viernes, 21 de abril de 2023

PRÁCTICA DE COMPRENSIÓN LECTORA: LEEMOS UN TEXTO ARGUMENTATIVO SOBRE EL AMOR

 

PRÁCTICA DE COMPRENSIÓN LECTORA: LEEMOS UN TEXTO ARGUMENTATIVO SOBRE EL AMOR
 
Práctica de lectura


LECTURA:
El amor no es un deber
 

Dicho esto, el problema que se plantea aquí reside en que el amor, que a veces es una virtud, no puede ser un deber. ¿Por qué? Porque, como explica el filósofo Immanuel Kant, muy cercano esta vez de la experiencia más común, «el amor es cosa del sentimiento, no de la voluntad». Pero un sentimiento no se puede decidir... Kant también afirma: «Yo no puedo amar porque quiera, pero todavía menos porque deba; de ahí que un deber de amar sea un absurdo».
 
Imagínese, por poner un ejemplo trivial, que le da espinacas a alguno de sus hijos, un niño o una niña de siete u ocho años. El niño le dirá: «¡No me gustan las espinacas!». Comprender que no existe el deber de amar, comprender que el amor no se ordena, es comprender que no tiene ningún sentido decirle: «¡Te ordeno que te gusten las espinacas!» «¡Es tu deber!». Pueden decir estas dos frases, pero no pensarlas de verdad: son básicamente absurdas, porque que a uno le gusten o no las espinacas no es una cuestión de voluntad; es un sentimiento, un gusto en este caso, y un sentimiento o un gusto no se pueden obligar. Como mucho podrá decirle a su hijo: «¡Te ordeno que te comas las espinacas!». No digo que haya que hacerlo, pues eso lo tiene que decidir cada uno por su cuenta, pero en todo caso esa frase no es intrínsecamente absurda: comer o no comer espinacas es un acto; y un acto se puede ordenar. Pero que te gusten o no te gusten las espinacas no es un acto, es un sentimiento, un gusto, que no puede obedecer orden alguna.
 
Segundo ejemplo, más grave. Comprender que no existe el deber de amar es comprender que el día que su cónyuge — puede ocurrir perfectamente— le diga «Ya no te amo», no tendrá ningún sentido decirle: «Debes amarme, ¡es tu deber!». Porque su cónyuge puede que le diga: «Mira, relee a Kant: "Ningún ser humano es capaz de amar a alguien siguiendo simplemente una orden"; yo no puedo amar porque así lo quiera, y menos aún porque deba; así que un deber de amar es algo absurdo...».
 
El amor es una virtud, no un deber. Esta doble constatación conduce a una observación y a un problema.
 
La observación es que si el amor es una virtud sin ser un deber, esto confirma, incluso para Kant, que tanto virtud como deber son dos cosas diferentes, incluso independientes la una de la otra. Digamos que el deber está del lado de la obligación, del mandamiento, del «imperativo», como dice Kant (o sea, para el individuo, del lado de la restricción o de la obediencia), mientras que la virtud se sitúa más bien del lado de la potencia, de la excelencia, de la afirmación. Para decirlo de forma exagerada: el deber es una coacción; la virtud, una libertad. No hay que deducir apresuradamente de esta afirmación que el deber es algo superado. Solo lo está cuando la virtud triunfa. Por tanto, es necesario mientras falta la virtud (es decir, casi siempre, en la mayoría de los casos).
 
André Comte-Sponville
 
 
Responde correctamente las preguntas:
 
1.   ¿Cuál es la diferencia sustancial entre virtud y deber?
A.   Que la virtud nace de la voluntad y el deber es una obligación.
B.   Que la virtud es un don con el que se nace y que el deber es una ley.
C.   Que la virtud busca la perfección y el deber solo la tristeza.
D.   No existe una diferencia sustancial.
 
2.   Se infiere de la frase: «el amor es cosa del sentimiento, no de la voluntad» que:
A.   El amor es imprevisto y no se puede obligar.
B.   El amor es tan importante como la voluntad.
C.   El amor surge de una necesidad vital.
D.   El amor no puede convertirse en libertad.
 
3.   ¿Por qué el amor como deber es absurdo?
A.   Porque el amor es simplemente imposible.
B.   Porque hay un acto implícito de orden.
C.   Porque el amor parte del gusto.
D.   Porque no se puede pensar el amor sin los sentimientos del otro.
 
4.   ¿Qué diferencia hay entre un acto y un gusto?
A.   Que el acto es hacer y el gusto es gustar.
B.   Que no se puede hacer sin gustar.
C.   Que el acto se puede ordenar y el gusto nace del sujeto.
D.   Que un acto es una acción importante que puede ser gusto pero que se queda en la acción.
 
5.   Si la virtud es libertad entonces es cierto que:
A.   El amor podría ser un deber si se trata de un familiar.
B.   Amar debe ser una elección libre.
C.   El amor es necesario en algunas ocasiones.
D.   Podemos amar, pero no podemos ser obligados a dejar de amar.
 
6.   La palabra coacción en el texto tiene como significado contextual:
A.   Sabiduría.
B.   Deseo.
C.   Importancia.
D.   Obligación.
 
7.   Inferimos en el texto de manera global que:
A.   El amor es un sentimiento que debemos ejercer.
B.   El amor puede obligarse si se trata de comida.
C.   La virtud supera al deber.
D.   El amor es válido solo cuando está relacionado con el deber.
 
8.   ¿Cuál de las cuatro alternativas es más próxima a la idea de amor como virtud?
A.   Libertad.
B.   Paz.
C.   Pasión.
D.   Deber.
 
9.   Es falso, según el texto, que:
A.   El amor está cercano a la virtud.
B.   El deber está relacionado con el actuar.
C.   El gusto está relacionado con el sentimiento.
D.   Kant plantea que se puede obligar a amar.
 
10. Luis, dice que su enamorada Manuela tiene el deber de amarlo porque él hace de todo para que ella se sienta feliz, según el texto, ¿Luis actúa de forma absurda o lógica? Fundamenta tu respuesta

 

 

 

 

 

 

 

 
11. ¿Estás de acuerdo con lo que planeta el autor sobre el amor? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 
 
SOLUCIONARIO
 
1A
2A
3C
4C
5B
6D
7C
8A
9D
10.-ABSURDA, porque el texto dice que, si el amor es obligado, es decir un deber, este pierde su naturaleza y se convierte en un absurdo.
11.-Se debe argumentar si se está a favor o en contra de lo planteado por el autor sobre el amor.


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jueves, 20 de abril de 2023

Práctica de comprensión lectora: Leemos un texto argumentativo sobre EL PENSAMIENTO CRÍTICO

 

Práctica de comprensión lectora:
Leemos un texto argumentativo sobre EL PENSAMIENTO CRÍTICO
 

LECTURA:
¿Dónde está el pensamiento crítico?
Escrito por Emilio Garví
 

La facilidad con la que actualmente se difunden los mensajes de todo tipo y la docilidad con la que se asumen por la inmensa mayoría de la población sin una mínima reflexión, nos llevan a hacer algunas consideraciones sobre el pensamiento crítico entendido como la facultad de una persona para pensar con claridad y raciocinio e implicarse en un pensamiento independiente, en lugar de actuar como un mero receptor de información.
 
Hace ya más de seis siglos Francis Bacon hizo una magnífica definición del pensamiento crítico, al considerarlo como “la paciencia para dudar, la afición de meditar, la lentitud para afirmar, la disposición para considerar, el cuidado para poner en orden y el odio por todo tipo de impostura”. Las personas que hacen uso del pensamiento crítico se cuestionan las ideas en lugar de asumirlas y aceptarlas tal y como les llegan; también buscan determinar si sus ideas, argumentos y hallazgos representan el panorama general; y están abiertos a encontrar información que los contradiga.
 
