viernes, 1 de julio de 2022

Práctica de textos de carácter filosófico para trabajar comprensión lectora en secundaria

PRÁCTICA DE TEXTOS DE CARÁCTER FILOSÓFICO PARA TRABAJAR COMPRENSIÓN LECTORA EN SECUNDARIA CON PREGUNTAS DE OPCIÓN MÚLTIPLE

texto filosófico



VIDEO SOBRE EL TEMA:


PRÁCTICA:


TEXTO 1:

 
Sócrates ejemplifica la persona que vive tal como piensa y que lleva sus ideas hasta sus últimas consecuencias; el individuo a quien no le importa morir con tal de no renunciar a sus principios. Con el ejemplo de su muerte y con la manera en la que la sobrellevó, Sócrates representa un nuevo tipo de reflexión filosófica que ya no se encarga de examinar la naturaleza, sino a los seres humanos. De ahí que Cicerón dijese que “Sócrates fue el primero que hizo bajar la filosofía del cielo, la introdujo en nuestras casas y la obligó a ocuparse del bien y el mal”. O como dice Martha Nussbaum –reciente Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales– en El cultivo de la humanidad, de Paidós, “su contribución característica fue que el rigor y la firmeza del argumento filosófico tuviera efecto en los asuntos de interés público”.
 
Al incorporar la reflexión filosófica a los problemas cotidianos de las personas, Sócrates se convierte en el primer psicólogo de la Historia. Su preocupación fundamental ya no es cómo está constituido el universo y cuáles son los mecanismos que explican la realidad material, sino cuál es la vida que debemos llevar, en qué consiste la “vida buena” y cuáles son las motivaciones de nuestra conducta. Sin él no podemos entender lo que sucede después en filosofía, el énfasis de las escuelas filosóficas posteriores (cínicos, epicúreos y escépticos, pero especialmente los estoicos) en incorporar la reflexión filosófica a la vida cotidiana, en vivir filosóficamente y concebir la filosofía como un modo de vida (como diría Pierre Hadot en su Elogio de Sócrates) o como práctica sobre uno mismo y arte de vivir (en palabras de Foucault en La hermenéutica del sujeto).
 
Siglos más tarde, filósofos como Séneca, Epícteto y Marco Aurelio insistieron en que la filosofía puede ayudarnos a sobrellevar las desgracias de la vida (enfermedades, exilio, pobreza, muerte) y a vivir mejor, pues nos enseña a extirpar las creencias erróneas que desencadenan las emociones negativas (ira, tristeza, miedo, angustia, etc.). A partir de Sócrates, el filósofo se convierte en un “médico del alma” y la filosofía en una especie de terapia psicológica que se encarga de “curar” las “enfermedades del espíritu”, las pasiones que obnubilan la razón o las opiniones erróneas que enturbian el juicio. De ahí que el mayor mal para el hombre sea una opinión falsa, pues cuando un individuo tiene creencias inadecuadas sobre sí mismo o sobre la realidad, sus actuaciones no se adecuarán a ella y eso solo le podrá traer problemas.
 
Autor: Gabriel Arnaiz
(Texto adaptado)
 
RESPONDE:
1. ¿Cuál es el tema central del texto?
A. Las leyes que rigen el espíritu según Sócrates
B. Biografía de Sócrates el primer filósofo del Paidós
C. Causas y consecuencias de la filosofía de Sócrates
D. El pensamiento de Sócrates y sus aportes para llevar la filosofía a la vida cotidiana
 
2. La filosofía de Sócrates se basa principalmente:
A. En la reflexión sobre el bien y el mal y la vida cotidiana del hombre
B. En el pensar las causas de la naturaleza y el universo
C. En la idea de la filosofía como principio de todo lo que existe
D. En el estudio de los seres humanos y la existencia de Dios
 
3. Sócrates personifica a
A. Un hombre que quiere unir la filosofía y la razón de lo que existe en el universo
B. Una persona consecuente con sus ideas, que propone el estudio del hombre en su vida cotidiana principalmente
C. Un filósofo que pone énfasis en la examinación de la naturaleza y cómo se originó todo
D. Un filósofo que se apasiona por saber cómo está constituido el universo de las cosas que nos rodean
 
4. La frase: “el mayor mal para el hombre sea una opinión falsa” nos quiere decir:
A. Los chimes destruyen el espíritu del ser humano
B. No hay mayor logro humano que las opiniones
C. La mentira o el mal actuar del hombre le acarrea infelicidad y tristeza
D. Un hombre con opinión verdadera es perfecto y nunca podrá errar
 
5.-El sentido contextual de obnubilan es:
A. Interceptan
B. Roban
C. Anulan
D. Achacan
 
