticas sociales. Además, el racismo también está relacionado con la distribución desigual del poder y los recursos en la sociedad.
9.-Posible respuesta: Para combatir el racismo es necesario tener una educación que incluya la comprensión y el reconocimiento de la diversidad cultural, histórica y étnica. También se deben implementar políticas públicas que promuevan la igualdad y la no discriminación, así como trabajar en la descolonización de la sociedad.
10.-Posible respuesta: Estoy de acuerdo con la autora en que el racismo es una práctica histórica y cultural que sigue vigente en nuestra sociedad y que es necesario abordar y combatir. 


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martes, 25 de abril de 2023

Cuento “Leyenda china” de Hermann Hesse con actividades de comprensión lectora

 

Cuento “Leyenda china” de Hermann Hesse con actividades de comprensión lectora


 
LECTURA:
Leyenda china
Hermann Hesse
 
 
Esto se cuenta acerca de Meng Hsie.
Cuando supo que últimamente los artistas jóvenes se ejercitaban en colocarse cabeza abajo, decían que para ensayar una nueva visión, inmediatamente Meng Hsie practicó también este ejercicio. Y después de probarlo un rato declaró a sus discípulos:
-Cuando me coloco cabeza abajo se me presenta el mundo bajo un aspecto nuevo y más hermoso.
Esto se comentó, y los jóvenes artistas se ufanaban no poco de que el anciano maestro hubiese respaldado así sus experimentos.
Se sabía que apenas hablaba, y que enseñaba a sus discípulos no mediante doctrinas sino con su simple presencia y su ejemplo. Por eso sus manifestaciones llamaban mucho la atención y se difundían por todas partes.
Poco después de que aquellas palabras suyas hubiesen hecho las delicias de los innovadores y sorprendido e incluso indignado a muchos de los antiguos, se supo que había hablado otra vez. Contaban que había dicho:
-Es bueno que el hombre tenga dos piernas, porque ponerse cabeza abajo no favorece la salud. Además, cuando se incorpora el que estuvo cabeza abajo el mundo se le representa doblemente más hermoso que antes.
Estas palabras del maestro escandalizaron a los jóvenes antipodistas, que se sintieron traicionados o burlados, y también a los mandarines.
-Tal día dice Meng Hsie tal cosa, y al día siguiente dice lo contrario -comentaban los mandarines-. Es imposible que ambas sean verdaderas. ¿Quién hace caso del anciano cuando le flaquea el entendimiento?
Algunos fueron a contarle al maestro lo que decían de él tanto los innovadores como los mandarines. Él se limitó a reír. Y como sus seguidores le demandaran una explicación, dijo:
-La realidad existe, pequeños míos, y ésa es incontrovertible. Verdades, en cambio, es decir, opiniones acerca de la realidad expresadas mediante palabras, hay muchas, y todas ellas son tan verdaderas como falsas.
Y por mucho que insistieron, los discípulos no consiguieron sacarle una palabra más.
 

PREGUNTAS DE COMPRENSIÓN LECTORA:
1. ¿Quién es Meng Hsie?
2. ¿Cómo enseñaba Meng Hsie?
3. Meng Hsie, ¿aceptó o criticó el ejercicio de colocarse cabeza abajo? ¿Por qué?
4. Qué quiere decir la frase: “le flaquea el entendimiento”. Explica tu respuesta.
5. ¿Qué significa que Meng Hsie se haya limitado a reír de lo que decían de él los innovadores y los mandarines? Explica tu respuesta.
6. Lee nuevamente la explicación de Meng Hsie: “La realidad existe, pequeños míos, y ésa es incontrovertible. Verdades, en cambio, es decir, opiniones acerca de la realidad expresadas mediante palabras, hay muchas, y todas ellas son tan verdaderas como falsas”. ¿Estás de acuerdo con lo dicho Meng Hsie? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.

lunes, 24 de abril de 2023

Práctica de comprensión lectora: Leemos un ensayo sobre PENSAMIENTO CRÍTICO

 

Práctica de comprensión lectora:
Leemos un ensayo sobre PENSAMIENTO CRÍTICO

LECTURA:
¿Qué es el pensamiento crítico?


El pensamiento crítico es una habilidad cognitiva que se ha vuelto imprescindible en la sociedad actual, donde el acceso a la información es masiva y la capacidad de discernimiento se ha vuelto un aspecto clave en la toma de decisiones. El pensamiento crítico se define como un proceso reflexivo, razonable y evaluativo que se enfoca en la capacidad del individuo para decidir qué creer o hacer.
 