Desgraciadamente no es esto lo que predomina en el panorama actual, plagado de fake news y en el que se practica la impostura a diestro y siniestro. Así, si nos asomamos a la política, veremos lo fácil que tienen los dirigentes el colocar sus mensajes y conseguir que sus destinatarios los asuman con un seguidismo pastueño. Hoy, más que nunca, en la totalidad de los partidos está instalado el cesarismo e ignorada la opinión de la base social que los sustenta. ¿Dónde está el pensamiento crítico de la inmensa mayoría de los afiliados, simpatizantes y votantes? ¿Es que todo lo que dicen y hacen los líderes a los que votan está bien?
 
Esta circunstancia es perfectamente extrapolable a cualquier otro ámbito de la vida cotidiana. Si nos fijamos en los elevados índices de audiencia de determinados programas televisivos, comprobaremos con qué facilidad se embauca a una considerable parte de la población, que opta por consumir lo más vulgar de la realidad. Los que controlan las grandes cadenas de televisión no buscan aquello que pueda contribuir a generar una sociedad más justa, más sana, más humana y más cimentada en valores; no lo consideran rentable. Por el contrario, los protagonistas de esa televisión basura suelen ser aquellos que exhiben como mérito acostarse con un famoso, separarse con polémica de su pareja, desnudarse en tal o cual revista o contar sus intimidades personales; y todo ello fomentando la agresividad y las peores formas en el lenguaje con el claro objetivo de encontrar el mayor número de televidentes.
 
Algunos expertos consideran que se puede adquirir el pensamiento crítico, sobre todo si esa formación comienza en la etapa escolar. En la edad adulta se vuelve más complicado, pero hay algunas actitudes que pueden ayudar: analizar la información en pequeñas dosis —la importancia de los detalles y la búsqueda de los matices—, practicar la curiosidad y el escepticismo —hacerse preguntas y contrastar a través de otras fuentes— y cuestionar todo lo que nos dicen —sobre todo, si va en línea a nuestras propias creencias—.
 
También se ha señalado que la lectura constituye una importante herramienta de formación del pensamiento crítico; pero seamos realistas, como atinadamente dejó escrito Manuel Azaña: “en nuestro país, la mejor manera de guardar un secreto es escribir un libro”.
 
 
 
 
RESPONDE:
1. El texto critica, principalmente:
a) La manera irreflexiva y poco cuestionadora con la que abordamos la información que consumimos.
b) La falta de pensamiento crítico de algunas personas.
c) La influencia de la televisión en los espectadores que no pueden ver otra cosa que no sea el espectáculo o la vida de los demás.
d) La necesidad de encontrar el pensamiento crítico en los lugares adecuados.
 
2. El sentido del término docilidad en el texto es:
a) Compromiso.
b) Reflexión.
c) Diligencia.
d) Pasividad.
 
3. Se entiende que el pensamiento crítico:
a) Es un tipo de pensar pasivo, memorístico y actual.
b) Es un tipo de pensar activo, reflexivo e independiente.
c) Es una manera de contrarrestar el pensamiento de la mayoría.
d) Es una manera de asumir los mensajes que nos llegan.
 
4. El autor cita a Francis Bacon básicamente para:
a) Dar una crítica a la sociedad actual.
b) Dar una definición sobre pensamiento crítico.
c) Expresar su descontento con algunas personas que no piensan críticamente.
d) Dar una explicación coherente sobre el panorama general del mundo actual.
 
5. ¿Qué significa que el que hace uso del pensamiento crítico cuestiona las ideas en lugar de asumirlas? Explica tu respuesta.

 

 

 

 
6. El texto nos habla de “la impostura” como una práctica que se da constantemente. ¿Cuál es su significado contextual?
a) La crítica.
b) La violencia.
c) El engaño.
d) La falta de postura.
 
7. Podemos inferir, según el texto, que donde menos abunda el pensamiento crítico es:
a) En la escuela.
b) En la universidad.
c) En la familia.
d) En la política.
 
8. En última instancia, la televisión, según el texto, busca de su audiencia:
a) Que consuman.
b) Que piensen.
c) Que se diviertan.
d) Que haya polémica.
 
9. Los expertos indican que la mejor etapa para desarrollar pensamiento crítico es:
a) Ya de adultos.
b) En el momento en que más engañados estamos.
c) En la escuela.
d) En la adolescencia.
 
10. ¿Por qué la lectura es una de las herramientas importantes en la formación del pensamiento crítico?

 

 

 

 
11. Qué infieres de la frase de Manuel Azaña: “en nuestro país, la mejor manera de guardar un secreto es escribir un libro”. Explica tu respuesta.

 

 

 

 
12. El texto critica a la sociedad que no cuestiona la información que consume, es decir, no desarrolla pensamiento crítico. Según tú, ¿cuál es el motivo de que pocas personas desarrollen pensamiento crítico? Explica tu respuesta.

 

 

 

 

 
13. Digamos que estás ante esta situación: Ves una noticia que dice que el 25 de abril las personas que son del signo Sagitario tendrán mucha suerte y se les cumplirá el deseo que tanto han anhelado, pero para que esto suceda tienen que darse un baño con ruda y encender una vela blanca al despertarse. ¿Cómo aplicarías el pensamiento crítico en esta situación? Justifica tu respuesta.

 

 

 

 

 
 
 
SOLUCIÓN:
1A
2D
3B
4B
5.-Posible respuesta: Cuestionar las ideas en lugar de asumirlas significa que la persona no acepta una afirmación o información de manera automática, sino que la analiza, evalúa y contrasta con otras fuentes antes de aceptarla como verdadera. Esto implica un proceso de reflexión y análisis crítico en lugar de una aceptación pasiva de la información.
6C
7D
8A
9C
10.- Posible respuesta: La lectura es una herramienta importante en la formación del pensamiento crítico porque a través de ella se puede acceder a diferentes perspectivas y puntos de vista. Al leer diferentes autores y textos, se pueden confrontar ideas y argumentos, lo que ayuda a desarrollar la capacidad de análisis y evaluación crítica.
11.-Posible respuesta: Según el texto, se puede interpretar esa frase como una manera sarcástica de decir que como casi nadie lee libros es fácil ocultar un secreto, es decir, conocimiento valioso en ellos.
12.-Posible respuesta: El motivo por el cual pocas personas desarrollan pensamiento crítico puede deberse a varios factores, como la falta de educación y formación en habilidades de pensamiento crítico, la influencia de los medios de comunicación y la publicidad que a menudo presentan información sesgada o manipulada, y la falta de motivación o interés por cuestionar las ideas preconcebidas y las creencias personales.
13.- Posible respuesta: Para aplicar el pensamiento crítico en esta situación, se podría evaluar la fuente de la información y determinar si es confiable o no. Luego, se podría investigar si existe alguna evidencia científica o empírica que respalde la afirmación de la noticia. Además, se podría analizar si la afirmación se basa en una creencia o superstición sin fundamentos sólidos. En general, se trata de evaluar la información de manera crítica y racional antes de aceptarla como verdadera o actuar en consecuencia.


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miércoles, 19 de abril de 2023

Práctica de comprensión lectora: Leemos un texto argumentativo sobre LA NUEVA EDUCACIÓN

 

Práctica de comprensión lectora:
Leemos un texto argumentativo sobre LA NUEVA EDUCACIÓN
 

LECTURA:
Los nuevos pilares
Leslie Loble

Tres pilares –leer, escribir y contar– forman los cimientos de todo aprendizaje. Pero, los alumnos de hoy necesitan otras competencias de base, así como importantes competencias no cognitivas: el sentimiento de eficacia personal, una mejor comprensión de conceptos y buenas capacidades de resiliencia, de adaptación y de flexibilidad.
 
Las competencias específicamente humanas serán más importantes que nunca en este nuevo mundo que se forma ante nuestros ojos: el pensamiento crítico será una de las primeras competencias que tendrán que transmitir los sistemas educativos.
 
De momento, estas competencias esenciales pueden adquirirse en actividades extraescolares donde se aprenden, por ejemplo, lo que son la cooperación, el establecimiento de objetivos y la planificación. Desarrollamos la disciplina y el espíritu de equipo haciendo deporte; la creatividad, haciendo teatro; el pensamiento crítico, organizando debates; y la empatía, haciendo voluntariado en alguna asociación.
 