6.- Podemos concluir que este texto:
A. La reflexión filosófica es importante para entender nuestra posición en el universo
B. Pensar filosóficamente es vivir bien
C. No hay filosofía, si solo examinamos los fenómenos naturales del universo
D. Plantea que la filosofía hizo nacer a la psicología
 

TEXTO 2:
La memoria de los objetos
Verónica Rodríguez Alba (España)
 
 
Decía Kant en la Crítica de la Razón Pura que hay dos conceptos de filosofía, el académico y el mundano. El académi­co, como su nombre indica, hace refe­rencia a la labor que se lleva a cabo en el ámbito uni­versitario. En él, se busca la interrelación entre las ideas y sistemas que han elaborado los pensadores a lo largo de la historia; es lo que hacemos en las aulas.
 
No obstante, la filosofía mundana es aquella en la que el ser humano, en su intento denodado por comprender el mundo, se acerca a las grandes pre­guntas. Ciertas vivencias, tarde o temprano, plantan el germen de la reflexión, sin necesidad siquiera de dedicarnos profesionalmente a ello. «El cielo estre­llado sobre nosotros» o una pérdida nos asoman al precipicio. En ese punto, es la admiración ante la propia vida lo que pone en marcha la reflexión, tal y como decía Platón en el Teeteto.
 
Les quiero invitar a compartir un pequeño frag­mento de filosofía mundana, al hilo de la reflexión sobre la memoria. Para ello seguiremos los pasos de Ortega y Gasset.
 
Podemos afirmar a grandes rasgos que los obje­tos guardan una parte fundamental de nosotros y en cierto modo, encierran parte de nuestra identidad. Es por ello que dejar caer en el olvido saberes o ani­quilar objetos puede suponer la destrucción de una parte importante de aquello que nos explica como comunidad y como individuos.
 
Entremos a una casa ya deshabitada en la que hubieran quedado intactos todos los muebles y en­seres. Imaginemos las fotos en el cajón, el color y la forma de los adornos de la cocina y sala, las pinturas y los cuadernos donde dibujaban los niños. En la cocina platos y va­sos para una familia numerosa, los paños de cocina limpios y usados, planchados; copas nuevas, vasos muy antiguos; sacarina, café descafeinado. En una sala, la enciclopedia desgastada por los bordes, las obras de Shakespeare intactas. En el comedor, una mecedora y al lado un revistero con costura empe­zada; la fuente de los asados y el juego de café del ajuar aún sin estrenar. Todo en su sitio, humilde y pulcramente ordenado. En una habitación un di­ploma orgulloso, en otra, el dolor de la vejez.
 
Los objetos guardan la memoria de nuestra re­lación con ellos, hablan de nosotros y nuestro «ha­cernos» en el tiempo, aluden incluso al propio sen­tido del que dotamos a la existencia, a la nuestra. Responden a la pregunta sobre quiénes somos.
 
Decía Juan Cueto en su artículo «Creencias mundanas, ideas académicas» que Ortega es un filósofo mundano, es decir, del mundo, ya que en su intento de superar el abismo entre el plano del conocimiento y el de la realidad, acercó la filosofía a la vida. «Meditar es, a un tiempo, andar y crear el camino».
 
¿En qué sentido acerca Ortega la filosofía a la vida? Si la filosofía es un conocimiento de todo cuanto hay, podemos afirmar que lo único que hay es la vida. Entendiendo por vida, la de cada uno. Esta vida será realidad radical y objeto de reflexión. Tanto es así, que llega a decir que «no podemos hablar de ninguna realidad que no haya sido vivida».
 
La pregunta ahora sería ¿En qué consiste la vida, mi vida? Para Ortega, «Vida es lo que somos y lo que hacemos». Somos algo no separado de los objetos y personas que nos rodean, sino que somos con ellos. Nos hacemos en la realidad, junto con ella, hasta el punto de ser no solo nosotros, sino no­sotros y la circunstancia que nos rodea. Es de todos conocida su célebre frase: «yo soy yo y mi circuns­tancia».
 
Esto implica que los objetos serían parte de la circunstancia que compone mi yo. La vida hu­mana es un proyecto que se realiza en el mundo, con las cosas. Con lo cual, los objetos se definen en tanto que forman parte de nuestra pro­pia vida. Esto es, son en tanto que forman parte de mi modo de vivir, lo que deseo o el modo en que me relaciono.
 
Podemos afirmar, pues, que nuestra existencia deja la huella de quienes somos sobre los objetos vividos. Los angloparlan­tes tienen una expresión cuando quieren reclamar empatía del interlocutor, «poner­se en los zapatos de otro». No dicen «poner­se en la piel de otro», sino que aluden a los zapatos. Objetos hechos a nuestra medida a base de caminar con ellos, a base de uso. Llega a ser tal la fuerza que adquiere esa re­lación de uso, que se puede llegar a estable­cer una analogía entre el zapato y la propia manera de sentir y de pensar.
 