El pensamiento crítico, como se ha mencionado anteriormente, es un proceso cognitivo que se utiliza para interpretar y evaluar información y experiencias con un conjunto de actitudes y habilidades que guían las creencias fundamentales y las acciones. Según Lipman (1988), el pensamiento crítico es un pensamiento capaz y responsable que conduce al juicio porque se apoya en criterios de autocorrección y es sensible al contexto. Esto significa que el pensamiento crítico es una forma de pensar que permite analizar y evaluar de manera objetiva y estrictamente la información disponible para así formarnos un punto de vista.
 
Por ejemplo, en una situación en la que una persona tiene que decidir si debe aceptar una oferta de trabajo, puede utilizar el pensamiento crítico para evaluar las condiciones de trabajo, el salario, los beneficios y otros factores relevantes para tomar una decisión informada. Esta persona debe ser capaz de analizar críticamente los pros y los contras de la oferta y determinar si es adecuado para sus objetivos y necesidades.
 
Por otro lado, Mertes (1991) describe el pensamiento crítico como un proceso consciente y deliberado que se utiliza para interpretar o evaluar información y experiencias con un conjunto de actitudes y habilidades que guían las creencias fundamentales y las acciones. Esto significa que el pensamiento crítico no es un proceso automático, sino que requiere un esfuerzo consciente y deliberado para analizar y evaluar la información disponible.
 
Un ejemplo de cómo el pensamiento crítico se puede aplicar en la vida cotidiana es en la evaluación de la información de noticias. En la actualidad, se enfrenta a un gran volumen de información en las noticias y en las redes sociales, y es importante evaluar críticamente la veracidad y la relevancia de la información antes de tomar decisiones o formarse opiniones. Un individuo que utiliza el pensamiento crítico debe analizar la fuente de la información, verificar la exactitud de los hechos y considerar los posibles prejuicios o intereses ocultos detrás de la información presentada.
 
Además, Sharp (1989) define el pensamiento crítico como la habilidad para pensar correctamente, para pensar creativa y autónomamente. No obstante, el pensamiento crítico no es una habilidad innata, sino que se puede desarrollar a través de la educación y la práctica.
 
Por ejemplo, en un ambiente educativo, un estudiante puede desarrollar su pensamiento crítico al analizar y evaluar diferentes perspectivas en una discusión en clase. El estudiante debe ser capaz de pensar de manera creativa y autónoma, utilizando su propio razonamiento y experiencia para llegar a conclusiones razonables y fundamentadas.
 
Finalmente, Scriven y Paul (1992) afirman que el pensamiento crítico es un proceso intelectual, disciplinado y activo que desarrolla habilidades como la conceptualización, aplicación, análisis, síntesis y/o evaluación de información, experiencia, reflexión, razonamiento o comunicación. En otras palabras, el pensamiento crítico implica la aplicación de un conjunto de habilidades y herramientas intelectuales para analizar, evaluar y resolver problemas de manera efectiva. Un ejemplo de esto sería el análisis crítico de un argumento, donde se identifican y evalúan los supuestos, las premisas y las implicaciones del argumento para llegar a una conclusión coherente.
 
En conclusión, el pensamiento crítico es una habilidad esencial para el desarrollo intelectual y personal. Se trata de un proceso reflexivo y razonable que implica evaluar y analizar información y experiencias para llegar a conclusiones informadas y fundamentadas en evidencia. A través de la aplicación de un conjunto de habilidades y herramientas intelectuales, el pensamiento crítico permite a las personas analizar y resolver problemas de manera efectiva y creativa.
 
Referencias:
 
Lipman, M. (1988). Pensamiento crítico: ¿Qué puede ser? Liderazgo educativo, 46(1), 38-43.
Mertes, L. (1991). Desarrollar habilidades de pensamiento crítico. Resumen de ERIC.
Scriven, M. y Paul, R. (1992). Manual de Pensamiento Crítico. Conferencia, Atlanta, GA.
Sharp, AM (1989). El movimiento del pensamiento crítico: Alternativas en la educación. The Journal of Educational Thought (JET)/Revue de la Pensée Éducative, 23-35.
 
 
RESPONDE:
1. El texto trata principalmente sobre:
a) El pensamiento crítico en la escuela.
b) Las diversas definiciones del pensamiento crítico.
c) La necesidad del pensamiento crítico.
d) El desarrollo del pensamiento crítico.
 
2. Según Lipman pensar críticamente supone:
a) Aprender a analizar la información con el fin de conocer mejor los conceptos que estas poseen.
b) Aprender a ser conscientes de que el pensamiento crítico no es un proceso automático.
c) Aprender a analizar y discernir la información para tomar buenas decisiones.
d) Entender cómo funciona nuestra mente cuando se esfuerza por pensar correctamente.
 
3. ¿Qué significado contextual tiene la palabra “deliberado” en el texto?
a) Automático.
b) Irreflexivo.
c) Comprometido.
d) Intencionado.
 