El desafío consiste en estructurar este gran abanico de competencias que los jóvenes deben adquirir. Hay que legitimarlos en el seno del sistema educativo e integrarlos en los programas escolares y definir la manera de evaluar los resultados de los alumnos en estos dominios, no considerados hasta ahora como parte de la educación escolar.
 
Una cosa es innegable: el futuro exigirá, más que nunca, que los niños establezcan relaciones mutuas y refuercen el sentido de comunidad, de ciudadanía y de colaboración basado en la empatía, considerada por algunos como una de las competencias claves para el siglo XXI.
 
Las competencias interpersonales son cada vez más reconocidas como un elemento crucial para los sistemas educativos en el mundo. Organizaciones como la UNESCO y la OCDE elaboran marcos, normas y evaluaciones en este ámbito y, especialmente, el concepto de «competencias mundiales» destinado a favorecer la cooperación intercultural. En Australia, una serie de competencias generales, como el pensamiento crítico y creativo y la comprensión intercultural, se incluyeron en la agenda de educación nacional en 2009, ejemplo seguido por numerosos estados del país.
 
 
RESPONDE:
1. El texto que acabas de leer es:
a) Narrativo.
b) Argumentativo.
c) Descriptivo.
d) Literario.
 
2. Según el texto las competencias no cognitivas:
a) Son de suma importancia hoy en día.
b) Deben ser las únicas que se deben enseñar.
c) Son ejemplo de los tres pilares de todo aprendizaje.
d) No deben ser considerados en el aprendizaje.
 
3. El pensamiento crítico, según el texto, se puede desarrollar:
a) Haciendo deportes.
b) Practicando el canto y la música.
c) Organizando debates.
d) Haciendo voluntariado en alguna asociación.
 
4. ¿Cuál es el desafío de estructurar competencias esenciales específicamente humanas?
a) Exigir que en el futuro se desarrollen ese tipo de competencias.
b) Insertarlos en las evaluaciones escritas dentro de la escuela.
c) Considerar algunas competencias para que se enseñen en la escuela.
d) Estructurarlas, legitimarlas e integrarlas en el sistema educativo.
 
5. ¿Qué se infiere por «competencias mundiales»?
a) A aquellas que tendrán especial desarrollo en ciertas regiones.
b) A aquellas que están destinadas a crear niños más competitivos.
c) A aquellas que se deberán desarrollar en todos los sistemas educativos del mundo.
d) A una serie de reglas que principalmente fomentarán más competencia y deseo de destacar.
 
6. Se infiere que “legitimarlos” tiene el siguiente significado:
a) Hacer que sea aceptado.
b) Hacer que exista una manera de explicarlos.
c) Realizar las gestiones necesarias para que algo sea obligatorio.
d) Explicar que algo posee un impacto sobre otra cosa.
 
7. El término “crucial” en el texto significa:
a) Encrucijada.
b) Prescindible.
c) Compensable.
d) Fundamental.
 
8. El texto plantea que en el futuro se exigirá que los niños establezcan relaciones mutuas y refuercen el sentido de comunidad, de ciudadanía y de colaboración basado en la empatía. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.

 

 

 

 

 
9. ¿Estás de acuerdo con lo planteado en este texto? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.

 

 

 

 

 
10. Pedro, tras leer este texto dijo lo siguiente: “Me parece poco realista lo que plantea la autora ya que hoy la educación no desarrolla el pensamiento crítico y creativo, ni mucho menos la cooperación. Es una pérdida de tiempo, pues lo que sí aumenta cada año es la corrupción e indiferencia”. ¿Estás de acuerdo con lo planteado por Pedro? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.

 

 

 

 
 
 
 
SOLUCIÓN:
1B
2A
3C
4D
5C
6A
7D
8.-Posible respuesta: El estudiante debe tomar una postura sobre la pregunta y justificar con argumentos dicha postura. Un ejemplo de respuesta sería: Estoy de acuerdo con la afirmación del texto de que en el futuro se exigirá que los niños establezcan relaciones mutuas y refuercen el sentido de comunidad, de ciudadanía y de colaboración basado en la empatía. En un mundo cada vez más interconectado, globalizado y diverso, es importante que las personas tengan habilidades para trabajar en equipo, cooperar, entender diferentes puntos de vista y culturas, y empatizar con los demás.
9.-Posible respuesta: El estudiante debe tomar una postura sobre la pregunta y justificar con argumentos dicha postura. Una posible respuesta sería: Estoy de acuerdo con lo planteado en este texto. Creo que las competencias no cognitivas y las competencias interpersonales son fundamentales para el desarrollo integral de los estudiantes y para prepararlos para el mundo laboral y ciudadano del siglo XXI. Las habilidades cognitivas básicas como leer, escribir y contar siguen siendo importantes, pero no son suficientes para enfrentar los retos actuales. La educación debe evolucionar para incluir otras habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad, la resiliencia, la adaptabilidad y la empatía.
10.- Posible respuesta: El estudiante debe tomar una postura sobre lo que plantea Pedro y justificar con argumentos dicha postura. Una posible respuesta sería: No estoy de acuerdo con lo planteado por Pedro. Si bien es cierto que la educación no siempre logra desarrollar todas las habilidades que los estudiantes necesitan, esto no significa que sea una pérdida de tiempo. Hay muchos ejemplos de programas y prácticas educativas que han logrado desarrollar habilidades cognitivas y no cognitivas en los estudiantes. Además, la corrupción y la indiferencia no son problemas exclusivos de la educación, sino de toda la sociedad. La educación puede ser una herramienta para combatir estos problemas al fomentar valores como la honestidad, la justicia y la responsabilidad ciudadana.

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martes, 18 de abril de 2023

Cuento “El muchacho indefenso” de Bertolt Brecht con preguntas y respuestas de comprensión lectora

 

Cuento “El muchacho indefenso” de Bertolt Brecht con preguntas y respuestas de comprensión lectora

 


LECTURA:
El muchacho indefenso
Bertolt Brecht
 

Un transeúnte preguntó a un muchacho que lloraba amargamente cuál era la causa de su congoja.

—Había reunido dos monedas para ir al cine —dijo el interrogado—, pero se me ha acercado un chico y me quitó una —y señaló a un chiquillo que estaba a cierta distancia.

—¿Y no pediste ayuda? —preguntó el hombre.

—Claro que sí —replicó el muchacho, sollozando con más fuerza.

—¿Y nadie te oyó? —siguió preguntando el hombre, al tiempo que lo acariciaba tiernamente.

—No —gimió el niño.

—¿Y no puedes gritar más fuerte? —preguntó el hombre.

—No —replicó el chico, mirándolo con ojos esperanzados, pues el hombre sonrió.

—Entonces, dame la que te queda —dijo el hombre, y quitándole la última moneda de la mano, prosiguió despreocupadamente su camino.

 

PREGUNTAS DE COMPRENSIÓN LECTORA:

1. ¿Qué le pasaba al muchacho que lloraba amargamente?

2. Infiere: Según el relato qué significa la frase “el hombre sonrió”. Explica tu respuesta.

3. ¿Qué piensas sobre el final del relato? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.

4. Si pudieras resumir el cuento en una palabra, ¿cuál sería? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.

5. Valora: ¿Con qué palabra caracterizarías al niño llorando y al hombre que le habla? Explica tu respuesta.

6. ¿Qué mensaje crees que nos intenta dar el autor con este relato? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.

7. ¿Qué opinas sobre el relato? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.



POSIBLES RESPUESTAS:
1. El muchacho lloraba amargamente porque alguien le había robado una de las dos monedas que había reunido para ir al cine.
 
2. La frase "el hombre sonrió" podría interpretarse de varias maneras, pero en este contexto, podría entenderse como una señal de que el hombre no tiene intención de ayudar al niño, sino más bien de aprovecharse de su situación de vulnerabilidad.
 
3. El final del relato es irónico y sorprendente, ya que el hombre que inicialmente parecía mostrar compasión por el niño termina robándole la última moneda que le quedaba. Esta conclusión abrupta y desconcertante podría interpretarse como una crítica social sobre la falta de empatía y la hipocresía en la sociedad.
 