Parte de la identidad queda en los obje­tos vividos. Inertes como son, guardan la memoria de quienes fuimos y de cómo vi­vimos. Si volvemos a la casa abandonada, seguro que le podríamos poner apellido a la familia que la habitó, a sus esperanzas, al modo en que entendían el mundo.
 
Es sencillo acercarse a la identidad co­lectiva a través de la memoria de los obje­tos. Ellos nos hablan de un saber hacer, de deseos, de concepciones del mundo, de pro­yectos, de circunstancias históricas y socia­les. El hueco que dejamos a nuestro paso por los objetos explica quiénes somos y quiénes fueron, guardan retazos del existir.
 
¿Cuánto diría de una casa si halláramos en ella un patio o un jardín? ¿Qué podría decir sobre los propios sueños la estantería de libros de nuestra ha­bitación? Volver la vista sobre los objetos es dejarles contar una historia y en cierto modo enfrentarnos al espejo que nos puede permitir entendernos.
 
Acudir a la memoria de los objetos es en el fon­do poder leer parte del verso con el que, parafra­seando a Walt Whitman, contribuimos al «podero­so drama».
 
 
RESPONDE:
 
1. El primer y segundo párrafo nos habla, principalmente,
A.   Sobre la interrelación de las ideas académico y mundano
B.   Sobre el contenido del libro Crítica a la Razón Pura
C.   Sobre la diferencia entre los conceptos de filosofía académica y mundana
D.   Sobre la explicación de los pensadores a lo largo de la historia.

2. Se infiere que lo que nos empuja a la reflexión es
A.   El conocimiento
B.   La imaginación
C.   La observación
D.   El asombro
 
3. El texto nos dice que los objetos:
A.   Encierran nuestras ideas y utilidad
B.   Guardan una parte de nosotros
C.   Calan en la memoria de algunos
D.   Son parte de la vida contemporánea
 
4. ¿Qué quiere decirnos la autora al asegurar que los objetos guardan la memoria de nuestra relación con ellos?
A. Que los objetos al ser comprados nos costaron un cierto trabajo por ello son importantes
B.   Que es muy importante recordar los objetos que tuvimos, pues al hacerlo volvemos a vivir
C.   Que los objetos son parte de nuestra vida, pues ocupan un espacio y tiempo en ella y al ser usados quedan dentro de la experiencia de la vida
D.   Que es importante la memoria para el ser humano, sino dejaría de existir
 
5. Se puede inferir, según el texto, que la relación de los humanos con los objetos
A.   Generan identidad
B.   Fijan una relación utilitaria
C.   Nos hacen pensar en la existencia
D.   Amplían nuestra tecnología
 
6. Qué se infiere de la frase de Ortega y Gasset «no podemos hablar de ninguna realidad que no haya sido vivida»
A.   Que la realidad requiere de la necesidad de conocimiento
B.   Que la realidad puede hablarnos de la vida
C.   Que la experiencia vital es la que nos permite construir nuestra realidad
D.   Que es difícil hablar de la realidad si no conocemos los objetos
 
7. El término «ponerse en los zapatos de otro» hace referencia
A.   A un término anglosajón que significa «ponerse en la piel de otro»
B.   A la estrecha relación e importancia de nuestra experiencia vital y los objetos
C.   A una idea central en el texto, pero que hace referencia a un término anglosajón
D.   A la importancia de las frases y los objetos en nuestras vidas
 
8. La autora del texto, concluye que:
A.   Los objetos son identidad, pero requieren que vivamos y los olvidemos para regresar a ellos
B.   Los objetos son importantes como las palabras, aunque las palabras son más cercanas a nuestra identidad
C.   La memoria de los objetos son parte de nuestro doloroso olvido
D.   Los objetos son nuestra identidad y nos permiten conocer la historia de la humanidad
 
9. Sobre la última frase del texto: «poderoso drama», se interpreta como
A.   La necesidad de tener como centro a los objetos para tener poder
B.   El drama del hombre frente al poder que posee sobre la naturaleza
C. La complejidad de la vida que está llena de sentimientos, emociones tanto felices como tristes
D. La motivación humana para alcanzar lo inalcanzable que lo hace sufrir y ser dramático
 
 
 
SOLUCIONARIO:
 
TEXTO 1:
1D
2A
3B
4C
5C
6D
 
TEXTO 2
1C
2D
3B
4C
5A
6C
7B
8D
9C




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