4. Una persona lee una noticia por Facebook que le causa gran impacto y la quiere compartir con los demás. Sin embargo, primero quiere verificar su autenticidad, así que cruza información y además las analiza con los verificadores de información. Este ejemplo de uso del pensamiento crítico está más cercano a la definición de:
a) Sharp
b) Lipman
c) Mertes
d) Scriven y Paul
 
5. Es incompatible según el texto.
a) El análisis, reflexión y evaluación de la información es clave en el desarrollo del pensamiento crítico.
b) Scriven y Paul afirman que el pensamiento crítico exige disciplina.
c) Sharp asevera que el pensamiento crítico es pensar correctamente.
d) Muchos de los conceptos sobre pensamiento crítico se contradicen entre sí.
 
6. Da un ejemplo de cómo podemos darnos cuenta de los prejuicios o intereses que existen en las informaciones a las que accedemos.

 

 

 

 
7. Analiza: ¿Cuál crees que es el elemento más importante en todas las definiciones que se dan sobre pensamiento crítico? Explica tu respuesta.

 

 

 

 
8. Si tuvieras que elegir una de las definiciones de pensamiento crítico que ofrece el texto, ¿cuál elegirías? ¿Por qué?

 

 

 

 
9. El texto nos dice que actualmente el pensamiento crítico es una habilidad imprescindible en la sociedad. Según tú, ¿en qué situaciones nos ayudaría su uso? ¿Por qué? Explica tu respuesta.

 

 

 

 
10. Armando es un estudiante que ha leído que, según estudios, que las personas desordenadas suelen ser unos genios. Armando es desordenado, por ende, afirma a sus compañeros que posiblemente sea un genio. ¿Cómo refutarías lo asegurado por Armando, usando lo dicho en el texto sobre pensamiento crítico?

 

 

 

 

SOLUCIONARIO:
1B
2C
3D
4C
5D
6.- Posible respuesta: Ejemplo: En la cobertura de las elecciones políticas, algunos medios pueden presentar solo la perspectiva de un candidato o partido político y no ofrecer una visión equilibrada de todas las opciones disponibles. Los intereses políticos o económicos del medio de comunicación pueden estar influyendo en la manera en que presentan la información.
7.- Posible respuesta: El elemento más importante en todas las definiciones que se dan sobre pensamiento crítico es la capacidad de analizar y evaluar información y experiencias de manera reflexiva y razonable para llegar a conclusiones informadas y fundamentadas. Esto implica la aplicación de un conjunto de habilidades y herramientas intelectuales para resolver problemas de manera efectiva y creativa.
8.- Posible respuesta: Si tuviera que elegir una de las definiciones de pensamiento crítico que ofrece el texto, elegiría la definición de Scriven y Paul (1992) que afirma que el pensamiento crítico es un proceso intelectual, disciplinado y activo que desarrolla habilidades como la conceptualización, aplicación, análisis, síntesis y/o evaluación de información, experiencia, reflexión, razonamiento o comunicación. Me parece que esta definición engloba todas las habilidades necesarias para el pensamiento crítico y destaca la importancia de un proceso intelectual disciplinado para el desarrollo del pensamiento crítico.
9. Posible respuesta: Consumo de noticias: En un mundo lleno de noticias falsas y desinformación, es crucial ser capaces de evaluar las noticias de manera crítica. El pensamiento crítico nos permite evaluar la fuente, verificar los hechos y considerar diferentes perspectivas antes de aceptar la información como verdadera.
Toma de decisiones: En nuestra vida diaria, estamos constantemente tomando decisiones, desde decisiones pequeñas, como qué ropa ponernos, hasta decisiones importantes, como qué carrera seguir o qué casa comprar. El pensamiento crítico nos ayuda a evaluar todas las opciones disponibles y sopesar los pros y los contras antes de tomar una decisión.
Debates y discusiones: En situaciones de debates y discusiones, el pensamiento crítico es clave para evaluar las diferentes perspectivas y llegar a una conclusión bien fundamentada. Permite analizar los argumentos presentados, identificar las falacias y evaluar la validez de las pruebas presentadas.
10.- Posible respuesta: Para refutar la afirmación de Armando utilizando el pensamiento crítico, se deben analizar cuidadosamente los argumentos presentados y las fuentes de información que se han utilizado para respaldarlos.
 
En primer lugar, es importante destacar que no todos los estudios son igualmente confiables y que los resultados de una investigación en particular no necesariamente se aplican a todas las personas. En este caso, no se especifica qué estudio se ha utilizado para respaldar la afirmación de Armando, lo que dificulta la evaluación de su validez y relevancia.
 
Además, la afirmación de que las personas desordenadas suelen ser unos genios es una generalización exagerada y no es necesariamente cierta. Existen muchas personas desordenadas que no son genios y muchas personas ordenadas que sí lo son. Por lo tanto, no se puede hacer una afirmación tan categórica sin respaldo empírico sólido.


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