4. Si tuviera que resumir el cuento en una palabra, elegiría "vulnerabilidad", ya que el relato muestra la indefensión de un niño que es robado y no recibe ayuda de nadie.
 
5. Al niño llorando lo caracterizaría como "indefenso", ya que no tiene la capacidad de defenderse o protegerse a sí mismo. Al hombre que le habla lo caracterizaría como "cínico", ya que parece mostrar compasión por el niño, pero luego aprovecha la situación para robarle.
 
6. El mensaje que el autor intenta transmitir con este relato podría interpretarse como una crítica social a la falta de empatía y la hipocresía en la sociedad. La historia muestra cómo la vulnerabilidad de los más débiles es explotada por aquellos que tienen más poder o recursos, en lugar de ayudarlos y protegerlos.
 
7. En mi opinión, el relato es una crítica social perspicaz y conmovedora sobre la vulnerabilidad y la explotación de los más débiles en la sociedad. La historia es breve pero efectiva, y utiliza la ironía para señalar las contradicciones y las hipocresías en la conducta humana. En general, considero que es una obra muy valiosa y significativa.


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lunes, 17 de abril de 2023

¿CÓMO ANALIZAR UN TEXTO NARRATIVO?

 

¿CÓMO ANALIZAR UN TEXTO NARRATIVO?
Cómo analizar un texto narrativo

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UN TEXTO NARRATIVO es aquel en el que cuenta una historia en la cual se ven inmersos unos personajes que realizan una serie de acciones que se desarrollan en un tiempo y lugar determinado.
 
Todo texto narrativo posee una estructura más o menos fija:
 
✔️ INICIO: Permite plantear la situación inicial del texto.
✔️ NUDO: Donde surge el tema principal del texto, el problema.
✔️ DESENLACE: Que es donde se resuelve el conflicto del nudo.
 
Ahora bien, ¿cómo analizar un texto narrativo? En este artículo te enseñaré a redactar un texto narrativo de manera eficiente, analizando los elementos que constituyen dicho texto y realizando una serie de inferencias al mismo. Para ejemplificar ello, leamos un cuento que luego analizaremos. Comencemos:
 
La rana que quería ser una rana auténtica
Augusto Monterroso


Había una vez una rana que quería ser una rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.
 
Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.
 
Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una rana auténtica.
 
Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.
 
Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo.
 
FIN
 

Bien, después de leer atentamente el texto, elaboramos algunas inferencias sobre el cuento La rana que quería ser una rana auténtica de Augusto Monterroso. No olvides que inferir, es decir poder sacar conclusiones a partir de la historia que se nos narra.
 
Inferir es llegar a una conclusión a partir de las relaciones que establecemos con la información.
 
✔️ Se puede inferir que este es un cuento con mucho sarcasmo, pues la rana que quiere ser auténtica solo imitar a otros y no es realmente auténtica.
✔️ Se infiere que el autor no quiere solo mostrar su sarcasmo, sino hacernos ver que la verdadera autenticidad consiste en aceptarnos como somos, sin buscar la aprobación de los demás.
✔️ Se infiere, además, que las palabras “auténtica” y “aprobación” son muy importantes en el cuento ya que dan sentido a la historia, por ende, estas dos son las palabras clave del texto.
✔️ Podríamos hacernos la pregunta: ¿por qué quería ser auténtica la rana? Y allí llegaríamos a la conclusión de que la rana no quería ser auténtica, sino ser aceptada, y más todavía, ser admirada.
✔️ Acerca de la frase final, se infiere que no solo no llegó a ser auténtica, sino que terminaron confundiéndola con un pollo. Murió por ser demasiado vanidosa.
✔️ Se infiere, por último, que la rana no quería ser auténtica, sino ser bella y esto lo notamos en el último párrafo.
 
Por último, usando todas estas inferencias, redactamos nuestro análisis del cuento. Para ello se sugiere la siguiente estructura:
 

A) TÍTULO: Debe ser interesante y conectar con el tema del cuento.
Ejemplo:

La idea de autenticidad en “La rana que quería ser una rana auténtica” de Augusto Monterroso
 
B) INTRODUCCIÓN: Aquí debes empezar escribiendo un resumen del cuento leído, puedes usar los marcadores textuales como: El siguiente trabajo trata sobre… / El cuento (título del cuento) del escritor (nombre completo del escritor) nos relata la historia de… (2 párrafos)

El cuento “La rana que quería ser una rana auténtica” de Augusto Monterroso, es la historia tipo fábula de una rana que deseaba ser auténtica y que hizo de todo para serlo.
 
Sin embargo, mientras más quería ser auténtica, menos lo era, a tal grado de obsesionarse con lo que los demás pensaban de ella. Tal fue su obsesión por ser aceptada que terminó por dejarse arrancar las ancas y morir.
 
C) CUERPO: Aquí debes plantear tu opinión o punto de vista, es decir, tu tesis para luego sustentarla con una serie de argumentos que la defenderán. Se recomienda, por último, que en esta parte utilices las inferencias que antes ya has hecho sobre el cuento y las integres en tu análisis. (3 párrafos)

En primer lugar, resulta muy interesante el cuento, pues desde el sarcasmo y la ironía, el autor nos muestra la idea que hoy muchos tienen sobre lo que es ser auténtico: ser aceptados por los demás. Sin embargo, ser auténtico es en primer lugar aceptarse tal como somos, entendiendo no solo nuestras imperfecciones, sino también nuestras fortalezas, es decir aquello que nos hace únicos.
 
Además, yo creo que la rana no solo no era auténtica, sino que fue demasiado vanidosa. Su obsesión se transformó en falta de autoestima y, finalmente, en tragedia. Esto es un claro mensaje que deja el autor sobre la obsesión por querer ser perfectos físicamente hablando, pero sin reflexionar sobre nuestras propias emociones.
 
Por último, creo que este es un cuento sencillo, pero muy profundo sobre la relación que existe entre ser auténtico y ser aceptado. Yo pienso que más importante que ser aceptado es reconocer que todos somos diferentes y únicos. Si logramos reconocer esto, no solo habremos llegado a ser auténticos, sino también libres.
 
D) CONCLUSIÓN: Aquí debes hacer un pequeño resumen de todo lo planteado y reafirmar tu punto de vista. No olvides que puedes empezar con el marcador: En conclusión, en suma, finalmente. (1 párrafo)
 
En conclusión, el cuento “La rana que quería ser una rana auténtica” de Augusto Monterroso es hermoso cuento de fácil acceso sobre la importancia de aceptarnos a nosotros mismos tal como somos.
 
Como vemos, analizar un texto narrativo exige que el lector vaya más allá de la literalidad del texto y pueda establecer una serie de relaciones simbólicas, metafóricas o inferenciales en el texto. Y es que un texto narrativo no debe interpretarse de manera literal, sino literaria, es decir, estableciendo una relación entre lo que se cuenta y su el significado connotativo de lo que se cuenta de esta manera el texto se enriquece con múltiples lecturas y modos de interpretación.
 

Cuento “Nos han dado la tierra” de Juan Rulfo con preguntas y respuestas de comprensión lectora

 

Cuento “Nos han dado la tierra” de Juan Rulfo con preguntas y respuestas de comprensión lectora

 

Nos han dado la tierra
Juan Rulfo


Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada, se oye el ladrar de los perros.
Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría después; que no se podría encontrar nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas y de arroyos secos. Pero sí, hay algo. Hay un pueblo. Se oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor del humo, y se saborea ese olor de la gente como si fuera una esperanza.
Pero el pueblo está todavía muy allá. Es el viento el que lo acerca.
Hemos venido caminando desde el amanecer. Ahorita son algo así como las cuatro de la tarde. Alguien se asoma al cielo, estira los ojos hacia donde está colgado el sol y dice:
-Son como las cuatro de la tarde.
Ese alguien es Melitón. Junto con él, vamos Faustino, Esteban y yo. Somos cuatro. Yo los cuento: dos adelante, otros dos atrás. Miro más atrás y no veo a nadie. Entonces me digo: “Somos cuatro”. Hace rato, como a eso de las once, éramos veintitantos, pero puñito a puñito se han ido desperdigando hasta quedar nada más que este nudo que somos nosotros.
Faustino dice:
-Puede que llueva.
Todos levantamos la cara y miramos una nube negra y pesada que pasa por encima de nuestras cabezas. Y pensamos: “Puede que sí”.
No decimos lo que pensamos. Hace ya tiempo que se nos acabaron las ganas de hablar. Se nos acabaron con el calor. Uno platicaría muy a gusto en otra parte, pero aquí cuesta trabajo. Uno platica aquí y las palabras se calientan en la boca con el calor de afuera, y se le resecan a uno en la lengua hasta que acaban con el resuello. Aquí así son las cosas. Por eso a nadie le da por platicar.
Cae una gota de agua, grande, gorda, haciendo un agujero en la tierra y dejando una plasta como la de un salivazo. Cae sola. Nosotros esperamos a que sigan cayendo más y las buscamos con los ojos. Pero no hay ninguna más. No llueve. Ahora si se mira el cielo se ve a la nube aguacera corriéndose muy lejos, a toda prisa. El viento que viene del pueblo se le arrima empujándola contra las sombras azules de los cerros. Y a la gota caída por equivocación se la come la tierra y la desaparece en su sed.
¿Quién diablos haría este llano tan grande? ¿Para qué sirve, eh?
Hemos vuelto a caminar. Nos habíamos detenido para ver llover. No llovió. Ahora volvemos a caminar. Y a mí se me ocurre que hemos caminado más de lo que llevamos andado. Se me ocurre eso. De haber llovido quizá se me ocurrieran otras cosas. Con todo, yo sé que desde que yo era muchacho, no vi llover nunca sobre el llano, lo que se llama llover.
No, el llano no es cosa que sirva. No hay ni conejos ni pájaros. No hay nada. A no ser unos cuantos huizaches trespeleques y una que otra manchita de zacate con las hojas enroscadas; a no ser eso, no hay nada.
Y por aquí vamos nosotros. Los cuatro a pie. Antes andábamos a caballo y traíamos terciada una carabina. Ahora no traemos ni siquiera la carabina.
Yo siempre he pensado que en eso de quitarnos la carabina hicieron bien. Por acá resulta peligroso andar armado. Lo matan a uno sin avisarle, viéndolo a toda hora con “la 30” amarrada a las correas. Pero los caballos son otro asunto. De venir a caballo ya hubiéramos probado el agua verde del río, y paseado nuestros estómagos por las calles del pueblo para que se les bajara la comida. Ya lo hubiéramos hecho de tener todos aquellos caballos que teníamos. Pero también nos quitaron los caballos junto con la carabina.
Vuelvo hacia todos lados y miro el llano. Tanta y tamaña tierra para nada. Se le resbalan a uno los ojos al no encontrar cosa que los detenga. Sólo unas cuantas lagartijas salen a asomar la cabeza por encima de sus agujeros, y luego que sienten la tatema del sol corren a esconderse en la sombrita de una piedra. Pero nosotros, cuando tengamos que trabajar aquí, ¿qué haremos para enfriarnos del sol, eh? Porque a nosotros nos dieron esta costra de tapetate para que la sembráramos.
Nos dijeron:
-Del pueblo para acá es de ustedes.
Nosotros preguntamos:
-¿El Llano?
– Sí, el llano. Todo el Llano Grande.
Nosotros paramos la jeta para decir que el llano no lo queríamos. Que queríamos lo que estaba junto al río. Del río para allá, por las vegas, donde están esos árboles llamados casuarinas y las paraneras y la tierra buena. No este duro pellejo de vaca que se llama Llano.
Pero no nos dejaron decir nuestras cosas. El delegado no venía a conversar con nosotros. Nos puso los papeles en la mano y nos dijo:
-No se vayan a asustar por tener tanto terreno para ustedes solos.
-Es que el llano, señor delegado…
-Son miles y miles de yuntas.
-Pero no hay agua. Ni siquiera para hacer un buche hay agua.
-¿Y el temporal? Nadie les dijo que se les iba a dotar con tierras de riego. En cuanto allí llueva, se levantará el maíz como si lo estiraran.
– Pero, señor delegado, la tierra está deslavada, dura. No creemos que el arado se entierre en esa como cantera que es la tierra del Llano. Habría que hacer agujeros con el azadón para sembrar la semilla y ni aun así es positivo que nazca nada; ni maíz ni nada nacerá.
– Eso manifiéstenlo por escrito. Y ahora váyanse. Es al latifundio al que tienen que atacar, no al Gobierno que les da la tierra.
– Espérenos usted, señor delegado. Nosotros no hemos dicho nada contra el Centro. Todo es contra el Llano… No se puede contra lo que no se puede. Eso es lo que hemos dicho… Espérenos usted para explicarle. Mire, vamos a comenzar por donde íbamos…
Pero él no nos quiso oír.
Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta. Pero nada se levantará de aquí. Ni zopilotes. Uno los ve allá cada y cuando, muy arriba, volando a la carrera; tratando de salir lo más pronto posible de este blanco terregal endurecido, donde nada se mueve y por donde uno camina como reculando.
Melitón dice:
-Esta es la tierra que nos han dado.
Faustino dice:
-¿Qué?
Yo no digo nada. Yo pienso: “Melitón no tiene la cabeza en su lugar. Ha de ser el calor el que lo hace hablar así. El calor, que le ha traspasado el sombrero y le ha calentado la cabeza. Y si no, ¿por qué dice lo que dice? ¿Cuál tierra nos han dado, Melitón? Aquí no hay ni la tantita que necesitaría el viento para jugar a los remolinos.”
Melitón vuelve a decir:
-Servirá de algo. Servirá aunque sea para correr yeguas.
-¿Cuáles yeguas? -le pregunta Esteban.
Yo no me había fijado bien a bien en Esteban. Ahora que habla, me fijo en él. Lleva puesto un gabán que le llega al ombligo, y debajo del gabán saca la cabeza algo así como una gallina.
Sí, es una gallina colorada la que lleva Esteban debajo del gabán. Se le ven los ojos dormidos y el pico abierto como si bostezara. Yo le pregunto:
-Oye, Teban, ¿de dónde pepenaste esa gallina?
-Es la mía- dice él.
-No la traías antes. ¿Dónde la mercaste, eh?
-No la merqué, es la gallina de mi corral.
-Entonces te la trajiste de bastimento, ¿no?
-No, la traigo para cuidarla. Mi casa se quedó sola y sin nadie para que le diera de comer; por eso me la traje. Siempre que salgo lejos cargo con ella.
-Allí escondida se te va a ahogar. Mejor sácala al aire.
Él se la acomoda debajo del brazo y le sopla el aire caliente de su boca. Luego dice:
-Estamos llegando al derrumbadero.
Yo ya no oigo lo que sigue diciendo Esteban. Nos hemos puesto en fila para bajar la barranca y él va mero adelante. Se ve que ha agarrado a la gallina por las patas y la zangolotea a cada rato, para no golpearle la cabeza contra las piedras.
Conforme bajamos, la tierra se hace buena. Sube polvo desde nosotros como si fuera un atajo de mulas lo que bajara por allí; pero nos gusta llenarnos de polvo. Nos gusta. Después de venir durante once horas pisando la dureza del Llano, nos sentimos muy a gusto envueltos en aquella cosa que brinca sobre nosotros y sabe a tierra.
Por encima del río, sobre las copas verdes de las casuarinas, vuelan parvadas de chachalacas verdes. Eso también es lo que nos gusta.
Ahora los ladridos de los perros se oyen aquí, junto a nosotros, y es que el viento que viene del pueblo retacha en la barranca y la llena de todos sus ruidos.
Esteban ha vuelto a abrazar su gallina cuando nos acercamos a las primeras casas. Le desata las patas para desentumecerla, y luego él y su gallina desaparecen detrás de unos tepemezquites.
-¡Por aquí arriendo yo! -nos dice Esteban.
Nosotros seguimos adelante, más adentro del pueblo.
La tierra que nos han dado está allá arriba.
 

PREGUNTAS DE COMPRENSIÓN LECTORA:
1. ¿Qué significado simbólico tiene la tierra que reciben los hombres en el cuento? Explica tu respuesta.
2. ¿Crees que en este cuento se da un acto de injusticia? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.
3. Tomando como referencia lo narrado en el cuento, qué significa esta frase: “No se vayan a asustar por tener tanto terreno para ustedes solos”. Explica tu respuesta.
4. Si pudieras resumir el cuento con una palabra, ¿cuál sería? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.
5. ¿Consideras que el narrador protagonista está resignado ante la situación en la que se encuentra cuando al final del cuento dice: “La tierra que nos han dado está allá arriba”? Justifica tu respuesta.
6. ¿Crees que fue justo el reparto de tierras que se le dieron a aquellos hombres? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.
 
 
 
POSIBLES RESPUESTAS:
1. La tierra simboliza pobreza, miseria y muerte, ya que, al ser llanura, es decir, desierto no se podría cultivar nada y eso solo generaría más miseria.
2. Sí, se puede argumentar que hay un acto de injusticia en el cuento. El hecho de que los hombres hayan recibido una tierra tan árida y desolada para trabajar es injusto, ya que les hace difícil sobrevivir y prosperar. Además, se sugiere que la tierra fue dada a ellos por alguien más poderoso (el gobierno), lo que implica una desigualdad en la distribución de los recursos.
3. La frase tiene un tono sarcástico, ya que, aunque efectivamente se les ha dado una gran extensión de tierra, esta es árida y nada se puede cultivar.
4. Si tuviera que resumir el cuento con una palabra, sería "desigualdad". El cuento muestra cómo los hombres pobres son oprimidos y tratados con desigualdad por aquellos que tienen más poder (el gobierno), y cómo la distribución desigual de la tierra perpetúa esta opresión.
5. Sí, el narrador protagonista parece resignado ante la situación en la que se encuentra al final del cuento. La frase "La tierra que nos han dado está allá arriba" sugiere una sensación de impotencia y resignación frente a la realidad de que la tierra que recibieron no es suficiente para vivir y prosperar. Es una expresión de frustración y desesperanza ante la injusticia de la situación.
6. Considero que no fue justo la repartición de tierras, porque es evidente que la distribución es desigual. Los hombres no van a poder cultivar nada en ese terreno tan árido. Como los protagonistas son pobres, se los puede seguir explotando.


MIRA ESTE VIDEO: RESUMEN Y ANÁLISIS DE "PEDRO PÁRAMO" DE JUAN RULFO:

jueves, 13 de abril de 2023

Práctica de comprensión lectora: Leemos un texto crítico sobre LAS EMOCIONES Y LA ESCUELA

 

Práctica de comprensión lectora:
Leemos un texto crítico sobre LAS EMOCIONES Y LA ESCUELA
 

 
LECTURA:

¿Pero por qué este auge de lo emocional? Nuestros abuelos, incluso nuestros padres, no se preocupaban tanto por el tema emocional. Su mundo era más duro a nivel de comodidades, sus opciones eran muy limitadas y su contacto con el exterior se reducía a lo cercano, a lo próximo, en definitivas cuentas, a lo real. Tenían por costumbre aceptar, en la medida de las posibilidades, la sociedad en la que les había tocado vivir, y dentro de sus capacidades y de la realidad de su estatus social, buscaban la felicidad. El trabajo era un medio para ganar dinero, y la dicha solía atesorarse al margen de la economía, en la franja personal de la vida, separada del materialismo. Por una parte, la aceptación de esta realidad tenía un halo de tristeza porque cercenaba la capacidad de soñar con cambiar radicalmente la situación, pero por otra parte, se partía de una realidad y se vivía conforme a ella, buscando una felicidad sencilla, teniendo una vida emocional más transparente que la actual.
 
Este imperio del cuidado emocional que aumenta, pone especial acento en el tema educativo. La pedagogía actual está haciendo hincapié en «educar las emociones», como si esto no se hubiese hecho nunca. Antes las emociones eran un complemento más, algo que acompañaba a unos deberes, unos contenidos, un aprendizaje de la disciplina, unas exigencias determinadas..., y ahora las emociones (pero solo las positivas y agradables) son el eje central desde el que pivotan todos los demás factores.
 
Estamos siendo testigos de un momento de explosión de nuevas metodologías pedagógicas, como los trabajos por proyectos, en los que el niño, partiendo de los temas en los que se siente a gusto, con los que se identifica, comience a trabajar. Desde los nuevos púlpitos educativos, se pregona que la educación sin emoción positiva no es buena, y no paran de inventarse estrategias educativas docentes donde el infante siempre se encuentre cómodo con la situación que se le propone a cada momento.
 
Estamos cayendo en lo que se denomina un «paidocentrismo», es decir, el niño es el centro de todo, todo gira en torno a él y, lo que es peor, en torno a su felicidad y satisfacción. Educamos, desde la más temprana edad, en insertar y cuidar las emociones positivas las 24 horas del día.
 
Hay que estar contentos mientras estudiamos, mientras aprendemos, hay que estar felices también en el trabajo, sentir que nos apasiona lo que hacemos en cada instante, en cada momento. Pero si solo podemos o debemos aprender, o enseñar, con el refuerzo y el amparo de emociones positivas, estamos manipulando la idea de una vida real, donde, como hemos estado analizando, existen muchos factores imponderables que nos provocarán desazón, desánimo, dolor, decepción, angustia, ansiedades y alguna que otra depresión. Es decir, olvidamos educar también para el sufrimiento.
 
Tomado de: RUIZ, J.C. (2018). El arte de pensar. Cómo los grandes filósofos pueden estimular nuestro pensamiento crítico. Editorial Berenice.
 

RESPONDE:

1. El autor plantea que lo emocional en el pasado:
a) Exigía que las personas se comportaran duramente.
b) No era una gran preocupación.
c) No existía pues las condiciones de vida siempre eran duras.
d) Se solía relacionar con la idea de felicidad.
 
2. El término “una vida emocional más transparente” en el texto hace referencia a:
a) Una vida más cristalina
b) Una vida más vertiginosa.
c) Una vida sin ningún deseo de superación.
d) Una vida más sencilla.
 
3. Sobre las emociones, el autor critica que:
a) La sociedad de nuestros abuelos o nuestros padres vivían en una sociedad triste que no ponía énfasis en las emociones positivas que desarrollaban mejor al ser humano.
b) La idea de felicidad en la época de nuestros abuelos era un deseo más difícil de conseguir que hoy en día donde se presta mucha atención a las emociones.
c) Una vida emocional transparente es negativa, pues actualmente la educación se debe centrar en hacer que los niños aprendan con alegría.
d) Si solo se toman en cuenta las emociones positivas y agradables, estaremos distorsionando la idea de una vida real.
 
 
4. ¿Cuál es la alternativa incompatible con el texto?
a) En la época de nuestros abuelos lo emocional no era un tema preocupante.
b) El cuidado emocional que aumenta se centra especialmente en la educación.
c) El «paidocentrismo», según el autor, resulta una manera de enseñar muy positiva y necesaria.
d) La pedagogía actual educa emociones positivas.
 
5. Infiere: ¿El autor está a favor o en contra de la educación actual? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.

 

 

 

 
6. El autor asevera que hemos olvidado “educar también educar para el sufrimiento”. ¿En qué consistiría ello? Explica tu respuesta.

 

 

 

 
7. ¿Estás de acuerdo con lo planteado por el autor? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.

 

 

 

 

SOLUCIÓN:
1B
2D
3D
4C
5.- Posible respuesta: El autor parece estar en contra de la educación actual, al menos en lo que se refiere al enfoque excesivo en el cuidado emocional y el paidocentrismo. El autor cree que la educación debe incluir la educación en la aceptación del sufrimiento y en la realidad de la vida, no solo en emociones positivas.
6.- Posible respuesta: Educar para el sufrimiento significa preparar a los niños para enfrentar y superar situaciones difíciles, dolorosas y frustrantes, que son parte de la vida real. Esto implica enseñar habilidades de resiliencia, como la capacidad de adaptación, la fortaleza emocional y la capacidad de superar adversidades. También significa reconocer y aceptar que la vida no siempre es fácil y que habrá momentos de dolor y sufrimiento que debemos enfrentar y superar.
7.- Posible respuesta: Considero que el autor plantea una reflexión interesante sobre el papel de la educación en la sociedad actual. Es importante tener en cuenta que, aunque es positivo que se preste atención al cuidado emocional y al bienestar de los niños, también es importante educar en la aceptación de la realidad y la capacidad de enfrentar situaciones difíciles. La educación debe ser equilibrada y abarcar todos los aspectos de la vida, incluyendo tanto emociones positivas como negativas.


APRENDE MÁS SOBRE COMPRENSIÓN LECTORA CON ESTE VIDEO:



miércoles, 12 de abril de 2023

Cuento “Me alquilo para soñar” de Gabriel García Márquez con actividades de comprensión lectora

 

Cuento “Me alquilo para soñar” de Gabriel García Márquez con actividades de comprensión lectora

 
Gabriel García Márquez

LECTURA:
Me alquilo para soñar
Gabriel García Márquez

 
A las nueve de la mañana, mientras desayunábamos en la terraza del Habana Riviera, un tremendo golpe de mar a pleno sol levantó en vilo varios automóviles que pasaban por la avenida del malecón, o que estaban estacionados en la acera, y uno quedó incrustado en un flanco del hotel. Fue como una explosión de dinamita que sembró el pánico en los veinte pisos del edificio y convirtió en polvo el vitral del vestíbulo. Los numerosos turistas que se encontraban en la sala de espera fueron lanzados por los aires junto con los muebles, y algunos quedaron heridos por la granizada de vidrio. Tuvo que ser un maretazo colosal, pues entre la muralla del malecón y el hotel hay una amplia avenida de ida y vuelta, así que la ola saltó por encima de ella y todavía le quedó bastante fuerza para desmigajar el vitral.
Los alegres voluntarios cubanos, con la ayuda de los bomberos, recogieron los destrozos en menos de seis horas, clausuraron la puerta del mar y habilitaron otra, y todo volvió a estar en orden. Por la mañana no se había ocupado nadie del automóvil incrustado en el muro, pues se pensaba que era uno de los estacionados en la acera. Pero cuando la grúa lo sacó de la tronera descubrieron el cadáver de una mujer amarrada en el asiento del conductor con el cinturón de seguridad. El golpe fue tan brutal que no le quedó un hueso entero. Tenía el rostro desbaratado, los botines descosidos y la ropa en piltrafas, y un anillo de oro en forma de serpiente con ojos de esmeraldas. La policía estableció que era el ama de llaves de los nuevos embajadores de Portugal. En efecto, había llegado con ellos a La Habana quince días antes, y había salido esa mañana para el mercado manejando un automóvil nuevo. Su nombre no me dijo nada cuando leí la noticia en los periódicos, pero en cambio quedé intrigado por el anillo en forma de serpiente y ojos de esmeraldas. No pude averiguar, sin embargo, en qué dedo lo usaba.
Era un dato decisivo, porque temí que fuera una mujer inolvidable cuyo nombre verdadero no supe jamás, que usaba un anillo igual en el índice derecho, lo cual era más insólito aún en aquel tiempo. La había conocido treinta y cuatro años antes en Viena, comiendo salchichas con papas hervidas y bebiendo cerveza de barril en una taberna de estudiantes latinos. Yo había llegado de Roma esa mañana, y aún recuerdo mi impresión inmediata por su espléndida pechuga de soprano, sus lánguidas colas de zorros en el cuello del abrigo y aquel anillo egipcio en forma de serpiente. Me pareció que era la única austríaca en el largo mesón de madera, por el castellano primario que hablaba sin respirar con un acento de quincallería. Pero no, había nacido en Colombia y se había ido a Austria entre las dos guerras, casi niña, a estudiar música y canto. En aquel momento andaba por los treinta años mal llevados, pues nunca debió ser bella y había empezado a envejecer antes de tiempo. Pero en cambio era un ser humano encantador. Y también uno de los más temibles.
Viena era todavía una antigua ciudad imperial, cuya posición geográfica entre los dos mundos irreconciliables que dejó la Segunda Guerra había acabado de convertirla en un paraíso, del mercado negro y el espionaje mundial. No hubiera podido imaginarme un ámbito más adecuado para aquella compatriota fugitiva que seguía comiendo en la taberna estudiantil de la esquina solo por fidelidad a su origen, pues tenía recursos de sobra para comprarla de contado con todos sus comensales dentro. Nunca dijo su verdadero nombre, pues siempre la conocimos con el trabalenguas germánico que le inventaron los estudiantes latinos de Viena: Frau Frida. Apenas me la habían presentado cuando incurrí en la impertinencia feliz de preguntarle cómo había hecho para implantarse de tal modo en aquel mundo tan distante y distinto de sus riscos de vientos del Quindío, y ella me contestó con un golpe:
—Me alquilo para soñar.
En realidad, era su único oficio. Había sido la tercera de los once hijos de un próspero tendero del antiguo Caldas, y desde que aprendió a hablar instauró en la casa la buena costumbre de contar los sueños en ayunas, que es la hora en que se conservan más puras sus virtudes premonitorias. A los siete años soñó que uno de sus hermanos era arrastrado por un torrente. La madre, por pura superstición religiosa, le prohibió al niño lo que más le gustaba, que era bañarse en la quebrada. Pero Frau Frida tenía ya un sistema propio de vaticinios.
—Lo que ese sueño significa —dijo— no es que se vaya a ahogar, sino que no debe comer dulces.
La sola interpretación parecía una infamia, cuando era para un niño de cinco años que no podía vivir sin sus golosinas dominicales. La madre, ya convencida de las virtudes adivinatorias de la hija, hizo respetar la advertencia con mano dura. Pero al primer descuido suyo el niño se atragantó con una canica de caramelo que se estaba comiendo a escondidas, y no fue posible salvarlo.
Frau Frida no había pensado que aquella facultad pudiera ser un oficio, hasta que la vida la agarró por el cuello en los crueles inviernos de Viena. Entonces tocó para pedir empleo en la primera casa que le gustó para vivir, y cuando le preguntaron qué sabía hacer, ella solo dijo la verdad: “Sueño”. Le bastó con una breve explicación a la dueña de casa para ser aceptada, con un sueldo apenas suficiente para los gastos menudos, pero con un buen cuarto y las tres comidas. Sobre todo el desayuno, que era el momento en que la familia se sentaba a conocer el destino inmediato de cada uno de sus miembros: el padre, que era un rentista refinado; la madre, una mujer alegre y apasionada de la música de cámara romántica, y dos niños de once y nueve años. Todos eran religiosos, y por lo mismo propensos a las supersticiones arcaicas, y recibieron encantados a Frau Frida con el único compromiso de descifrar el destino diario de la familia a través de los sueños.
Lo hizo bien y por mucho tiempo, sobre todo en los años de la guerra, cuando la realidad fue más siniestra que las pesadillas. Solo ella podía decidir a la hora del desayuno lo que cada quien debía hacer aquel día, y cómo debía hacerlo, hasta que sus pronósticos terminaron por ser la única autoridad en la casa. Su dominio sobre la familia fue absoluto: aun el suspiro más tenue era por orden suya. Por los días en que estuve en Viena acababa de morir el dueño de casa, y había tenido la elegancia de legarle a ella una parte de sus rentas, con la única condición de que siguiera soñando para la familia hasta el fin de sus sueños.
Estuve en Viena más de un mes, compartiendo las estrecheces de los estudiantes, mientras esperaba un dinero que nunca llegó. Las visitas imprevistas y generosas de Frau Frida en la taberna eran entonces como fiestas en nuestro régimen de penurias. Una de esas noches, en la euforia de la cerveza, me habló al oído con una convicción que no permitía ninguna pérdida de tiempo.
—He venido solo para decirte que anoche tuve un sueño contigo —me dijo—. Debes irte enseguida y no volver a Viena en los próximos cinco años.
Su convicción era tan real, que esa misma noche me embarcó en el último tren para Roma. Yo, por mi parte, quedé tan sugestionado, que desde entonces me he considerado sobreviviente de un desastre que nunca conocí. Todavía no he vuelto a Viena.
Antes del desastre de La Habana había visto a Frau Frida en Barcelona, de una manera tan inesperada y casual que me pareció misteriosa. Fue el día en que Pablo Neruda pisó tierra española por primera vez desde la Guerra Civil, en la escala de un lento viaje por mar hacia Valparaíso. Pasó con nosotros una mañana de caza mayor en las librerías de viejo, y en Porter compró un libro antiguo, descuadernado y marchito, por el cual pagó lo que hubiera sido su sueldo de dos meses en el consulado de Rangún. Se movía por entre la gente como un elefante inválido, con un interés infantil en el mecanismo interno de cada cosa, pues el mundo le parecía un inmenso juguete de cuerda con el cual se inventaba la vida.
No he conocido a nadie más parecido a la idea que uno tiene de un papa renacentista: glotón y refinado. Aun contra su voluntad, siempre era él quien presidía la mesa. Matilde, su esposa, le ponía un babero que parecía más de peluquería que de comedor, pero era la única manera de impedir que se bañara en salsas. Aquel día en Carballeira fue ejemplar. Se comió tres langostas enteras descuartizándolas con una maestría de cirujano, y al mismo tiempo devoraba con la vista los platos de todos, e iba picando un poco de cada uno, con un deleite que contagiaba las ganas de comer: las almejas de Galicia, los percebes del Cantábrico, las cigalas de Alicante, las espardenyas de la Costa Brava. Mientras tanto, como los franceses, solo hablaba de otras exquisiteces de cocina, y en especial de los mariscos prehistóricos de Chile que llevaba en el corazón. De pronto dejó de comer, afinó sus antenas de bogavante, y me dijo en voz muy baja:
—Hay alguien detrás de mí que no deja de mirarme.
Miré por encima de su hombro, y así era. A sus espaldas, tres mesas más allá, una mujer impávida con un anticuado sombrero de fieltro y una bufanda morada masticaba despacio con los ojos fijos en él. La reconocí en el acto. Estaba envejecida y gorda, pero era ella, con el anillo de serpiente en el índice.
Viajaba desde Nápoles en el mismo barco que los Neruda, pero no se habían visto a bordo. La invitamos a tomar el café en nuestra mesa, y la induje a hablar de sus sueños para sorprender al poeta. Él no le hizo caso, pues planteó desde el principio que no creía en adivinaciones de sueños.
—Solo la poesía es clarividente —dijo.
Después del almuerzo, en el inevitable paseo por las Ramblas, me retrasé a propósito con Frau Frida para refrescar nuestros recuerdos sin oídos ajenos. Me contó que había vendido sus propiedades de Austria y vivía retirada en Porto, Portugal, en una casa que describió como un castillo falso sobre una colina desde donde se veía todo el océano hasta las Américas. Aunque no lo dijera, en su conversación quedaba claro que de sueño en sueño había terminado por apoderarse de la fortuna de sus inefables patrones de Viena. No me impresionó, sin embargo, porque siempre había pensado que sus sueños no eran más que una artimaña para vivir. Y se lo dije.
Ella soltó su carcajada irresistible. “Sigues tan atrevido como siempre”, me dijo. Y no dijo más, porque el resto del grupo se había detenido a esperar que Neruda acabara de hablar en jerga chilena con los loros de la Rambla de los Pájaros. Cuando reanudamos la charla, Frau Frida había cambiado de tema.
—A propósito —me dijo—: Ya puedes volver a Viena.
Solo entonces caí en la cuenta de que habían transcurrido trece años desde que nos conocimos.
—Aun si tus sueños son falsos, jamás volveré —le dije. Por si acaso.
A las tres nos separamos de ella para acompañar a Neruda a su siesta sagrada. La hizo en nuestra casa, después de unos preparativos solemnes que de algún modo recordaban la ceremonia del té en el Japón. Había que abrir unas ventanas y cerrar otras para que hubiera el grado de calor exacto y una cierta clase de luz en cierta dirección, y un silencio absoluto. Neruda se durmió al instante, y despertó diez minutos después, como los niños, cuando menos pensábamos. Apareció en la sala restaurado y con el monograma de la almohada impreso en la mejilla.
—Soñé con esa mujer que sueña —dijo.
Matilde quiso que le contara el sueño.
—Soñé que ella estaba soñando conmigo —dijo él.
—Eso es de Borges —le dije.
Él me miró desencantado.
—¿Ya está escrito?
—Si no está escrito se va a escribir alguna vez —le dije. Será uno de sus laberintos.
Tan pronto como subió a bordo, a las seis de la tarde, Neruda se despidió de nosotros, se sentó en una mesa apartada, y empezó a escribir versos fluidos con la pluma de tinta verde con que dibujaba flores y peces y pájaros en las dedicatorias de sus libros. A la primera advertencia del buque buscamos a Frau Frida, y al fin la encontramos en la cubierta de turistas cuando ya nos íbamos sin despedirnos. También ella acababa de despertar de la siesta.
—Soñé con el poeta —nos dijo.
Asombrado, le pedí que me contara el sueño.
—Soñé que él estaba soñando conmigo —dijo, y mi cara de asombro la confundió—. ¿Qué quieres? A veces, entre tantos sueños, se nos cuela uno que no tiene nada que ver con la vida real.
No volví a verla ni a preguntarme por ella hasta que supe del anillo en forma de culebra de la mujer que murió en el naufragio del Hotel Riviera. Así que no resistí la tentación de hacerle preguntas al embajador portugués cuando coincidimos, meses después, en una recepción diplomática. El embajador me habló de ella con un gran entusiasmo y una enorme admiración. “No se imagina lo extraordinaria que era”, me dijo. “Usted no habría resistido la tentación de escribir un cuento sobre ella”. Y prosiguió en el mismo tono, con detalles sorprendentes, pero sin una pista que me permitiera una conclusión final.
—En concreto —le precisé por fin—: ¿qué hacía?
—Nada —me dijo él, con un cierto desencanto—. Soñaba.
 

RESPONDE:
1. ¿Qué sucede al inicio del cuento?
2. ¿Qué encontraron en el auto incrustado en el muro?
3. ¿Quién es Frau Frida?
4. ¿A qué se dedicaba Frau Frida? ¿En qué consistía aquello?
5. ¿Qué significado simbólico tiene la palabra “Sueño” en el cuento?
6. ¿Por qué en los años de Guerra Frau Frida hacia mejor su trabajo?
7. Qué significa esta frase: “que siguiera soñando para la familia hasta el fin de sus sueños”. Explica tu respuesta.
8. ¿Qué le dice Frau Frida al narrador en una taberna? ¿Por qué se lo dice?
9. Tomando como referencia el cuento, ¿qué podría simbolizar el anillo de serpiente en el índice derecho? Justifica tu respuesta.
10. ¿Qué hecho misterioso sucedió entre Frau Frida y el poeta Pablo Neruda?
11. Según el final del cuento, ¿qué paso al final con Frau Frida? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.
12. ¿Crees que existe un elemento fantástico en este cuento? ¿Por qué? Explica tu respuesta.
13. Si pudieras resumir el cuento en una palabra, ¿cuál sería? ¿Por qué? Fundamenta tu respuesta.
14. Reflexiona: En el cuento el poeta Pablo Neruda dice que no creía en las adivinaciones de los sueños. Él dice que “solo la poesía es clarividente”. ¿Qué significaría ello? ¿Por qué? Explica tu respuesta.
15. ¿Te pareció interesante este cuento? ¿Por qué? Justifica tu respuesta.